Nunca es tarde
Sinopsis de la película
Inspirada en una historia real, Al Pacino interpreta al envejecido rockero de los 70 Danny Collins, que a pesar de su edad no puede renunciar a su vida llena de excesos. Pero cuando su manager (Christopher Plummer) le descubre una carta sin entregar que le escribió John Lennon 40 años atrás, decide cambiar de rumbo y embarcarse en un inspirador viaje para redescubrir a su familia, encontrar el amor verdadero y comenzar un segundo acto.
Detalles de la película
- Titulo Original: Danny Collins
- Año: 2015
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
Película
6.1
49 valoraciones en total
La película que nos concierne Nunca es tarde ( Danny Collins en su título original) coge como punto de partida uno de los hechos más curiosos de la historia del rock. Así que situémonos en 1971, cuando un joven músico de 21 años que hacía folk afincado en Liverpool, llamado Steve Tilston, realizó una entrevista para la (hoy desaparecida) revista ZigZag, en la cual opinó que la fama y la fortuna podrían tener un efecto nocivo para su música. John Lennon, que por aquel entonces tenía 30 y recientemente había abandonado The Beatles para iniciar su carrera en solitario, leyó ese artículo y le escribió una carta de su puño y letra, en la que rebatía sus argumentos y le aconsejaba: Ser rico no cambia tu experiencia de la manera en que piensas. La única diferencia, básicamente, es que no tienes que preocuparte por el dinero, pero todo lo demás, las emociones, las relaciones, son iguales que las de cualquiera. Lo sé. Fui rico y pobre, y también lo fue Yoko. Entonces, ¿qué piensas sobre eso?.
Eso era el contenido de la famosa carta, además de contener debajo de su firma, el teléfono personal del ex-Beatle, por si quería ponerse en contacto con él y continuar el diálogo. Tilston jamás pudo responderle, porque nunca recibió ese mensaje, aparte de desconocer la existencia de la misma durante 34 años, hasta que en 2005 un coleccionista estadounidense que compró la carta, contactó con el músico de folk para confirmar si él era el destinatario que mencionaba, para poder autentificarla.
En la actualidad, casi cuatro décadas después, Tilston no debe preocuparse por las penas del dinero y la gloria. Sigue haciendo su música como un desconocido , aunque como un miembro bastante respetado de la escena folk británica, con más de 20 discos y hasta una novela editada, sin embargo, ¿cómo sería su vida de haber recibido aquellas palabras a tiempo?
Cómo decía al principio de la reseña, esta interesante, y a la par, peculiar historia de la carta, con la punzante duda existencial que plantea, se ha convertido en el punto de partida para la creación de nuestro protagonista Danny Collins, un decadente rockstar ficticio, que se encuentra perdido por los excesos que conlleva ser una celebridad de un solo éxito (o como se conoce en el mundo de la música, One Hit Wonder). La aparición de la misiva de su ídolo Beatle 40 años después de haberse escrito, propicia que se replantee su vida.
Dan Fogelman, conocido por crear las series Vaya vecinos (2012) y Galavant (2015), debuta en la dirección y firma el guión de esta historia, que trata el tema de las segundas oportunidades en la vida. Para darle forma ha contado con un buen elenco actoral encabezado por Al Pacino, que encarna a Danny Collins de forma genial, en el que posiblemente sea su mejor interpretación en mucho tiempo. Su personaje busca expiar sus pecados, la redención de su familia que desconocía hasta ese momento, y a su vez, volver a componer canciones, cansado de cantar una y otra vez su único éxito. Pacino está francamente muy divertido, y sostiene sin duda la película. Además, se atreve a cantar algunas de las canciones que componen la banda sonora, la cual huelga decir que es magnífica, ya que está repleta de grandes éxitos de John Lennon, siendo toda una delicia para el buen amante de la música. Asimismo, el hecho de que grandes intérpretes como un descacharrante Christopher Plummer, una encantadora Annette Bening, y unos solventes Jennifer Gardner y Bobby Cannavale, le aportan categoría a un filme con una premisa, que a pesar de ser singular, es bastante sencilla.
En definitiva, Nunca es tarde es una buena película que nos devuelve al mejor Pacino, tras estar vagando demasiado tiempo entre la mediocridad, y al mismo tiempo, nos permite descubrir uno de los más interesantes y peculiares What if… de la historia del rock.
Hay que darle una oportunidad a esta curiosidad llamada Danny Collins , no porque sea una gran película (que no lo es), tampoco porque cuenta una buena historia (la cursileria le puede). Algunos puede que crean que el motivo para ver Danny Collins es que Pacino ofrece una de sus mejores interpretaciones en los últimos años, pero tampoco: Pacino, como De Niro, hace tiempo que se limita a interpretarse a si mismo y extender la mano para recibir el cheque. El motivo por el que hay que ver esta rareza es porque, a pesar de todos sus fallos, tiene momentos irresistibles y además hay un grupo de actores en estado de gracia (Annette Bening, Jennifer Garner, Bobby Cannavale, o Christopher Plummer), solo por eso merece verse, creedme. Tiene algo, no se que es pero tiene algo que te engancha. La historia de este icono de la música que ha acabado con un único éxito para abuelitas, tiene algunos momentos realmente conseguidos, sobre todo en lo concerniente al éxito y la edad, el como Danny afronta unos acontecimientos, puede que este resuelto de manera tópica pero funciona de maravilla gracias a Al Pacino y a esa parodia de si mismo que aquí funciona mejor que bien (como sucedía en La sombra del actor ). Quizás sea eso lo que engancha de esta película, el one man show de Pacino. Danny Collins es una película entretenida, destinada a un publico maduro y que funciona mejor cuanto menos la analizas. Y sobre todo porque incluso Al Pacino haciendo de Al Pacino (incluso parodiandose a si mismo( es un perfecto motivo para ver cualquier película.
Si tendría que decir cual es el mayor defecto de esta película, diría que es la falta de ambición. Porque si ya partimos desde eso, entonces todo lo que le pueda criticar queda dentro de la misma bolsa. Desde el punto de vista de la dirección y producción, se nota a la legua esa sensación de no haber dejado todo en la cancha. Es una de esas películas de Un, dos, tres, va! y a ver que pasa.
El punto a favor sería que con todo esto, es pasable. No se hace larga ni pesada. Incluso hay momentos donde te puede sacar alguna sonrisa.
En la parte de drama si que me pareció bastante mas forzada y facilona. Como la novela de la tarde. Varios personajes extremadamente estereotipados que dan sus discursos existenciales continuamente, para que la gente sepa de una bien quien es quien y cual es el mensaje. Sumado a la dirección y fotografía que realmente parece que estuvieramos viendo la telenovela, hasta que vuelve a aparecer Pacino en escena y decís Ey!, que pasa?
Ahora, el que dice que Al Pacino hace mucho que no actúa mas o que se interpreta a si mismo o algo así, tengo dos cosas para decirle. Por un lado, no se que películas habrán visto pero seguramente ni la de Phil Spector ni la miniserie Ángeles en América , por citar algunas nomas de las mas nuevas, no hace falta que entre en detalle de su larga trayectoria. Y por otro lado, lo que el tiene que hacer con el personaje, lo hace muy bien. El problema en esta película en particular es la dirección y el guión. No hay profundidad en ningún momento. Ni de personajes, ni de situaciones. Se va continuamente a lo fácil. Y ahí es donde pierden terreno las interpretaciones. Porque los demás tampoco lo hacen mal, pero da la sensación de que con cualquier otro reparto la cosa hubiera salido mas o menos igual. El problema viene de raíz.
En fin, si uno quiere ver buen cine, no la vea. Si uno quiere pasar un rato entretenido, sin ganas de pensar mucho, es recomendable.
Hay películas que vas al cine a pasar un rato agradable quedando solo en eso y hay películas que con la premisa anterior al final te sorprenden y emocionan saliendo del cine con la sensación de haber visto algo especial y cargado de energía positiva. Pues bien, eso es precisamente lo me ocurrió el pasado jueves tras visionar la estupenda película de Dan Fogelman, Nunca es tarde (Danny Collins) . Es cierto, que el film visita lugares comunes y que, en ocasiones, tiene estética de buen telefilm, pero es que es una pequeña joyita muy bien rodada e interpretada. A su favor está el guión (del mismo director) basado en un hecho real y sobre todo el buen hacer de todos sus intérpretes comenzando por ese monstruo de la interpretación llamado Al Pacino (75 años increíblemente bien llevados y nominado al Globo de Oro por este papel) en una de sus mejores interpretaciones en años (aunque su personaje se parezca al de sus últimos trabajos especialmente al de La sombra del actor de 2014), el también buen hacer de otro clásico como es Christopher Plummer (incombustible como siempre) y ¡como no!, Annette Bening (siempre bien), Bobby Cannavale y Jennifer Garner. Pero el que lleva el peso de la película a sus espaldas es el gran Al Pacino, tanto en los momentos de comedia como dramáticos, y que interpretado por otro actor no hubiese alcanzado posiblemente los niveles de emoción e intensidad que destila Nunca es tarde . Finalmente, solo resaltar la escena final de esta comedia dramática, esa emotiva conversación entre padre e hijo esperando los resultados de los análisis, que quedará para siempre grabada en mi memoria, como me pasó en su momento, lógicamente guardando las distancias y sin comparar, con otra de las grandes secuencias finales del cine como es la de esa obra maestra titulada Luces de la ciudad (1931) del genio Charles Chaplin. Esta última escena en el hospital, para mi uno de los mejores finales visto en años, convierte a Nunca es tarde en un notable film totalmente recomendable y disfrutable.
Una película con ritmo. En ambos sentidos, además. El protagonista es un músico y, además, para ser lo que es, no decae.
Pero que no decaiga no quiere decir que sea un peliculón. Simplemente es una película que podía haber llegado a más. Y eso que el prota es Al Pacino. Danny Collins es un músico que recibió una carta de John Lennon 40 años atrás y que nunca se dio cuenta de ello…hasta que lo hace en la actualidad. Convertido en ídolo de maduritos, recibir esta carta le cambia completamente. Y esta es una de las cosas que no me convence mucho: un tío que lleva toda la vida mirando por y para sí, viviendo a todo tren, olvidándose de su hijo…de repente ¡puf! Es la mejor persona del mundo. Y no solo por el valor de la buena música o de su familia, sino que hasta es majo y amable. Ay, no se. Como que no me lo acabo de creer.
Pero bueno, es ficción, y a veces hay que otorgar licencias. Además repito que el protagonista es Al Pacino, que siempre es un gustazo verlo. Y si está acompañado por nombres como Annette Bening, Bobby Cannavale o Christopher Plummer, pues para qué quieres más.
Pero bueno, en general se trata de una película agradable de ver.