Nothings All Bad
Sinopsis de la película
Smukke mennesker (que significa gente guapa ) sigue las vidas de cuatro almas insatisfechas: Ingeborg, que se siente fea, y el joven Jonas, tan atractivo que literalmente puede vender algo de lo que tiene. Anna, una mujer muy bella con discapacidad física, y Anders, un hombre tierno con discapacidad psicológica. Los cuatro ansían el amor, cuatro personas, cada cual a la espera de un mañana mejor.
Detalles de la película
- Titulo Original: Smukke mennesker (Nothings All Bad)
- Año: 2010
- Duración: 89
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Opinión de la crítica
Película
7
77 valoraciones en total
No sé qué pasa con ese tipo de películas, que siempre me sorprenden gratamente. Me he reído y conmovido mucho con Smukke mennesker, a la par que he sentido asco y pena en varias escenas. Es interesante cómo expone las dos caras del ser humano: la más viciosa y rastrera, y la más noble y amante… Confirma lo que yo siempre he pensado: nadie es bueno ni malo, sino que todos lo somos todo, o más bien tenemos la capacidad de serlo.
También es interesante cómo retrata la capacidad de adaptación que tenemos los seres humanos ante las circunstancias más adversas: la soledad, la discapacidad, el desarraigo… Si una puerta se te cierra, siempre hay otra. Lo que hay que hacer es, sencillamente, dejar a un lado los prejuicios. Y precisamente esto es lo que se necesita para ver la película, de hecho. Así que ya lo sabéis: quien avisa no es traidor.
El cine escandinavo es uno de mis favoritos, tienen una forma de contar las historias que me hace muy atrayente su visionado.
El que más o el que menos tiene alguna carencia, ya puede ser física y/o psicológica, todos hemos pasado por momentos difíciles en los que no hemos encontrado nuestro sitio o no hemos sido aceptados tal y como somos, a todos nos cuesta nuestro esfuerzo equilibrar nuestras vidas para tener esa estabilidad que ansiamos y ese es el tema que ha querido tocar este director novel, del que me encargaré personalmente de vigilar sus pasos para ver sus próximos trabajos. Un tema presente en nuestra sociedad, la exclusión social que nos provocan los demás, pero que desde nuestra persona la guerra puede ser mucho más intensa llegando incluso a normalizar esas situaciones, siendo muy difícil encauzarlas.
Ya sabréis también que el cine de estas latitudes tiende a contar historias más bien lentas, tomándose su tempo para que llegue y/o pueda expresar lo que el director quiere transmitir. Esta no iba a ser menos.
Es un drama que habla desde el interior, es tenue, triste, que ahonda en los problemas, en los defectos, para hacerte participe de las historias que te cuentan los personajes haciéndote empatizar y arrastrándote en la búsqueda de esa felicidad tan deseada, (por lo menos esa fue la reacción que tuvo en mi).
A mi me gusto mucho.
Nothings All Bad es una película treméndamente inverosimil, en la que su director se centra en narrar la miseria de sus personajes buscando en cada escena el más difícil todavía, hasta que se pasa de rosca, y a uno no le queda más remedio que reírse ante tanto despropósito. Lo peor es que no creo que sea ni por asomo una comedia, ni que sea la intención del director buscar la risa en toda la película, excepto quizá en el final (yo sólo me reí en esa secuencia).
Esta película tiene muchísimos puntos en común con la insuperable Happines de Todd Solonz (me atrevería a decir que debe ser la película de cabecera del director de Nothings All Bad), en su tema y forma, sólo que aquí la cosa no funciona por lo artificioso de la trama, su carente sentido del humor en casi toda su duración, su ya mencionado más difícil todavía en cuanto a miseria humana y su enrevesado giro final. Todo lo que ocurre en esta película parece ser fruto de la casualidad y el azar, y de ahí lo gratuito e inverosímil de las situaciones de la trama.
Nothings all bad es una comedia fría, que no busca ni la risa fácil ni la empatía del espectador. Sus personajes son outsiders en toda regla, marginados sociales que difícilmente ubicaríamos en un país tan perfecto como Dinamarca. En ella suceden cosas muy graves que uno no sabe si tomárselas en serio o en broma. Porque… ¿es al fin y al cabo Nothings all bad una comedia? ¿Puede una comedia estar tan llena de patetismo, perversión y decadencia? ¿Pueden ser los protagonistas de una historia graciosa un padre de familia con desórdenes sexuales, un joven que se prostituye, una mujer a la que le acaban de extirpar uno de sus pechos o una recién jubilada que no sabe qué hacer con su existencia?
En el cine danés hay muy poco margen para la (son)risa: será que no tienen nuestro carácter mediterráneo, o que los nuevos autores locales nacieron con el Dogma 95 y su humor punzante con crítica social encubierta. Así que Nothings all bad puede entenderse como una bizarrada sin más o una original tragicomedia sobre todas esas personas que, aun viviendo en un país acomodado, o precisamente por vivir en ese contexto, sufren enfermedades mentales y problemas de adaptación.
Una curiosidad si se mira de forma aislada, pero llena de sentido si se ve junto a comedias danesas recientes como Terriblemente feliz, Las manzanas de Adam o The Art of Crying, demostraciones de que el humor danés es muy diferente, más oscuro, con unos personajes más ridículos que viscerales, más contenidos que descarnados. Una forma muy seria de reirse de la vida: hasta en sus amagos de comedia, el cine danés es incapaz de abandonar su lado oscuro. Tan absurda como genial: hay que descubrirla.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
Mikkel Munch-Fals, firma desde Dinamarca la dirección de esta peculiar película que, mediante la historia de sus cuatro protagonistas se clava a fuego en las entrañas y memorias de los cinéfilos que se internan en su íntima realidad.
Esta obra le ha valido el reconocimiento de los Premios del Cine Europeo, en los que ha sido nominada como mejor opera prima, mérito que ya le fue tempranamente reconocido por el jurado de la sección nuevos directores del Festival Internacional de Cine de San Sebastián que le otorgaron una mención especial en su 58 Edición.
La película sigue la estela vital de cuatro personajes, cuatro espíritus atormentados, insatisfechos, tristes e incompletos. Jonas, un joven que, consciente de su atractivo, le saca provecho vendiendo los favores de su cuerpo. Anna, una hermosa mujer con una discapacidad física que le impide amarse ni encontrar consuelo alguno. Anders, un hombre que, pese a estar cargado de ternura, sufre una incontrolable y socialmente rechazada discapacidad psicológica. Y, finalmente, Ingeborg, una mujer atrapada en su soledad y que no encuentra belleza alguna en la imagen que encuentra en el espejo. Todos ellos desean el amor, buscan la esperanza durante la caída en la espiral de desesperación que les rodea y les posee amenazando devorar sus almas.
De la comedia más hilarante al más trágico drama, de la dulzura a la acidez más desgarradora. Smukke Mennesker (que significa gente guapa, ironía que se destila desde su propio título) mezcla emociones extremas, cada cual en su justa medida, en una cocktelera argumental al servicio de un guión brillante para dar como resultado un todo de alto nivel que evoca diversas reacciones en la audiencia, y todas ellas alejadas de la indiferencia.
Las situaciones más cotidianas fotografiadas con sordidez, filtradas a través de lágrimas de hielo de unos personajes que sienten, mas desesperan. Las interpretaciones de un elenco (Bodil Jørgensen, Henrik Prip, Mille Hoffmeyer Lehfeldt, Sebastian Jessen, Stine Fischer Christensen) que cortan la respiración por su veracidad y que logran la empatía con el espectador y hacen de su historia, si bien teñida de nórdicos ácidos colores cinematográficos, algo universal. El hilo que teje la unión entre todos ellos, el director que los observa, el guión que los aleja y separa… todo ello teje esta pequeña gran joya del cine que nos llega del frío norte.
Para todos aquellos que deseen asomarse, sin miedo, al lado oscuro del ser humano y sus miserias, pero, sobre todo, para todos aquellos amantes del buen cine. Imprescindible.
-Enoch-