Nosotros en la noche
Sinopsis de la película
En Colorado, la viuda Addie Moore (Jane Fonda) le hace una visita sorpresa a su vecino Louis Waters (Robert Redford). Su esposo falleció hace años, al igual que su mujer y, a pesar de vivir en un pequeño pueblo y ser vecinos desde hace décadas, mantenían poco contacto. Sus hijos viven lejos y se ven obligados a vivir solos, pero ella quiere entablar una relación y aprovechar al máximo el tiempo que les queda.
Detalles de la película
- Titulo Original: Our Souls at Night
- Año: 2017
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
5.9
78 valoraciones en total
Como dijo André Maurois, El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza. Cincuenta años después de Descalzos por el parque, la película que lanzó sus carreras al estrellato, Robert Redford y Jane Fonda se reencuentran en Nosotros en la noche, un romance otoñal lanzado por la plataforma Netflix y basado en la novela homónima de Kent Haruf. Estreno el 29 de septiembre.
Recuperando nuevamente Descalzos por el parque, donde estas dos leyendas escenificaban el amor juvenil interpretando a dos recién casados, con Nosotros en la noche la historia da una vuelta de tuerca hacia una puerta abierta que permite conocer la intimidad de dos ancianos realmente entrañables a través de sus interesantes conversaciones, enriquecidas por la experiencia, sobre quiénes han sido y qué les ha llevado a ser como son.
El largometraje, que abre con la propuesta indecente de Addie, introduce rápidamente al espectador en la pintoresca situación, quizá de manera forzada, donde el solitario viudo compartirá lecho formalmente (no revuelto) con su vecina. Una vez pasada la primera noche y la primera toma de contacto, los ancianos encuentran simpática la circunstancia y repiten hasta que los chismorreos vecinales y la llegada del nieto de ella hacen mella en su relación.
El peso de los diálogos, que actúan de confidencias en las mágicas noches que comparten nuestros protagonistas, se diluye, en cierta medida, a mitad del visionado debido al gran desacierto del largometraje, que es intentar adaptar la visión retrospectiva de la novela dejando a un lado un destello de originalidad. Por mi cabeza pasan películas como Amor, Vivir o Cuentos de Tokio donde el fin último es una reflexión sincera y humilde de la senectud y su soledad, aunque, lamentablemente, Hollywood tiene aún mucho que aprender sobre este campo al que se muestra tan reacio y clasista. La premisa, prometedora en su presentación, resulta tópica e indiferente en su conclusión, lo que viene a ser un caramelo sin azúcar.
Contrariamente a esto, la esforzada interpretación de los actores, destacando a la versátil Jane Fonda, consigue sustentar la película, aunque solo sea por contemplar la complicidad entre ambos. En su cuarta cinta juntos, ambos demuestran que, además de tener ases en la manga, el tiempo no les ha arrebatado esa química que desprendían en pantalla.
Ciertamente, esta clase de historias deberían llegar al corazón del público, en vez de eso, Nosotros en la noche es poco más que una película plana con cierto toque de ternura barata. Cuanto más avanzaba el visionado, más sentía estar viendo una película dirigida por Nancy Meyers en horas bajas. Lo nuevo de Netflix queda como una anécdota para la filmografía de los actores como para el espectador.
Escrito por Antonio Fuentes Belando
https://cinemagavia.es/pelicula-nosotros-en-la-noche-netflix/
Emotiva crónica sobre la soledad y la vejez,en la que dos mitos vivientes del cine demuestran con una increíble química entre ellos,tras su film descalzos por el parque en la que interpretaban a dos jóvenes recien casados, con toda la vida por delante.A pesar de ser una película sin pretensiones, ni falta que le hace, es de una gran calidad, la elegancia y buen gusto con el que trata temas, como el sexo, los errores del pasado, la relación(casi siempre difícil) con los hijos ,aunque sean independientes, todo en el marco de un pequeño, pero bonito pueblo de Colorado.Una historia de amor otoñal que reivindica que con la vejez, no se acaba la vida propiamente dicha, por cierto Jane Fonda esta estupenda, como actriz y como mujer,el señor Redford idem de lo mismo. Que sigan por muchos años, los actores y actrices veteranos también tienen su sitio.
Robert Redford y Jane Fonda, juntos otra vez.
El valor nostálgico de esta cinta habla por sí sólo, ya desde su reunión de estrellas.
Y sí, en el fondo todo es una excusa, pero lo bueno de las excusas es que no necesitan justificación: queremos ver a estos dos juntos por ver cómo aprecian su pasado, cómo contemplan su presente y observan el futuro.
Nosotros en la Noche no se entendería sin ese amable añadido de una relación legendaria, y ya sólo por eso tiene más sentido del que su modesta historia es capaz de tener por si sola.
El sencillo Louis se prepara para otra noche solitaria, que no parece triste a primera vista, pero que guarda en sus gestos la parsimonia de quien, llegado a una edad, no necesita apresurarse por nada.
Afuera es todo lo contrario, Addie se queda contemplando su casa y finalmente toma una decisión: proponer noches juntos a otra alma solitaria como ella, arriesgándose a perder un vecino pero también a ganar algo más.
Lo que en principio parece una tontería pronto se demuestra una costumbre necesaria, entre dos personas que han callado tanto por tanto tiempo, y se han resignado tanto a no expresarse, que sus confidencias tienen un inesperado sabor a libertad, dichas en esas horas de madrugada en las que seríamos capaces de arreglar el mundo.
Lo más interesante, o tal vez lo más lógico, es que no hay pizca de arrepentimiento o dolor en esos secretos a media voz: como heridas largo tiempo cicatrizadas, enseñarlas solo sirve para demostrar esa humanidad que se suele perder, en los típicos barrios de clase media donde todos se conocen pero nadie realmente se interesa por saber. Louis cambia las reuniones de bar por las noches con Addie, y de alguna manera siente que no deja nada atrás que vaya a echar de menos.
La gente habla, claro, cuchichea más bien, pero de nuevo sólo ellos saben lo que pasa en la cama que comparten.
Lo cierto es que los añadidos posteriores en forma de drama familiar y nieto conectado a la maquinita que necesita que le enseñen una vida más plena parecen estar de más, para crear conflicto artificial entre dos personas (o personalidades) que no lo necesitan, pero prefiero tomármelo de otra manera: como una exploración personal de Fonda y Redford, bajando al ruedo de la juventud y viendo si todavía tienen algo que aportar.
Habría sido muy fácil convertir sus intercambios en un rancio cualquier tiempo pasado fue mejor , así que el mayor triunfo es no hacerlo, convirtiendo a Louis y Addie en amables centinelas del bienestar de sus hijos, pero a la vez perfectamente conscientes de que son libres de buscar la felicidad por sus propios caminos.
Nada distinto a lo que ellos han estado haciendo, en realidad.
Y, realmente, no necesito que se despidan con gran fanfarria, evocando romances que ya han vivido o personajes que ya fueron.
Simplemente, lo que creo que de verdad yo necesitaba, como espectador, es la satisfacción de ver que estos titanes de otra era atraviesan juntos la noche, y se encuentran al otro lado sabiendo que de su legado algo queda.
Imposible olvidarles, imposible no celebrarles.
Seguiré escuchando cualquier historia que quieran contarme desde el porche, sólo porque han llegado a ser grandes.
Este film producido por Netflix y estrenado en esta plataforma, con acierto, refleja la soledad y los sentimientos de la vejez. Por este motivo es una película indicada mayoritariamente para la personas mayores en el ocaso de la vida, pues será mucho más comprensible sentimentalmente por este público, con una gran carga de sentimientos de todo tipo, así como de nostalgia y romanticismo principalmente. El público joven se aburrirá.
Las interpretaciones son excelentes, como cabría esperar de sus intérpretes principales, dos monstruos del cine clásico que nos llenan de buenos recuerdos y de magia. Hoy día, con las nuevas tendencias del cine moderno no es una película para estrenarse en las grandes cadenas comerciales, pues sería un fracaso en taquilla, y esto último es sagrado para distribuidores y exhibidores, por esto Netflix ha apostado por su plataforma mundial.
La fotografía, muy otoñal, es excelente y muy cuidada, y muy indicada para el argumento del film. Es una obra que nos acerca al cine clásico de siempre.
Después de leer la novela de Kent Haruf, tal vez guiado por otros libros que han sido magníficamente adaptados a la pantalla (Los santos inocentes, El silencio de los corderos, Gladiator…) me decidí a ver la película. Evidentemente el ritmo narrativo no puede traspasarse a la pantalla así como así, pero hay una serie de cambios (luego apunto alguno en la zona spoiler) a los que no encuentro explicación y que hacen que, desde mi punto de vista, cambie el sentimiento que provoca cuando lo lees/ves: en la película es un canto triste a la soledad en la tercera edad, mientras que el libro es más luminoso y, aunque aborda el mismo tema, hay unos personajes mucho mejor construidos y la historia está jalonada de pinceladas de esperanza.
Resumiendo, en la película, priman más los sentimientos de culpa y en la novela brillan más las relaciones que se establecen entre los personajes.
Si le pongo un aprobado, es por la magnifica interpretación de sus protagonistas.