Norman, el hombre que lo conseguía todo
Sinopsis de la película
Un hombre de negocios de poca monta llamado Norman Oppenheimer se hace amigo de un joven político en un momento bajo y solitario de su vida. Tres años más tarde, cuando ese político se convierte en un líder mundial influyente, la vida de Norman cambia dramáticamente. Para bien. Y para mal.
Detalles de la película
- Titulo Original: Norman: The Moderate Rise and Tragic Fall of a New York Fixer aka
- Año: 2016
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
Película
5.1
25 valoraciones en total
Qué curiosa la coincidencia, en su estreno, de dos películas relativas al fenómeno de los lobbys en EEUU. Cuando, además, resultan absolutamente complementarias. Ésta que les traigo hoy es justo el envés de ‘El caso Sloane‘ [2016], de John Madden, cuya ficha edité el pasado sábado.
Se trata de la vida y peripecias de una especie de intermediario de medio pelo, es decir, alguien vulgar especializado en poner en contacto a quien quiere comprar algo con el que quiere venderlo. Pero con la particularidad de que, en este caso, el traficante de intereses, favores, influencias y contactos, es un enredante fabulador que embauca con su charlatanería y que -en un golpe de suerte o de desgracia- acaba influyendo entre clientes del más alto nivel.
Y el realizador Joseph Cedar, ya consagrado como guionista y ante un proyecto aparentemente sencillo, logra esbozar un denso estudio psicológico de este complejo personaje, todo un don nadie disfrazado de conseguidor, gracias, fundamentalmente, a su gran dirección de actores y, en especial, un Richard Gere que borda uno de los papeles de su vida. El añadido religioso que aporta al film no es más que pura anécdota interesada sin la menor trascendencia.
Estamos, pues, ante una buena tragicomedia de naturaleza nítidamente teatral y larga duración, muy conseguida gracias a múltiples factores. Un buen reparto coral, del que destaca Lior Ashkenazi. Un guión fluido e inteligente. Con una buena fotografía, buen sonido y ágil montaje. Una banda sonora de Juan Miyake, bien enhebrada. Con ensamblajes virtuales, en paralelo, de infinitas conversaciones telefónicas: el ya sempipresente móvil, como nuevo y divinizado icono de la comunicación interpersonal, que ha acabado por sustituir al cigarrillo en el cine.
Oscilando entre la calma y el caos, esta parábola irónica repleta de miseria, dibuja secuencias maravillosas como la que se desarrolla en torno la compra de un par de zapatos, enganchando al espectador ante el transcurrir de un protagonista solitario, vulnerable y tan patético como enternecedor, que tan pronto produce rechazo como lástima, vergüenza ajena o -por qué no decirlo- profunda admiración. Se trata, en definitiva de un magnífico retrato de uno de tantos personajes secundarios que viven alrededor del lobbysmo económico y la corrupción política.
En España, con una muy débil promoción y una crítica devaluadora, la película ha despertado una inusitada seducción, muy demostrativa de que sigue habiendo mucho espectador que sabe saborear la liebre que el sector le ha ofrecido como si fuera simple gato.
Profunda película con un gran Richard Gere [7 sobre 10]
El quicio de la mancebía [EQM]
https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2017/06/10/norman-el-hombre-que-lo-conseguia-todo-2016-de-joseph-cedar
No voy a diseccionar esta película, pues a mí – a pesar de los elogios generalizados – me dejó absolutamente frío. Sí, ya sé que la interpretación de Richard Gere no está nada mal y que, hasta donde se me alcanza, la cosa funciona técnicamente.
A mí lo que realmente me llamó la atención, no es tanto que los protagonistas sean todos (o casi) judíos neoyorquinos – no en vano New York es conocida como Jew York -, sino que a lo largo de toda la cinta el resto de la humanidad parezca no existir siquiera. Ya puestos a salvar la cara a la obra uno siempre puede aferrase al par de frases filantrópicas o pacifistas pronunciadas por alguno de los personajes.
No obstante, a pesar de ello a mí se me da que todo en esta película tiene un tufillo tramposo que no se lo salta un caballo.
No he podido terminar de verla porque el personaje de Gere ya me estaba dando arcadas. Entiendo que un hombre tiene derecho a mejorar su vida, a luchar por progresar, por hacer contactos y por hacer negocios, pero todo tiene un límite. Mentir constantemente, hacerse pasar por amigo de quien no conoce, colarse en la fiesta privada de una persona, etc. es cruzar el límite. Ser tan asquerosamente pelota, también.
Norman: The moderate rise and tragic fall of a New Yorker fixer, así es como se llama la película original, al menos la han podido acortar algo y encima nos quitan el spoiler, trata de un hombre de edad avanzada, el típico que podría tirarse las horas muertas caminando, haciendo yoga o aprendiendo nuevas tecnologías. Pero no, Norman (Richard Gere) es un embaucador al que le gusta estar cerca del poder, un charlatán de cuidado al que no parecen irle demasiado bien las cosas. Eso hasta que se topa con el que va a ser el futuro primer ministro israelí (Lios Ashkenazi), que le catapultará a una red social a la que jamás había conseguido entrar, teniendo también que adaptarse al cambio para afrontar lo que se viene encima.
Joseph Cedar, su director, demuestra buena capacidad para rodar una película que termina por hacerse larga y que, como reza su título original, es precedible. Sin embargo, el elenco de actores mantiene a buen nivel todo el filme. Y es que a Richard Gere también le acompañan Michael Sheen, Charlotte Gainsbourg, Dan Stevens, Steve Buscemi… En fin, unos cuantos que acompañan a su protagonista mientras este hace que el espectador sienta empatía, pena e incluso le caiga mal. Todo eso es producto del buen hacer de Richard Gere, en la que es sin duda su mejor interpretación. Vale que el protagonista de Pretty Woman no tenga nada demasiado potable en su currículum, pero en NORMAN, EL HOMBRE QUE LO CONSEGUÍA TODO está sencillamente sublime y lleno de matices.
Y es que la vida de un conseguidor no es fácil, pues Norman le pone mucho esfuerzo en no se sabe bien qué para llegar a figuras de poder y obtener favores, o más bien facilitarlos. Unas relaciones que se van ampliando cuando conoce al hombre más importante de Israel, abriéndole una cartera de figuras conocidas que comenzarán a calar a Norman y que incluso acabará por hacer estar un conflicto político a causa de la corrupción, aceptación de regalos y demás. Algo por lo que la peli pasa de puntillas pero que ayuda a empatizar más con Norman y los valores de hoy en día: si no tienes contactos no eres nada, fidelidad, amistad, hacer el bien, etc.
En definitiva, NORMAN, EL HOMBRE QUE LO CONSEGUÍA TODO es una buena película, quizás no con el ritmo que a muchos gustaría, pero se toma su tiempo y entretiene. Una película diferente, con la que pensar sobre la sociedad de hoy en día, sobre lo fácil o difícil que es impostar un personaje (y sino decídselo al pequeño Nicolás) y sacar tajada de ello. El ego, el protagonismo, la foto del día, el postureo… En fin, si sois de los que os morís por obtener likes o seguidores, os recomiendo que la veáis, quizás aprenderéis acerca de lo efímero y la poca importancia que debéis darle a todo eso. No os la perdáis.
Mi crítica de Norman, en el espacio spoilers, sin spoilers. Le pongo un tres porque he salido del cine pensando que esas dos horas las hubiera pasado mejor dando de comer a las palomas y con 20 euros más en el bolsillo.
Ahí va: