Noches de tormenta
Sinopsis de la película
Adrienne Willis (Diane Lane) es una mujer cuya vida es un desastre. Tiene un marido infiel que quiere volver a casa y una hija adolescente que cuestiona todas sus decisiones. Inesperadamente, una amiga le pide un favor: que se haga cargo durante un fin de semana de la posada que tiene en un pueblecito costero de Carolina del Norte. Adrienne acepta sobre todo porque necesita alejarse para reflexionar sobre su vida. Nada más llegar, se anuncia una gran tormenta, y a la posada llega un huésped, el doctor Paul Flanner (Richard Gere), que también ha viajado hasta allí para enfrentarse a una crisis. A medida que se acerca la tormenta, empiezan a confiarse sus problemas y a consolarse mutuamente.
Detalles de la película
- Titulo Original: Nights in Rodanthe
- Año: 2008
- Duración: 97
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes obtener una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te añadimos un listado de posibilidades de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
5.4
21 valoraciones en total
Todo prefabricado. Interpretaciones pasables. Historia predecible. Violines cuando se esperan. Tensión impostada. Diane Lane desaprovechada. La cara de Gere restaurada – lijada -. Público objetivo de la película conformado. Clichés alcanzados. Final abrupto y desconsolado.
Nota: 4,25.
PD. Basta de intentar hacernos tragar a Gere como médico genial o arquitecto único: es realmente difícil de asumir.
PD2. James Franco qué pinta en el papel de hijo, aparte de cobrar el talón? Menudo papelón.
Durante el breve visionado de esta película podemos empezar a llorar por diferentes motivos:
1) Porque este lento drama-romántico podría haber sido mucho mejor de lo que es (la verdad es que es realemente soso, me resulta difícil creer que esta cinta pueda tener alguna consonancia con El diario de Noa , tanto la novela como la película).
2) Porque de tanto tópico, trauma acumulado por los protagonistas, diálogos previsibles y acaramelados escena tras escena casi resulta imposible no soltar alguna lágrima, por muy pequeña que sea. Se intenta por todos los medios posibles que el espectador se emocione.
La estética de la cinta es la propia de los melodramas hollywoodienses, es decir, colores suaves, paisajes e imágenes preciosas, ritmo sosegado y, en este caso, fenómenos naturales que aportan mayor dramatismo e intensidad al amor que se profesan los protagonistas.
Diane Lane brilla en su interpretación, regalándonos algunos de los momentos más intensos de todo el film, relegando a un discreto segundo plano a Richard Gere que sigue haciendo (y muy bien) de Richard Gere, en su faceta de galán y seductor.
Lo mejor: la indudable química entre Gere y Lane.
Lo peor: la película es sosa, forzada y en ocasiones aburrida.
Noches de tormenta tiene todo lo que una gran película debe tener y sin embargo, ese todo, falla con estrépito, es decir, haciéndose notar y la cinta no pasa de regular. Da la impresión de que el guión se pensó en media hora y el filme se realizó en unas horas, y pocas además. Y lo siento. Porque la película habla del Amor con mayúsculas, del buen Amor, del verdadero. Se acerca pero no llega, lo roza, pero no acierta de lleno. Richard Gere cree que con poner caritas es suficiente. No sé si es cosa del director o de los actores, pero suele pasar con interpretes maduros y todos están convencidos que ya son demasiado mayores como para aguantar los primeros planos tan necesarios en una cinta como esta, y Diane Lane llora de lejos y ríe desde más lejos aún. La vida de los dos personajes está muy mal construida por tanto ni los conocemos. No nos caen ni simpáticos ni antipáticos y su historia, por consiguiente, nos trae al fresco, nos da igual lo que les pase. Como ejemplo de historias de Amor mencionaré dos películas: Doctor Zhivago y Los hermanos Karamazov, sólo para dar una idea de lo que es hacer buen cine romántico. Y es una pena que no se puedan igualar, hoy en día, películas como aquellas. El cine es magia y debe ser así. En la magia esperamos que de la chistera salga un conejo, por lo menos, pero en Noches de tormenta en la chistera no hay conejo, ni un buen guión, ni una buena dirección, ni una gran interpretación, ni, tan siquiera, buena música.
Película donde el romance y el drama prevalecen en escenas de belleza paisajística, destreza natural, desolación, amor, pasión. Y de trasfondo una playa perdida en Carolina del Norte donde comienza un romance que tan solo durara un fin de semana pero será suficiente para cambiarle la vida a dos personas encontradas al azar en un destino paradisiaco una posada, una playa y un horizonte para dos.
El reparto con una Adrienne Willis (Diane Lane) espectacular interpretando a una mujer que se dedica a sus hijos adolescentes con un marido que le abandono por otra, y que ahora quiere volver, utilizando a sus hijos para ello. En contraposición nos encontramos con Dr. Paul Flanner (Richard Gere) cirujano que dedica su vida a su oficio para llegar a ser el mejor, pero deja a un lado lo mas importante a su mujer y su hijo, que también es medico pero con una concepción totalmente diferente. Adrienne cambiara la visión de ver la vida al Dr. Paul y este le devolverá la ilusión de volver a enamorarse de alguien.
Los fotogramas de la película son dignos de admiración pero su argumentación es algo típica en este género, nada innovadora y un poco pobre. En los diálogos el papel de Diane Lane es más profundo denotándose en la parte inicial y final de la película con un personaje de más peso y relegando a un segundo lugar al carismático y siempre en el papel de galán a Richard Gere.
Noches de tormenta es una típica y tópica película con sus momentos de romance, pasión y tragedia seguido del drama.
El trabajo actoral es bastante bueno, por lo menos los dos protagonistas.
Richard Gere hace de Richard Gere, sin despeinarse. Pero Diane Lane se va creciendo mientras va avanzando la película, conforme esta adquiere tintes dramáticos mas que románticos. Su interpretación es exquisita, pero no sorprende tratándose de la gran actriz que es.
El problema es que la historia esta muy vista y es muy previsible. Aunque no deja de ser una película interesante en ciertos momentos, la historia no da para mucho la verdad.