No es tan fácil
Sinopsis de la película
Jane (Meryl Streep), madre de tres hijos ya mayores, es propietaria de un restaurante-pastelería en Santa Bárbara. A pesar de estar divorciada desde hace años, mantiene una buena relación con su ex marido Jake (Alec Baldwin). Pero, como Jake está casado, Jane se convierte de pronto en la otra . Y de este embrollo no podrá librarse ni siquiera Adam (Steve Martin), un arquitecto contratado para renovar la cocina de Jane.
Detalles de la película
- Titulo Original: Its Complicated
- Año: 2009
- Duración: 122
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Opinión de la crítica
Película
5.6
66 valoraciones en total
Puede que uno se deje sorprender fácilmente por una película que se sale de la media dentro de un género que nos tiene acostumbrados a soportar guiones de corta y pega y personajes cliché que se repiten año tras año como las figuras del portal de Belén. Es posible, pero para mí se trata de algo más que una comedia romántica resultona.
En primer lugar se da por hecho que el público ya ha visto decenas de productos cortados por el mismo patrón, y se le pretende agradar con algo mucho menos obvio, menos previsible y si me apuras más inteligente. Todo ello sin recurrir al uso de giros imposibles que buscan dejarte la boca abierta a costa de patear sin vergüenza el concepto de congruencia. El humor funciona durante toda la película (varias carcajadas se escuchaban en el cine) y el ritmo y la intensidad es creciente sin apenas altibajos, lo cual se agradece porque permite verla de un tirón.
El hecho de que la pareja protagonista sean dos cincuentones, tiene el handicap de tener que renunciar a disponer como reclamo a cualquiera de los guapos de moda en Hollywood, pero a cambio los personajes cuentan con un perfil realmente interesante y mucho menos explotado. Además los actores están geniales, Meryl está nominada a los Globos de Oro (Vaya novedad), pero el que está especialmente soberbio es Alec Baldwin (Esto sí que es novedad) cuyo papel le queda que ni pintado. Curioso además ver a Steve Martin interpretar en una comedia al personaje serio.
Se dice que es tramposa porque en una época de crisis como la actual, las películas sobre ricos triunfan entre las clases pobres que la ven como una evasión de sus problemas cotidianos. También que es una comedia sólo apta para el género femenino. En mi opinión lo primero es exagerado y lo segundo incierto, por experiencia propia. Quizá el único reproche sea el trato frívolo que se le da al personaje de Agnes, que si fuera el personaje principal probablemente estaríamos hablando de un drama más que de una comedia.
Recomendable para desengrasar de la orgía de efectos especiales de Avatar y 2012. Una de esas películas que la disfruta cualquiera, ideal para cuando tienes en casa familiares o amigos (Nadie te mirará con cara de Hanibal Lecter, como aquella vez que te las diste de culto poniéndoles una de Krzysztof Kieslowski).
Bah, venga, ya que Nancy Meyers nos lo ha puesto TAN FÁCIL, aprovechemos para hacer la bromita de rigor con el título, porque… NO ES TAN FÁCIL hacerme reír a carcajadas, o… bueno, vale, sí que lo es, pero no a estos niveles: No he dejado de botar en mi asiento durante las dos horas que ha durado la película. ¡Qué situaciones!
Además, ahí están…
Meryl Streep (Espera, que me seco la baba… ya está)
Steve Martin (Sí, no puedo evitarlo, me encanta el padre de la novia)
Alec Baldwin (¡Pero qué gordo estás! ¡Pareces un planeta! Aún así, me gusta tu estilo, baby)
John Krasinski (Es imposible no reírse, o por lo menos sonreír, cada vez que sale en pantalla)
Y encima lo que nos cuentan tiene miga:
-¡Hay vida después de los 50, tía!
-¿Pero qué dices, tía? No me lo creo.
-Que sí, tía, te lo juro. Incluso… (baja la voz considerablemente) VIDA SEXUAL.
-¡Arg! ¡Pero qué asco! ¡Cállate ya, tía! ¿No ves que estoy comiéndome mi ensalada hipocalórica?
Es cierto que No es tan fácil no aporta nada cinematográficamente hablando (de ahí el 6), pero cierto es también que no puede criticársele nada.
En conclusión, es una película rodada de manera correcta y con un objetivo claro: lucir a sus estrellas y hacernos reír. Consigue ambas, y por eso mismo la recomiendo.
IDEAL PARA ESTAS TARDES NAVIDEÑAS LLENAS DE RECUERDOS IMBÉCILES A LA PAR QUE INÚTILES.
Es complicado. Esta es una película sobre tejas y tejados. Sobre parejas que ya no son pero sí lo son. No es tan fácil explicar una película que se titula No es tan fácil. Pero Nancy Meyers parece enfilada desde The Holiday donde ponía el contrapunto a las aventuras seniles en busca del orgasmo que supuso Cuando menos te lo esperas. Aquí Meryl Streep y Alec Baldwin parecen retomar los papeles de Jack Nicholson y Diane Keaton donde se habla de la pareja, la juventud y lo ‘viejuno’. Por supuesto, hay que follar (ah, siento ser tan directo pero no es tan fácil, es complicado) que si no… no va nadie a las salas del cine y se habla de e-mails para que los más jóvenes entiendan los complicados diálogos. Efectivamente no es tan fácil hacer una película tan fácil, tan facilona y ponerle el título No es tan fácil.
Meryl Streep está perfecta en su papel de ardilla alienígena disfrazada de menopáusica divorciada en busca de pareja pero lo hace mejor como ardilla alienígena disfrazada de cocinera en Julie y Julia.
Alec Baldwin desde que recibe Globos de Oro y Emmys y dejó de ser marido de los pechos de Kim Basinger es otro hombre. ¡Otro actor! Escudados por ese transexual tan divertido llamado Steve Martin. No es tan fácil describirlos pero sí es fácil (o no) decir que la moraleja de este relato sobre tejas, tejados, ardillas y despelote senil es precisamente que las casas, como la vida, nunca se tiene que empezar por el tejado. Si no, no es tan fácil.
Ayer leí una crítica de No es tan fácil dónde se la comparaba a un mueble de Ikea: el material no es muy bueno y el diseño no pasará a la historia, pero una vez montado y colocado, funciona . Me llamó la atención y me reí y, tras ver la película, me doy cuenta que pienso lo mismo.
No es tan fácil es un retrato de la soledad y la búsqueda de afecto cuando se llega a los 50, una vez la economía personal se estabiliza y prospera (reformas en una casa impresionante, hoteles lujosos), los hijos crecen y se alejan y el amor conyugal, supuestamente, se desgasta o se pierde. Un planteamiento que supone un handicap para la película: demasiado tópico.
A pesar de esto, No es tan fácil es una comedia bien resuelta, con un arranque un poco lento pero que finalmente se solidifica gracias a la combinación de todos sus elementos. El guión de Nancy Meyers presenta una historia amena y divertida, cargada con unos gags trabajados y efectivos que dan una vitalidad excelente al guión y suponen un principal atractivo para la película.
Pienso que los personajes son, en general, poco complejos y algo limitados, incluso triviales, pero Nancy Meyers tiene suerte de tener a unos buenos actores capaces de explotar sus partes más seductoras. Meryl Streep construye con mucho oficio un personaje curioso, entrañable, divertido y muy cercano. Alec Baldwin y Steve Martin muestran lo que prometen desde el principio, y John Krasinski demuestra la importancia de los supporting actors.
Así, y aunque puede no llegar a trascender, el conjunto es agradable, funciona, convence y responde de manera muy efectiva al género de comedia romántica. Claro, no es una película que invite mucho a la reflexión, pero enseña una cotidianidad y unas situaciones que, por profundos que seamos, todos vivimos alguna vez.
Voy al cine con mis padres, de la misma edad que los protagonistas de esta película y les veo partiéndose la caja y disfrutando de una comedia romántica que -por fin- nos recuerda a todos que la pasión no tiene edad y que el amor, se tengan los años que se tengan, siempre conserva la facultad de hacerte temblar las rodillas.
Si además añadimos que no hay niños pequeños dando el coñazo, que muchos complejos están superados, que empieza a dejar de importar si se hace el ridículo o no, que el orgullo pasa a segundo plano, que se está más seguro de uno mismo y que la economía y los proyectos ya están asentados, diría que ¡casi dan ganas de tener cincuenta!. Y es que la supuesta libertad de la juventud me parece que está muy sobrevalorada.
Sobra decir que No es tan fácil camina con mucha comodidad por su terreno sin probar sus límites, que los personajes son de inquietudes y diálogos sencillos, en ocasiones tópicos y que es muy obvia su naturaleza de cine hecho para agradar sin agredir. En compensación, tenemos una película muy entretenida, con un par de gags hilarantes y unos actores (Streep y Baldwin) excelentes que sin ser precisamente unos pollitos ni unos sex symbol, se bastan y se sobran para ser el principal reclamo de una película que a juzgar por el lleno de la sala, tiene un público potencial bastante nutrido.
Más sexy y divertida que cualquier chorrada de Meg Ryan, la película de Meyers asegura salir de la sala con una sonrisa y sin tener la sensación de haber tirado el dinero (ni de haber visto un peliculón, las cosas como son).