No dejes rastro
Sinopsis de la película
Un padre y su hija de 13 años viven una vida tranquila y feliz aislados en un enorme parque nacional de Portland, Oregon, hasta que un pequeño error complica sus vidas para siempre al ser detenidos por la policía.
Detalles de la película
- Titulo Original: Leave No Trace
- Año: 2018
- Duración: 108
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Opinión de la crítica
Película
6.2
57 valoraciones en total
Alguien la ha calificado como historia potente, y es cierto… Pero la potencia no se encuentra donde algunos creen. Su verdadera fortaleza se halla en conseguir la clave de la felicidad, integrados en una forma de vida que cada vez nos aleja más de lograrla.
El aislamiento, en un mundo donde el control se realiza desde instancias mínimas, donde no se permite alejarnos de lo convencional, lo correcto, del sistema integrador y a la vez alienante.
No se puede salir de la rueda del ratón, sin que levantemos sospechas.
En esta película se describe la felicidad, prescindiendo de todo lo superfluo, lo innecesario, aquello que al final resta, creyendo que suma.
Una propuesta muy interesante que logrará la puntuación justa para aquietar y acallar conciencias, o bien continuar respondiendo al WhatsApp, gestionando nuestras redes sociales, en una vida engañosa, que pensamos nos ofrece, lo que jamás hallaremos en el lugar, donde creemos, se esconde.
Cuando la lucha no es contra el sistema, sino contra uno mismo, no caben las criticas vanas, ni los conflictos de panfleto. Sin duda, una película adulta, llena de vida y sabiduría. Que gusto asomarse a ese mundo fronterizo de la mano de su directora,y su fina sensibilidad para no profanar la historia en su exposición, sin añadidos innecesarios. Es asombroso lo bien que mueve la trama por direcciones de eluden constantemente el posicionamiento moral del espectador.
Si señor, me ha gustado.
Un padre y su hija adolescente viven en un bosque de Oregón, sin más contacto con el mundo civilizado que el estrictamente necesario. Padre e hija conllevan su existencia en una armonía que también trasladan al entorno que les rodea. No cabe duda que la directora Debra Granik prima, en las historias que cuenta, la forma y el envoltorio. Se puede decir que es una autora estilista, sí, pero es un estilismo cálido, hermoso, que no me resulta empalagoso ni cargante. No me aburren las situaciones, a lo que ayudan dos protagonistas que sostienen la función con sendas interpretaciones de altura.
Un padre y una hija que deciden vivir en soledad, perdidos en un recóndito bosque, en permanente alerta por no ser descubiertos por las autoridades, han de poseer algún secreto, alguna razón poco confesable para actuar de esa manera. La directora va poniendo a lo largo del metraje algunas pistas, jugando con una indefinición que no es aclarada del todo.
Y las autoridades aparecen, momento en que la simbiosis padre e hija pasa por momentos de duda, de discrepancias, y la brecha generacional se hace más evidente que nunca.
¿Es ético que un padre inste, aliente a su hija a vivir fuera de la sociedad? ¿Son sus razones y motivos aplicables a un adolescente, que está con todo por descubrir?
La inadaptación del padre a vivir con sus iguales, su incapacidad de abrirse a nuevas posibilidades, cuan alma errabunda, obligan a su hija a tomar conciencia de su propio destino. La última escena de la película adquiere en ese sentido pleno simbolismo
Will (Ben Foster) sufre estrés postraumático desde su época en el ejército y la dolorosa muerte de su mujer. No puede funcionar en la sociedad, por lo que elige vivir en el bosque . Su hija de 13 años, Tom (Thomasin McKenzie) vive con él. La relación entre padre e hija es excelente, pero vivir en un parque natural es ilegal por lo que son detenidos, su historia salta a la prensa y servicios sociales quiere ayudarles a salir adelante…
Con muy pocos diálogos se va desgranando esta historia conmovedora donde la directora de la aclamada Winter´s Bone Debra Granik nos va contando cómo el protagonista huye de los fantasmas del pasado arrastrando a una niña que empieza a madurar y a plantearse si esa vida es la que tiene que vivir.
Debra Granik sabe muy bien dirigir a mujeres sobrevivientes, sus protagonistas principales de sus películas anteriores Irene (Vera Farmiga) en Down to the Bone , Ree Dolly (Jennifer Lawrence) en Winters Bone y ahora Tom (Thomasin Harcourt McKenzie) de 13 años que podría ser una nueva revelación, tienen una fuerza increíble y llevan el peso del film. Ben Foster esta tambien muy bien y la complicidad entre ellos es muy buena.
Basada en la novela My abandonment de Peter Rock, quien oyó esa historia de joven en algún periódico, dándole la idea de que un padre que se ve como el salvador de su hija, la puede poner tan innecesariamente en peligro al vivir en unas condiciones tan precarias.
Leave No Trace no es una aventura apasionante es una película triste, un drama moderno de una relación sana o tóxica según la perspectiva, un film muy modesto pero interesante, que no tendrá estreno en cine, pero se podrá ver en plataformas de Tv a partir del día 5 de Diciembre
Destino rrakis.com
El punto de partida: un padre y su hija de 13 años viven voluntariamente aislados en un parque nacional de Portland, Oregon. En ocasiones visitan la ciudad para coger algunas provisiones imprescindibles, aunque se muestran como autosuficientes en su vida en el bosque. Sin embargo, y a pesar de sus esfuerzos por no ser descubiertos, un error les lleva a ser detenidos por la policía.
No es Leave no trace una película que quiera explicar la situación de los protagonistas, ni quiera profundizar o dar sentido a lo que están haciendo. No hay preámbulo alguno y desde el principio la película pasa a mostrar los días o meses clave de la historia de estos dos personajes viviendo juntos. Eso sí, se van dejando algunas pistas por el camino, no demasiadas aunque sí más que suficientes, para que el propio espectador se vaya imaginando un poco de la historia de este padre y de su hija que han decidido alejarse de todo contacto humano, sobre todo por parte del padre. La complicidad que muestran los dos, el saber mostrarla sin necesidad de explicar y hablar, es uno de los puntos fuertes del film. Mi problema con la película ha sido, principalmente, el darme cuenta bastante tarde de que el film no iba a ir por el camino de pararse un momento y aclarar cosas, o el camino que finalmente te lleva hacia alguna trama escondida que acabará por salir a la luz. La realidad es que no es así. Como realmente no ocurre nada más que lo que se está viendo, sin trampa ni nada raro escondido, un segundo visionado puede hacer que la película mejore.
En cualquier caso el trasfondo de la historia, más bien la falta del mismo, hace cojear a la película en algunos aspectos, que se mencionan muy de pasada (la madre, que se menciona en un momento, es un claro ejemplo). Son cosas a las que ciertamente no favorece el supuesto minimalismo de la forma de contar. Aparte de algún componente demasiado irreal como la no existencia de maldad alguna en ninguno de los personajes que vemos pulular por la película, ni en funcionarios, policía, ni en vecinos, en absolutamente nadie.
Eso sí, la falta de dialogo se suple con creces en la interpretación de Ben Foster, inquietante en todo momento hasta que no sabes el motivo de su aflicción, e incluso sabiendo. Y muy especialmente la interpretación de la joven Thomasin McKenzie que sabe mostrar tanto el apoyo a su padre como las propias dudas de su propia situación. Entre los dos sostienen, desde luego, una película que sin estas interpretaciones habría sido demasiado plomiza.
La soledad por elección tiene tantos motivos como mentes hay que la eligen.