Ni una palabra
Sinopsis de la película
La víspera del día de Acción de Gracias y a petición de un colega, un prestigioso psiquiatra infantil neoyorquino visita a una joven que sufre trastornos inexplicables y tiene un violento historial. Tras un examen poco satisfactorio, regresa a casa con su familia. Pero, a la mañana siguiente, ocurre algo que lo mantendrá vinculado al caso.
Detalles de la película
- Titulo Original: Dont Say a Word
- Año: 2001
- Duración: 113
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Opinión de la crítica
Película
5.7
51 valoraciones en total
El director Gary Fleder, quien ya consiguiera dar en la diana con la estupenda Sospechosos habituales , nos ofrece en esta ocasión una nueva vuelta de tuerca del thriller , buscando por nuevos caminos los mismos resultados de siempre. El doctor Nathan Conrad (Michael Douglas), es un psicólogo que tiene una vida bien acomodada.
Sin embargo, cuando se encarga de tratar a una joven perturbada, llamada Elisabeth Burrows (Brittany Murphy), su apacible existencia se verá sacudida, debido a que la joven guarda en su atormentada cabeza un secreto que el malo de turno (interpretado por el eterno malo de nuestros dias, Sean Bean) quiere conseguir a toda costa. Para lo cual secuestrará a la hija del doctor y le forzará a conseguir ese secreto.
El director consigue mantener el suspense, grácias al guión, y poco más ya que aunque muestra una cierta originalidad, el film pasa por ser la típica película de un malo (encima ya de sobras conocido) que quiere algo de un bueno , el cual tendrá que pelear por su vida y la de los suyos, y hasta cierto punto es una historia que en grandes rasgos hemos visto infinidad de veces.
Además si bien Sean Bean es bastante convincente como malo malísimo , la simple presencia de Michael Douglas y su escaso registro de interpretación no bastan para dar credibilidad a la historia.
Creo que es aburrida durante toda la primera parte, y también la segunda, a mi me ha gustado el final, al que algunos críticos señalan convencional. Si, lo es, pero resuelve y justifica de manera eficaz, el tiempo empleado.
Michael Douglas, ya no resultaba creíble en 2.001, como padre de una niña tan pequeña, y en un argumento profundamente alejado de sus dotes interpretativas.
Me recordó esos trabajos, en los que los grandes actores, pasado el tiempo, de alguna manera se ven forzados a participar, para continuar formando parte de la industria.
Entretenida película enmarcada en la cinematográfica ciudad de Nueva York, donde Michael Douglas se desenvuelve como pez en el agua con un personaje serio, como a mí me gusta, respaldado por un más que convincente plantel de secundarios: Sean Bean, Famke Janssen y Oliver Platt, e incluso Brittany Murphy, en la que es hasta la fecha su mejor interpretación (aunque eso no sea decir mucho).
La formula sigue funcionando, pues su historia engancha desde el principio, aunque su final sin llegar a decepcionar, no este a la altura de las circunstancias.
Buena película de un director, que desgraciadamente se prodiga poco y que sabe crear tensión cuando quiere.
Película de intriga que consigue interesar durante la primera hora para luego desvariar tanto que entra directamente en el género de comedia. Quizá negra, pero comedia en definitiva.
«Ni una palabra» arranca con un atraco y una traición, lo que da pie a una trama que abre el suspense criminal y las distintas hipótesis sobre lo que está pasando y el cómo. Gary Fleder lo lleva bastante bien, el protagonista te cae simpático, la paciente Elisabeth capta tu atención y el villano de esta historia te fascina por el mero hecho de que lo interprete un Sean Bean rubio y viril de cuarenta años esplendorosos. Yo no sé por qué le han dado siempre el papel de antagónico, y contra más malo, mejor, con el galán y el héroe que podría haber sido. Bueno, para mi lo es, que quede claro, aunque nadie se lo haya sabido reconocer.
El guión se desploma a medida que los misterios se van desvelando, convirtiéndose todo en un soberano absurdo donde los malos demuestran una torpeza digna de estudio psiquiátrico, de hecho, en diez años (¡diez!) no se les ocurre ni remotamente dónde puede estar lo que andan buscando con tantas ansias, siendo a fin de cuentas el sitio más lógico. Pero olvídate tú de lógica en «Ni una palabra», porque no se encuentra. De chiste la pelea entre el sicario negro y la mujer con la escayola (pero ¿cómo sobrevivió este tipo en la cárcel?), la confusión de los números en el cristal, el momento cantarín de la niña o todo el desenlace, donde el villano demuestra lo lento que puede ser un hombre con una pistola y lo eficiente que puede ser un doctor que nunca se ha metido en líos ni se ha peleado con nadie.
Sólo me queda añadir que si en un universo paralelo un Sean Bean con el mismo jersey azul y la misma chaqueta de cuero me secuestra, ni una palabra a la policía. Pero que quede entre nosotros.
Puede que este film no sea perfecto , pero en síntesis entretiene a pesar de su pobre fin.
Las correrías de Douglas por Manhatan lo hacen ameno pero resulta visto antes en otros films.
A momentos hace recordar a The Game, pero sin tanto estilo, lo salva el reparto.
Gracias al cielo el personaje de nuestra perdida Brittany pone un poco de emoción a la historia.
Ignoro por qué los guionistas no supieron sanjar la historia con algo más genuino y tremendo.
Obviamente sin los actores de renombre que tiene hubiera sido una peor película. Se puede ver.