Neon Genesis Evangelion (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (1995-1996). 1 temporada. 26 episodios. En el año 1999, en la Antártida, ocurrió un cataclismo llamado El Segundo Impacto , como resultado de un incidente ocasionado por unos seres conocidos como Ángeles . Gran parte de la Tierra quedó devastada por el fenómeno, y la mitad de la población sucumbió en la catástrofe, aunque ahora la humanidad gradualmente se va recuperando. Años después, en el 2015, los Ángeles regresan y comienzan a atacar a la Tierra… Cada uno de los Ángeles es diferente de los demás, excepto por el hecho de que todos pueden generar un impenetrable escudo protector llamado Campo AT. La organización NERV revela su nuevo proyecto con miras a salvar el mundo: gigantes y bio-mecánicos robots conocidos como Evas, que son unos de las pocas fuerzas sobre la Tierra capaces de enfrentar a los Ángeles . Sólo niños específicos pueden pilotar los Evas: Shinji Ikari, el hijo de el jefe de NERV y que no desea pelear, la reservada Rei Ayanami y la exaltada (y algo amante del combate) Asuka Langley. Mientras combaten a los Ángeles uno a uno, van descubriendo más y más acerca de la naturaleza y el futuro de la humanidad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Shin Seiki Evangelion (TV Series)
- Año: 1995
- Duración: 25
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Opinión de la crítica
7.9
56 valoraciones en total
Evangelion es probablemente el mejor Anime que se haya hecho jamás, no he visto ninguno que se le iguale, y no creo que se atrevan, ahora, a tocar estos temas, tan humanos y quizá poco rentables: un ingenioso argumento futurista y plagado de connotaciones apocalípticas, es el marco perfecto para profundizar en la siquis y el alma de sus mangníficos y atormentados personajes (cada uno de ellos poseedores de una personalidad bien definida y bastante realista, casi como si se hubiera querido hacer un incisivo compendio humano), es curioso, como la serie muestra, que finalmente todas las debilidades y miedos hunamos son los mismos, y parten de los mismo, y lo parecidos que somos todos, dentro de las diferencias, los dilemas filosófico-religiosos -tan parecidos a los actuales- son retratados en un mundo deshumanizado y vacío que intenta responder a sus preguntas y encontrar su verdadera esencia, el verdadero origen.
Si soy sincero, la primera vez que vi Evangelion (y no hablo de un capítulo, sino de los primeros DVDs), he de reconocer que me pareció más de lo mismo, y si encima le sumas la trama de robots gigantes que luchan contra monstruos, que de nuevo, quieren acabar con la tierra, te dan ganas de salir corriendo. Pero gracias a Dios seguí comprándola (por total inercia), y poco a poco se iba animando e incluso los robots iban ganando en atractivo al descubrir que había algo más que metal y hierros. Y es que Evangelion es un globo que se va inflando e inflando hasta explotar de forma gloriosa y dejar al espectador sin habla.
El argumento es elaboradísimo, con una labor de documentanción excepcional y referencias bíblicas fantásticas. Se plantean tantas historias, tantas reflexiones y tantos dilemas de la raza humana, que se hace triste que muchas personas se alejen de Evangelion por la estética de dibujos animados. Su trama es dura y mucho, con unos personajes que arrastran multitud de trastornos e inseguridades que son debidos a situaciones críticas vividas en el pasado (todas interesantes y muy reales), formando un elenco muy completo, consiguiendo extremos tan dispares como el casi autismo de Rei Ayanami a la explosiva y alocada Asuka. Es lo que hace tan grande a Evangelion , la convivencia de personajes tan distintos y a la vez tremendamente iguales.
En cuanto al argumento en si, todo lo que empieces a ver y te parezca chorrada o poco creible, será explicado o insinuado más adelante para dejarte con la boca abierta, con una labor fantástica de documentación sobre contenidos bíblicos y sin dejar cabos sueltos o inconexiones. El final es simplemente apoteósico, la mejor manera de cerrar una serie posible.
La animación está muy bien conseguida. Los robos lucen maravillosos, los personajes derrochan carisma y el concepto artístico es muy elevado. De la música aún se podría decir mas, ya que es una obra maestra que ha sido editada en multitud de colecciones y que ya forma parte de los clásicos en el mundo anime. Y el doblaje no tiene nada que envidiar al original, de hecho algunas voces como la de Ritsuko, Rei o Shinji les van mejor que las de la versión original.
En fin, Evangelion es una de esas series que te marcan, que te hacen pensar y pensar, y aparece cada muchísimo tiempo. Puede que sea la mejor obra manga jamás creada.
La primera vez que oí hablar de Evangelion fue cuando tenía 16 años, en pleno boom del anime de la década de los noventa. Recuerdo haber leído un artículo en una revista que comenzaba con una frase contundente: Neon Genesis Evangelion es una orgía.
Y el tiempo le daría la razón: es una orgía, y una tan grande que para analizarla no hay por donde empezar. Fue un hito tan grande para el anime como expresión artística, como lo fue Dragon Ball Z en el nivel comercial. El punto de partida de la serie fue el anime mecha de robots gigantes (la pasión de los creativos del estudio Gainax, los responsables de la serie), y su trama más clásica: un chico que pilotea el robot gigante de su padre para salvar al mundo. A ello le añadieron diversos elementos que le dieron identidad propia a la serie y que, a la vez, revolucionaron el anime.
Entre esos elementos está la complejidad psíquica de sus personajes, como alguien dijo, en Evangelion todos están totalmente fregados. No hay un solo personaje que no tenga algún tipo de obsesión, complejo, trauma o fijación morbosa, lo que les da un riqueza que no tuvo antes ningún personaje en el anime. Empezando por los niños: el pusilánime Shinji Ikari fue el primero de la serie de personajes traumatizados que llenaron el anime de fines de la década de los noventa, junto a la bella, misteriosa y (a la postre) sexualizada Rei Ayanami. Asuka Langley comienza como un simple personaje competitivo, para terminar totalmente destruida por sus traumas y su propia obstinación. Para no hablar de todos los demás. Otro elemento resaltante es el lenguaje audiovisual tan avanzado que utilizó la serie: tomas largas junto a cuadros de menos de un segundo, diálogos a velocidad de vértigo junto a largos silencios, primeros planos junto a ángulos aberrantes, picados y contrapicados extremos… La mezcla no da un instante de respiro.
Entre otros elementos resaltantes están el argumento (que va de lo simple a lo complejo, e incluso polémico), la animación (muy buena y fluida), el mecha (que formaría escuela al mezclar lo biológico y lo orgánico), la música (excelente, incluido el Himno a la Alegría de Beethoven), las secuencias de acción (de vértigo), y un largo etcétera.
Lo que impidió a Evangelion alcanzar la cima total fue su extraño final, ininteligible para muchos y que quedó como un recurso debido a problemas de presupuesto. A pesar de ello, tiene una gran profundidad y cierra la serie de manera digna. Gainax intentaría saldar esa deuda con las cintas Evangelion Death-Rebirth y The End of Evangelion, que dejarían aun más perplejos a los aficionados.
Pese a ello, Evangelion permanece como el anime por excelencia, y en buena parte responsable de su boom por todo el mundo.
Damas y caballeros: si tuviera que recomendarle una serie de animación japonesa a alguien que no hubiera visto jamás ni sintiera el menor gusto o interés por dicho arte, sería ésta y sólo ésta: Neon Genesis Evangelion.
Y no precisamente porque el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón confirmara en 2007, mediante encuestas al público, que esta serie ha sido elegida como la mejor animación nipona de todos los tiempos. No os voy a dar razones de opinión mayoritaria.
Neon Genesis Evangelion es una serie de 26 capítulos que nos narra la aventura, física y psicológica, de un grupo de niños que han sido puestos a los mandos del arma de destrucción más poderosa creada por el hombre. Estos muchachos, estrictamente controlados por personajes adultos que parecen pertenecer a una era diferente, deben luchar contra sí mismos y su propio fantasma mientras salvan el mundo. En este viaje a través de la madurez, se han de revelar diversos secretos fundamentales para comprender las profundas raíces de un fenómeno que está teniendo lugar sin que nadie se de cuenta, y que podría cambiar el destino de la Humanidad en un microsegundo.
Neon Genesis Evangelion es un océano profundo en el que siempre queda un arrecife por explorar.
Para ser más exactos, Neon Genesis Evangelion es una serie de ciencia-ficción de un futuro post-apocalíptico, un mundo fragmentado que se lame sus propias heridas, tal y como cada uno de sus personajes, que luchan por un mañana y por su propia felicidad. Se trata de una serie de acción y aventuras de gran peso psicológico en la cual todo personaje guarda un espacio para ser ocupado por el espectador, y así presentar un cambio. ¿Qué es exactamente la felicidad y la fuerza humana para vivir? O más interesante aún, ¿qué es el individuo respecto al resto? ¿Por qué las personas sienten necesidad de vincularse entre sí aún a pesar del daño y la destrucción que se inflingen?
Esta prodigiosa y amena serie, a través de furiosos combates, aventuras, intercambios y situaciones cómicas, estudia esos aspectos al detalle llevando al espectador a reflexionar sobre ello al mismo instante que los personajes, mientras disfruta de un thriller de ciencia-ficción post-apocalíptica llena de acción, diversión, carisma, emociones, crueldad y sensualidad. Una experiencia gratificante, impactante e introspectiva.
(Más detalles generales en Spoilers, pero sin Spoilers)
Y sencillamente, señores, esta serie de 26 capítulos de fácil aspecto es un regalo. Una joya que regala felicidad al mismo tiempo que un poco de tristeza, una nueva conprensión, un punto de vista universal para la Humanidad, una generosa dosis de entretenimiento.
Y sobre todo, un paradisíaco concepto de nuestra condición de seres humanos.
Celebérrima esta serie es, desde luego. Fue una de las pioneras en España, por lo menos, en lo que se refiere al anime para adultos. Vamos, sin chistes ni ligereza argumental, precisamente, y con sangre por un tubo, vísceras y erotismo. Y es raro, porque es una serie de mechas (que aparte de ser lo que se hacen pijas, pijos, frikis y emos en el pelo, es como llaman en Japón a los robots gigantes), que con estandartes como Mazinger Z o los Transformers , no han sido nunca algo muy para mayores.
Pero aquí lo consiguieron, por lo menos en parte. La serie arrancaba genial, sin abandonar sus raíces de serie con hostias y tiros, pero llevándolas a un nivel superior. La trama parecía simple aunque siempre estaba dispuesta a presentarse repleta de cabos sueltos. Los personajes se desarrollaban muy bien, sin caer demasiado en los tópicos, o haciéndolo lo justo, como debe de ser (el introspectivo, la hiperactiva, la misteriosa…). Los diseños… bufff, qué decir de los diseños, tanto los trajes de los chavales (siendo las chiquillas objeto de pajas y pajas, por cierto), de los EVAs, los ángeles, las instalaciones… todo era increíblemente atractivo a la vista y al buen gusto. El ritmo no era muy rápido, pero no llegaba a aburrir, nos sumergía poco a poco en la enrevesada (cada vez más), historia… y de repente… acción, a tutiplén. E inteligente. Con tiros, bombardeos, golpazos, explosiones, destrucción de inmobiliario… pero con estrategias bien planteadas, no todo a lo loco, centrándose tanto en las vísceras (que haberlas, las había, y a mogollón), como en los tipos que estudiaban cómo iba el combate, cómo podían solucionar los problemas, etcétera.
Pero algo pasaba, y es que la serie avanzaba, los interrogantes crecían más y más, los guionistas se chutaban más y más, y aunque la serie seguía sin hacerse repetitiva (aunque el EVA-00 se seguía jodiendo cada 2 por 3), empezaba a ser cargante tanta filosofía subnormaloide e ininteligible… El prota era cada vez más odioso con sus preguntas mil veces repetidas y sin sentido ninguno, lo de los ángeles y los tíos esos que eran de Only Sound se iba a la estratosfera. Sobre la humanidad, las máquinas, los impactos y no sé qué polladas más hablaban poco y fatal, y uno no sabía bajo qué piedra meterse para huir de esos diálogos sin sentido… La droga la quiero yo, no quiero escuchar a drogaos sin estarlo yo el primero.
Y culminando, cuando la trama terminaba y sólo faltaba darle algo de coherencia a tamaña gilipollez, todo acababa con los dos capítulos más neuronalmente destructivos. Los ojos como platos, el cerebro en estado de latencia, descargas eléctricas recorriendo el cuerpo y dejando la materia gris licuada. Soberana anormalidad lynchiana (o peor), que sólo podía cabrear por haber destrozado una serie tan prometedora… Suerte, podríamos decir, que luego decidieron darle un final alternativo… ¿O no suerte? Por suerte, hay un pingüino por ahí que mola mucho.