Mystery Woman: Herencia mortal (TV)
Sinopsis de la película
La noticia de de la muerte accidental de un conocido de Samantha, la encargada de la librería Mystery Woman, supone un gran revuelo entre la población, sobre todo desde que la hermana del fallecido asegura que su muerte ha sido provocada. Cuando se produce el reparto de la herencia la hermana resulta injustamente desfavorecida, lo que definitivamente suscita las sospechas de Samantha. Uno de los muchos telefilmes de la saga Mystery Woman que, desde 2005, se han ido produciendo para el canal Hallmark. Protagonizada por la televisiva Kellie Martin, narra las aventuras de Samantha Kinsey, la propietaria de una librería de misterio que siempre se ve envuelta en la resolución de casos paranormales de la vida real.
Detalles de la película
- Titulo Original: Mystery Woman: Snapshot (TV)aka
- Año: 2005
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
4.3
89 valoraciones en total
Esta inexplicablemente larga saga de telefimes, protagonizados por una marisabidilla librera que se dedica a resolver crímenes en los que siempre se ve involucrada por una cosa o por la otra (vamos, como Jessica Fletcher pero en joven y cayendo más gorda) es un producto de esos que lo ves y dices ¿Y se gastan el dinero en esto habiendo tanta hambre en el mundo? .
Esta tiene el mismo nivel que las demás, es decir de muy mala a floja, pero en este caso el punto de partida de la acción me parece escandaloso. Veamos.
* Un millonario entrado en años abandona su fiesta de cumpleaños y se estampa con el coche. Un fallo en los frenos. ¿Sospechamos?
Razones para hacerlo: el coche estaba muy mimado (el tío se dejaba un pastón en mantenerlo siempre a punto) y sólo se sacaba una vez al año.
Razones para no hacerlo: pese a los mimos, el coche era muy antiguo… es factible que haya tenido una avería.
Bueno, vale, lógico.
* En la lectura de su testamento, su excéntrica hermana, también entrada en años, protesta porque le corresponde la mitad de la empresa, pues al morir su hermano (al que ella había dado potestad para actuar en su nombre) ella recupera sus acciones. Pero el testaferro la contradice y afirma que ELLA MISMA vendió las acciones a su hermano a cambio de una renta vitalicia, pero que no se acuerda. La buena señora, escandalizada, niega haber firmado tal cosa y reclama ver ese supuesto contrato. El testaferro queda con ella para el día siguiente para enseñarselo. Y esa misma noche, un ladrón entra en el apartamento de la pobre mujer y la mata. ¿Sospechamos?
¿Cómo que no sospechamos? ¿Cómo es que sólo la librera sospecha? ¿Cómo es que todo el mundo -hasta sus amistades cercanas- la tratan como si estar investigando eso sea una excentricidad?
Por el amor de Dios. Si quieren construir un caso en el que la protagonista sea más avispada y lista que nadie, al menos currenselo un poco más, leñe, que hasta un mono sospecharía de esa sucesión de acontecimientos.