Mujeres
Sinopsis de la película
Un grupo de mujeres de la clase alta pasa la mayor parte del día entre salones de belleza y tiendas de ropa, siempre murmurando, con cotilleos y rumores. De repente, una de ellas descubre que su marido se ve a escondidas con una dependienta. Esta situación provoca un escándalo entre sus amigas, produciéndose diversas situaciones de celos, envidias y rumores.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Women
- Año: 1939
- Duración: 132
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Opinión de la crítica
Película
7.1
27 valoraciones en total
Cukor rodó esta comedia exclusivamente protagonizada por un abigarrado y bien escogido plantel de actrices, en la que realiza una mordaz sátira de la guerra de sexos.
Aunque se resiente un poco del tiempo transcurrido desde su rodaje, pesando sobre ella los cambios socioculturales e ideológicos de las últimas siete décadas, así como la revolución sexual y la lucha por la igualdad de géneros, sin embargo la afilada crítica se encuentra agazapada entre los perfumes, las ropas suntuosas, los chismorreos, entre las miradas, unas depredadoras, que despellejan, envidiosas, calculadoras, hipócritas, y otras honestas e inocentes, entre dardos envenenados que salen de lenguas ociosas y viperinas, y, en general, en una divertida farsa bastante esperpéntica y aguda acerca de la superficialidad, de las conveniencias, de la hipocresía, de la maledicencia y de la relaciones interesadas. El retrato que Cukor realiza, tanto del elemento femenino de la sociedad acomodada de Nueva York, como del elemento masculino, y sus interacciones, no resulta muy favorecedor.
Toda la puesta en escena, las espléndidas actuaciones del numeroso elenco de féminas y el agilísimo y vertiginoso guión transmiten una impresión de gran dinamismo que roza lo caótico y lo mareante. Durante casi todo el metraje se suceden escenas en las que grupos de mujeres charlan sin cesar, cotillean, ponen vestidas de limpio a otras y se meten en los asuntos ajenos, pasan por diversas etapas sentimentales predominando los problemas conyugales, las infidelidades, las rupturas, los divorcios y los nuevos matrimonios. La olla de grillos llega a alcanzar proporciones considerables, mientras el revuelo es cada vez mayor alrededor de la dulce y desengañada Mary Haines, que como tantas otras sufre del fantasma de los celos y de la traición de su marido, al que ella ama tiernamente.
Un análisis algo desfasado y a veces bastante estereotipado y condescendiente que no encaja demasiado setenta años después, pero a menudo irónico, sobre todo de los roles masculino y femenino en el amor y en el matrimonio, de las dificultades de pareja, del sexismo, de la supuesta permisividad y paciencia que deben tener las esposas ante los devaneos extramaritales de sus obtusos, inseguros y tontorrones maridos, los cuales se dejan atrapar por lagartas que sólo persiguen su dinero y su posición… Llegando a la conclusión de que el orgullo, la dignidad, la rebeldía femenina, el negarse a ser plato de segunda mesa y el divorcio por despecho son soluciones erróneas. Y que ante el amor, no hay orgullo que valga, y que las mujeres tienen que aceptar que sus maridos son unos pobres tontos dignos de lástima.
Ni unas ni otros quedan en buen lugar.
Una película en la que sólo aparecen mujeres pero que gira toda ella en torno a los hombres, o al menos giran las protagonistas. Supongo que en su momento se consideró como un hallazgo artístico y de paso comercial el hecho de que no apareciera ningún varón, pero paradójicamente, el varón (o los varones) están casi tan presentes (y casi sin el casi, si se puede decir) como las mujeres.
Por otro lado, el filme no resulta demasiado interesante. La anécdota es insulsa y previsible por no decir estúpida, y de no haber estado tras la cámara George Cukor delante de ella Norma Shearer o Paulette Godard el filme se haría insoportable.
A destacar que la considero una de las películas más sexistas que he visto últimamente.
Entre un aire de frivolidad y cierto resabio de complacencia que G. Cukor maneja con envidiable destreza, la labor de A. Loos no puede pasar desapercibida porque su guión es excelente.
El director realiza un ejercicio magistral de narrativa cinematográfica y bordea la perfección en su capacidad para fabular las situaciones de tal modo que el espectador puede olvidar que se encuentra en el cine.
Y ello, a pesar de su dudosa pertinencia argumental.
Postales de la vida regalada en un contexto de lasitud psicológica y ética que esconde un notable punto de acidez.
El notable elenco femenino cumple su cometido con la profesionalidad y brillantez que el público espera de ellas.
No defrauda las expectativas.
El propio Almodóvar lo dice: Cukor es un genio en el tratamiento de los personajes femeninos. Y no es de extrañar que cite a Mujeres entre sus exquisitas referencias.
Razón no le falta. Tan sólo hay que ojear la filmografía de Cukor y sondear su alargada sombra e incluso ciñéndose únicamente a Mujeres aparece una versión de Fassbinder para televisión y un futuro remake de Diane English (Murphy Brown), donde se rumorean nombres como Anne Hathaway, Meg Ryan o Lisa Kudrow. ¿?
Yo también me he deslumbrado por la adaptación de la obra de teatro de Clare Boothe, por esta deliciosa comedia interpretada exclusivamente por mujeres dejando en off a los hombres, por esos personajes secundarios y sus frases (Oh, lamour, lamour), por esas actrices que resplandecen como Norma Shearer, la inocente y sufrida esposa, Joan Crawford, la amante desvergonzada, o Rosalind Russell, la amiga pícara y liante. Me encontraba tan aturdido y enrolado a la causa femenina que iba a incluir a Mujeres entre mis películas preferidas de los treinta…
Pero llegó el final y me quedé pensando en que no entiendo a las mujeres, al menos a estas mujeres que me habían enamorado durante más de dos horas.
Uno de los films más reconocidos de los realizados por George Cukor durante su etapa en la MGM. El guión de Anita Loos y Jane Murfin adapta la obra de teatro The Women (1936), de Clara Boothe Luce, que tuvo gran éxito en Broadway. Se rueda en los platós de MGM Studios (Culver City, CA). Producido por Hunt Stromberg para MGM, se estrena el 1-IX-1939 (EEUU).
La acción dramática tiene lugar en NYC, Reno y en el trayecto en tren entre ambas localidades. Incluye escenas separadas por 2 años (1937-39). Mary Haines (Shearer), felizmente casada y madre de una niña, la pequeña Mary (Weidler), es la última en enterarse que su marido se entretiene con la dependienta de una tienda de cosméticos, Crystal Allen (Crawford). Forman parte, además, del grupo de amigas Peggy Day (Fontaine), Edith Potter (Povah), la condesa Flora (Boland), Miriam Aarons (Goddard), la columnista Dolly Depuyster (Hopper). Mary es ingenua, romántica, virtuosa, simpática y sufrida. Sylvia Fowler (Russell) es chismosa, liante, venenosa y astuta. Crystal Allen es desvergonzada, insolente e interesada. Flora, de más de 50 años, divorciada de 4 maridos, es muy rica y aficionada a los hombres jóvenes. Miriam es sensata y muy atractiva. Dolly es curiosa y entrometida.
El film suma comedia y drama. Desarrolla una historia de cotilleos, murmuraciones, disputas y peleas, protagonizada por mujeres casadas, viudas y divorciadas de la alta sociedad de NYC, que se mueven en torno de Park Avenue (boutiques, perfumerías, salones de belleza, sombrererías…) durante los últimos años de la década de los 30 del s XX. Construye una aguda, festiva y elegante sátira de la vida y costumbres de las mujeres neoyorquinas adineradas de los años que precedieron a la IIGM.
Añade una divertida parodia de tópicos femeninos, como la afición a los salones de belleza, las compras de perfumería, la preocupación por la moda en el vestir, las conversaciones sobre los hombres, los cotilleos sobre la vida sentimental de conocidos y famosos, etc. La parodia se extiende a las nuevas costumbres (práctica de la equitación, la pesca…). Incluye los rasgos contemporáneos de pertenencia a la alta burguesía (beber jerez, tener servicio doméstico, disfrutar de 15 días al año de vacaciones estivales en el extranjero…). Presta especial atención a las costumbres sexuales del colectivo (infidelidades, parejas inestables…). Con singular delicadeza muestra la existencia natural de la homosexualidad femenina.
La cinta está protagonizada sólo por mujeres (actrices principales, de reparto y figurantes suman 135). La realización corre a cargo de un inspirado George Cukor, especialista reconocido en la dirección de actrices.