Michael Moore in TrumpLand
Sinopsis de la película
Documental en la que el ganador del Oscar Michael Moore se adentra en Ohio (uno de los estados más republicanos) para intentar abrir los ojos a todos aquellos que se están replanteando votar a Donald Trump. Durante uno de sus monólogos, habla de los peligros de una presidencia de Trump. Michael Moore, que nos ha traído antes ‘¿Qué invadimos ahora?’ o ‘Fahrenheit 9/11’, intenta explicar como las aspiraciones que tiene Donald Trump son completamente reales y además ponen en peligro el futuro de los Estados Unidos de América. Durante un divertido espectáculo que el mismo protagoniza, Moore intentará que se den cuenta de que Hillary Clinton es mucha mejor opción.
Detalles de la película
- Titulo Original: Michael Moore in TrumpLand
- Año: 2016
- Duración: 73
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Opinión de la crítica
5.7
70 valoraciones en total
Al final, y aun con el runrún que es de pensar corrió por el condado esas semanas..
Donald J. Trump 13,466 votos (73.84%)
Hillary Clinton 3,943 votos (21.62%)
Pues eso. Full entertainment.
Fuente: http://results.ohioboe.com/clintonoh/results.htm
Moore es un director que no deja indiferente a nadie. Puede gustar mas o menos. Pero los documentales que hace lo hace con sentido y te deja un margen para pensar. Ahora se va a una ciudad de Estados Unidos para convencerles de que no voten a Trump. Lástima que no lo consiguiera. De todas formas. En 1 y 20 minutos mas o menos. Recurre al chiste y a su naturalidad simpatía para llegar a la gente que se congrega allí en un teatro solo para verle. Anécdotas curiosas. Pero mantener al público como si fuera el club de la comedia funciona a medias quizás le ha faltado salir a la calle. Pero al fin al cabo resulta encantador
218/13(18/11/16) Tras las elecciones presidenciales USA ganadas contra pronóstico por el singular Donald Trump he decidido ver esta cinta, la filmación de un monólogo de una hora del combativo izquierdista estadounidense Michael Moore, realizado un mes antes de los comicios, un espectáculo que realizó en Wilmington (Ohio), pueblo de diez mil habitantes donde Donald Trump, en las primarias a la Casa Blanca, cuadruplicó el número de votos que obtuvo Hillary Clinton, por tanto a priori territorio hostil para el realizador de agresivos documentales contra el modo de actuar del poder de la Casablanca (Bowling for Columbine, Fahrenheit 11/9 o Que invadimos ahora?). El agitador social peca de lo peor que se le pueda acusar , de ser politicvamente correcto, pues a pesar de su título (Trumpland), apenas se habla del millonario, ahora presidente electo, es más bien un alegato a favor de Hillary Clinton, de alguien que nunca le ha votado a la familia, pero ante la disyuntiva de Trump o ella, tiene claro cuál es el mal menor. Las entradas al teatro donde tuvo lugar el evento era gratis, y paradójicamente, estando en Trumpland, se nota un público predispuesto a Moore, aunque hay algunos que denotan con su pose de estreñidos con brazos cruzados que poca gracia le hace el orondo y polifacético artista.
El soliloquio es una especie de conversión (forzada) que utiliza al público como terapia para exorcizar los males que él ha achacado a los Clinton, y es que Moore en las primarias fue votante del rival demócrata de Hillary, el socialista Bernie Sanders. A pesar de ello sabe montar una historia de superación alrededor de ella, esto desarrollado con salpicado de bromas y chascarrillos que hacen llevadero su por otro lado corto metraje, alternando humor y seriedad, intensidad con banalidad, ello en un desigual discurrir de chistes. Para ello nos habla de una mujer valiente, adalid del feminismo, como demuestra su discurso (que oímos) de graduación en la Universidad de Wellesley, como demuestra que a pesar de estar casada quiso mantener su apellido de soltera, como demuestra su opacada lucha por crear un sistema sanitario universal en USA (al estilo europeo), y por el que fue ridiculizada (la llegaron a tildar de comunista), todo por estar en un mundo regido por Hombres.
Moore alerta con de lo que sucede (y al final ocurrió) de que el voto a Trump no es en sí por lo que promete, sino más bien una pataleta del pueblo contra el stablishment, contra lo que simboliza Washington, pero este grito de ira puede resultar un boomerang, pues Trump es una apisonadora, un elefante en cacharrería que puede demoler no solo lómalo (complicado) sino lo bueno. Durante su diatriba hace reflexiones humorísticas pero en realidad incisivas sobre las diferencias de carácter entre los republicanos y los demócratas, de cómo los republicanos son decididos, seguros, implacables, y en contra los demócratas son dubitativos, demasiado reflexivos, meditabundos, y este puede ser solapado por la marcialidad conservadora de los seguidores de Trump.
Una de las partes del metraje interesante es como la cámara ausculta de vez en cuando al público, buscando una reacción emocional a las palabras de Moore, esto sirve para potenciar manipuladoramente la fuerza de lo que dice el monologuista, llegando a ser reacciones un tanto sospechosas de no ser figurante en connivencia con Moore, y es que en donde se supone un público antagonista de él, vemos a gente que se estremece, lagrimea, llora, e incluso se levanta enfervorecida a aplaudir, ello sin que nadie altere la placidez de la dirección que Moore desea imprimir, lo más es lo estereotípico de gente de mediana edad blancos con el gesto torcido y con los brazos cruzados.
Moore se despliega en un austero escenario, con el fondo con unas grandes fotos de juventud de Hillary Clinton, hay también un atril, en el centro, un mesa de despacho con sillón al lado derecho y un sofá más cerca del público, y arranca con lo que se supone gracioso, un guiño perverso a Trump, diciendo que a los latinos los ha subido a un balcón y les ha colocado un muro (de cartón), que según sus palabras tendrán que pagar, en otro balcón están los de aspecto musulmán, que serán controlados por un dron, comienzo con gag de muy mal gusto.
En un momento dado Moore hace una alabanza un tanto discutible, y es que dice que sueña que cuando Hillary sea presidenta (no lo ha sido) se radicalizaría y tomaría medidas en modo leyes que a Moore le agradarían, propugnando leyes que ella mismo no tiene en su programa. Esto me es un tanto extravagante pues muy hipócrita y demagogo pensar esto, emparejándose entonces con el potencial votante de Donald Trump, que espera milagros en cuanto jure la presidencia. Me sobra el toque narcisista en que sin aporta nada relata que en un cena los Clinton le invitaron y le dijeron lo mucho que le admiraban, se estira mucho en esto y desvía la atención hacia lo egocéntrico.
Terminando de ver Michael Moore in TrumpLand (2016) de Michael Moore con Michael Moore, Hillary Clinton, Donald Trump, y algunos residentes de Wilmington, Ohio, entre otros. Documental que explora la política de EEUU semanas antes de las elecciones para Presidente de ese país. El polémico oscarizado, monta un one-night show en un teatro, en el poblado más republicano de los EEUU, para mostrar por qué odian tanto a Hillary Clinton, por qué hay votantes indecisos, y cómo ejercer el derecho al voto, puede cambiar el panorama que vivirán las generaciones por venir, así como los logros obtenidos en EEUU en cuanto a salud y derechos civiles, hacen de Michael Moore in TrumpLand (2016) un alegato en favor del candidato menos malo, pero tampoco es un ataque directo a Donald Trump, aunque lo sea desde la comedia, humor que el realizador utiliza para poner en contexto lo dicho por el candidato republicano. Con pocos elementos, utilizando fotos y un montaje sobre cómo serían los EEUU de Trump, Moore idealiza también lo que se esperaría de Mrs. Clinton, pero sobre todo, el documental exhorta a los ciudadanos a votar, a hacerlo a conciencia, sin el hígado en la mano. RECOMENDADA.
PRONTO una nota en Lecturas Cinematográficas
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