Mi abuelo, mi papá y yo
Sinopsis de la película
Historia alrededor de tres diferentes tipos de amor: el amor adolescente, el amor matrimonial y el amor maduro, cada uno representado por tres hombres, tres generaciones de una misma familia: Oscar, Eduardo y Ruben. El joven Óscar se enamora de su nueva vecina, Elizabeth. Eduardo, el padre de Óscar, ama a Myriam, pero se divorcian cuando él se da cuenta que ella ya no lo ama, y Ruben, el padre de Eduardo, está enamorado de una socia en su antiguo trabajo, Esperanza. Estos tres hombres descubren que el amor es a veces un obstáculo, y estas tres mujeres descubren que los hombres perfectos sólo viven en la imaginación de las mujeres…
Detalles de la película
- Titulo Original: Mi abuelo, mi papá y yo
- Año: 2005
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
5.1
69 valoraciones en total
Por películas como estas es que el cine colombiano no prospera, películas que le gastan un buen presupuesto, con actores conocido en el país, pero con un guión pendejo.
Es bien sabido que el cine de Dago García hace es cine comercial, con el típico esquema televisivo de comedia, aunque hay de rescatar algunas que aunque no son joyas, por lo menos son mas pasables que esta.
Una película más que en un par de años solo la recordaran unos pocos, y no como una buena película, sino como una mas del montón, que en vez de ayudar al cine colombiano, lo único que hace es estancarlo.
Divertidísima comedia Colombiana con algún toque dramático que hace de esta película una deliciosa mezcla entre la risa y el llanto. Los actores están todos espléndidos, empezando por un genial Miguel Varoni en un papel muy divertido y siguiendo por unos grandes Jaime Barbini, Maria Helena Doering, Patricia Ercole y las interesantes jóvenes promesas Juan Fernando Sanchez y Adelina Guerrero. Lo mejor, como ya he dicho antes, es la mezcla de comedia y drama llevada a cabo por Dago García de forma maestra, dándonos momentos tremendamente divertidos y otros que logran emocionarnos y sacarnos alguna lágrima. Tiene varias escenas memorables y algunos diálogos para recordar, y todo ello para una comedia Colombiana que da un aire refrescante al cine de este país y que nos deja un gran sabor de boca.
En medio de Rosario Tijeras, Sumas y Restas, El Rey y otras películas más con el mismo tema, esta película se destaca, primero, por su tema, segundo, por los personajes – especialmente el papá, es un personaje excelente -, tercero, por el guión, y, por último, por la puesta en escena. Todas las situaciones y los personajes confluyen para darnos una divertida y a la vez dramática historia de una excelente calidad y que es entretenimiento puro.
Mi puntuación es un 5 alto, rozando el seis. Tanto esta película como la propuesta posterior de Dago García y Juan Carlos Vásquez Las Cartas del Gordo me han sorprendido gratamente, aunque el Gordo fue más divertida.
Son comedias en cierto grado intimistas, y también tienen su toque de realismo y dramatismo. Me gustaron en general todos los actores aunque tengo dos peros : El abuelo tenía un aspecto físico un poco artificial, y el papá aunque es un personaje vital y con tesón también es excesivamente fantasioso, como diría el abuelo de su hijo Eduardo no tiene amigos, no ve que nadie se lo aguanta o Vd. se pega del primer moco que encuentra a la pared .
Todos los personajes, masculinos y femeninos, nos hablan de situaciones que se dan en la vida real y de sus anhelos en tres generaciones diferentes, con frases como las del abuelo, basadas en la experiencia: cuando ame no le vaya a dar tiempo a la espera o yo no voy a ser alcahuete de su pendejada , o frases del nieto basadas en el ahelo: ¿Será que podemos vivir sin mujeres?
Y el tema de hacer fila fue un buen punto para esta película.
Lo único que echo en falta es una mayor agilidad en la trama.
Más en spoiler.
Simpática comedia colombiana centrada en la vida de una familia de clase media, con una casa como muchos la quisiéramos, y donde, Eduardo, el jefe del hogar -un hombre emprendedor, y apasionado de tal manera por la música, que hasta tirará por la borda cosas que otros valorarían mucho más-, lucha por sacar avante a su hijo Óscar, quien ha decidido no seguir el camino que sus padres han trazado para él. También tiene a su lado a su papá Rubén, y así, abuelo, hijo y nieto, se las verán cada uno por su lado para triunfar o perder en el amor.
Miguel Varoni es Eduardo, un hombre atinado en muchas cosas (aunque en otras no tanto), que ama a Wagner y a los grandes de la música clásica, que sabe el gran valor de un órgano de tubos… pero que, cuando lo aborda el despecho, es capaz de entregarse a la voz nasal y monotonal de Alci Acosta. Y aunque su esposa Myriam no explica jamás porqué ya no lo ama, es bien posible que haya, en eso, algo de esto.
Jaime Barbini es el abuelo Rubén, un personaje simpático y asido a los atractivos de su pasado, quien se acicala con empeño el 5 de cada mes, para ir en busca de la cofradía que se encuentra en la larga fila donde le entregan la pensión. Con sus amigos añorará a Esperanza Arias, la mujer a la que todos deseaban y con la que nadie logró nada… pero es muy factible que haya tiempo para entender porqué no pasó lo que tanto querían que pasara.
Y Juan Fernando Sánchez es Óscar, el muchacho puesto al día, empeñado en realizar sus propios sueños y enamorado de una coqueta joven (puesta en lo que ella quiere) dispuesta a conservarlo contra las oposiciones (y persecuciones) de su fiero padre.
Son estas actuaciones las que fortalecen un filme que es capaz de tener perfectos momentos (el primer encuentro de la cofradía con su viejo anhelo, abuelo, padre e hijo viendo, desde la cama, el partido de fútbol…), que, de tanto en tanto, resulta con una frase que pone los puntos sobre las íes: -¿Es usted un fracasado? – ¡No, señor, soy un incomprendido!, El riesgo es la base de los grandes amores… y que también es capaz de motivar algunas risas con las ocurrencias de Eduardo para ayudar a su familia.
En detrimento de esta entretenida comedia, encuentro alguna actuación que no deja muchas esperanzas, una o dos situaciones un tanto planas, y una serie de elementos que rememoran el cine y la tv mexicanos (el uniforme colegial a lo telenovela Rebelde, el clan llamado A.T.M. como el filme de Pedro Infante, o el nombre Lilia, quizás como homenaje a Lilia Prado…) que pueden ser simples guiños complacientes, pero que alguien puede ver como imitaciones o elementos innecesarios.
Empero, recomiendo verla, pues guarda una que otra lección para jóvenes y adultos y, además, se pasa un rato realmente entretenido.