Memorias de una geisha
Sinopsis de la película
Japón, 1929. Chiyo, una niña de nueve años, es vendida por sus padres para trabajar en la casa de Geishas de Nitta Okiya. Su hermana mayor Satsu no es aceptada y es enviada a un prostíbulo. En la casa Chiyo conoce a Pumpkin, otra niña que va a ser instruida para ser geisha, así como a las famosas geishas Hatsumomo (Gong Li) y su rival Mameha (Michelle Yeoh). Los comienzos de Chiyo (Zhang Ziyi) son duros, pero un encuentro con el que será el amor de su vida, el Presidente (Ken Watanabe), hará que desde ese momento sólo desee convertirse en una famosa geisha para estar más cerca de él. Adaptación del famoso best-seller de Arthur Golden.
Detalles de la película
- Titulo Original: Memoirs of a Geisha
- Año: 2005
- Duración: 145
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Opinión de la crítica
6.9
70 valoraciones en total
Basada en un best seller de un autor de habla inglesa, ambientado en el tan cautivante como sórdido entorno de una de las profesiones más características del Japón tradicional, el argumento narra, a partir de una historia individual, el riguroso proceso de aprendizaje que implica convertirse en una famosa geisha. Los pasos que llevan a esta transformación, nos introducen en el patio trasero de una femenina profesión de cuerpos y corazones torturados. Una geisha puede seducir a un hombre con la sensualidad de su mirada o sus seductores movimientos, pero alcanzar ese nivel le implica largos años de esfuerzo y disciplina al límite del extenuamiento. El sufrimiento físico siempre está por debajo del maquillaje.
Hilvanada por la fantasmagórica voz en off en tiempo presente, de la protagonista -a la que nunca vemos envejecer-, la acción se inicia en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, cuando una niña de sólo 9 años, proveniente de una aldea de pescadores, es vendida por su padre para formarse en una casa de geishas. El desprendimiento traumático de sus raíces y de su familia, con la que no volverá a establecer contacto, no es sino el primero de los obstáculos a superar en un camino plagado de traiciones y rivales que le aguardan hasta convertirse en la deslumbrante geisha Sayuri, interpretada por Zhang Ziyi, la heroína de El Tigre y el dragón y la aguerrida bailarina de La casa de las dagas voladoras .
Luego de transformarse en una criatura refinada, hermosa y dotada de un gran talento, Sayuri logrará el interés de los hombres más poderosos, aunque paradójicamente no podrá acercarse a quien desea, porque no controlar los propios sentimientos equivale para una geisha a la autodestrucción. Sólo somos medio esposas, las esposas de la oscuridad… , define al respecto la voz de la protagonista.
El director Rob Marshall, de gran notoriedad gracias al musical Chicago (2002), reafirma aquí su habilidad en tanto derroche de preciosismo formal pero se echa de menos una mayor introspección en los personajes.
(sigue en spoiler)
Me ha gustado, para que lo vamos a negar. He leído varias veces en las críticas fotografía pretenciosa . ¿Me puede explicar alguién qué cojxxxes significa éso? Uno de los talones en los que se apoya este film es, precisamente, en su bellísima fotografía amarillenta, triste, desgarradora… y si se me permite… oriental. Otro es la magnífica música del mejor compositor hollywoodiense, John Williams. Y el tercero, porque Historia de una gueisha tiene muchas patas, son sus actrices. Sus bellísimas actrices.
No he leído la novela, aunque lo haré, así que ignoro el nivel que pueda tener esta adaptación. Historia de una geisha posee momentos bellísimos. No importa de dónde sean las actrices, la historia narrada es fiel a la realidad nipona. Pocas veces he visto mujeres tan bellas interpretando tan endemoniadamente bien sus papeles. Sus ojitos… me recuerdan a alguién… que me gusta mucho. Quizá por ello me encanta este film que a mi modo de ver retrata bastante bien esa parte de la cultura japonesa, qué por desgracia la Segunda Guerra Mundial dejó en el olvido, como ocurriera con los samuráis del siglo anterior.
No somos prostitutas ni esposas. Geisha significa artista.
Memorias de una Geisha da exáctamente lo que cabe esperar de ella: un recital de imágenes y música de una belleza y exquisitez mayúscula, y un drama romántico de resonancias folletinescas tan clásico y antiguo como el propio origen del cine. Aceptando el hecho de que estamos ante una fábula, un cuento (una Cenicienta japonesa, de hecho), y no un documental, podemos disfrutar de un fílm cuya narrativa cinematográfica es aplastante, cuyo pulso no decae a lo largo de las más de dos horas de película. Mérito de esto cabe atribuírselo al director, principalmente, y al compositor de la banda sonora, el dios John Williams, quien nos regala otra Obra de Arte hecha música, y que complementa a las imágenes con una fuerza similar a cuando trabaja para su colega Spielberg (no casualmente productor de esta cinta).
Pero todo ello acabaría por ser un mero y hermoso videoclip de dos horas si no fuera porque hay un guión que -pese a ser un compendio de lugares comunes y de arquetipos de probada eficacia entre el gran público- atrapa al espectador, y sobre todo un elenco de actrices que convierten este fílm en una master class de interpretación. Todas ellas (aunque tambien ellos) estan impresionantes y con su sóla presencia convierten este fílm en un festín para los sentidos. Poco importa que sean en realidad unas mujeres chinas, haciendo de japonesas, y hablando en inglés, lo que importa es que ellas y sólo ellas consiguen crear unos personajes humanos con entidad propia, y hacen creíble lo increíble, gracias al desbordante carisma que desprenden. La película es una sinfonía de imágenes, de música y de interpretaciones, y como tal, me parece impecable. una verdadera Obra de Arte.
Por último, decir que hay críticas de personas que parecen amargadas. Parece que algunos van al cine a sacar defectos y no a disfrutar del resultado de un trabajo de meses e incluso años. Parece que cuando no se cumplen ciertas expectativas, ya no importa que haya aspectos de las peliculas que merezcan un aplauso. no, mejor destrozarlas y humillarlas, para castigarlas por no haber estado a la altura, o quizás simplemente es que uno debe informarse y saber qué es lo que se va a ver.
Yo no me he leido el libro, por lo que mi puntuación no está condicionada por la comparación entre el el libro y su adaptación. Esta película me ha parecido excelente por varios motivos:
– La ambientación, el decorado, el paisaje, el vestuario, la puesta en escena… belleza en cada secuencia de la película. Es un disfrute para la vista la belleza de las tomas. A destacar la escena final, la escena del baile de Sayuri y la escena de Sayuri y el Presidente debajo del árbol.
– Las interpretaciones, tanto de los protagonistas como de la mala (Gong Li).
– La trama, adaptación previa del libro, desarrollada con equilibrio sin llegar a decaer en ningún momento a pesar de ser una película que cuenta prácticamente un vida entera y teniendo en cuenta la duración de la película.
– Esa magnífica voz en off, cálida, sabia, cercana. Cualquier frase de la voz en off es buenísima.
– La magnífica banda sonora de Williams, que habla cuando no lo hacen los personajes.
– El tema que aborda, casi un tabú, rodeado de misterio y la forma en que éste se expone.
Por mi parte, una película de muchísima calidad muy recomendable.
No soy licenciado en cultura japonesa, parece que hay muchos por aquí…, no he vivido en Japón durante la segunda guerra mundial y sobrevivido a ella, que alguno lo da a entender…, y tampoco he leído la novela, según esto soy un tanto ignorante para valorar esta película… pero lo haré.
Diré algo, me es indiferente que una actriz sea china o japonesa, malaya o koreana, y que hable en ruso o andaluz, si me convence, con su actuación, de que es una geisha japonesa de principios del siglo XX. No comprendo a la gente que critica la imagen mostrada de la geisha en la película, pero luego defiende a capa y espada que lo único que se salva de esta producción es la actuación de las actrices, a ver, en qué quedamos? no actuan como geishas pero lo hacen bien? o, lo hacen mal? no se supone que deben ser japonesas para hacerlo bien?… en fin…las contradicciones que hay que leer…
Respecto de los defensores de la novela que se sienten decepcionados (a mí me ha pasado muchas veces) diré, que si algo caracteriza a los libros es la posibilidad que brinda a la imaginación e interpretación de cada uno partiendo de la misma base narrativa, y hay millones de visualizaciones de lo que se está leyendo, Rob Marshall sólo puede realizar una, y ésta es visualmente espectacular, ayudada por una banda sonora mejor y una escenografía más que aceptable.
Es ésta una pelicula, no un libro o clase de historia japonesa, es una historia en sí misma, una historia de amor y celos, de supervivencia y superación personal, de amistad y traición, de odio y comprensión… que si bien por lo lento del metraje es de fácil asimilación emocional y no llega a causar una explosión sentimental en el espectador, sí transmite mensajes de agrado, tristeza, reflexión…, aunque, como pega, sufre de algunos momentos cansinos que dejan a una película de sobresaliente en un meritorio notable.
…y a mí sí me ha quedado claro el significado de geisha… una obra de arte en movimiento .