Media luna
Sinopsis de la película
A Mamo, un músico mayor y de renombre, le han dado permiso para llevar a cabo un concierto en el Kurdistán iraquí. Su fiel amigo Kako conducirá un autobús escolar que irá recogiendo a los diez hijos músicos de Mamo, repartidos por todo el Kurdistán iraní. El viejo músico kurdo ha esperado 35 años para poder actuar de nuevo en el Kurdistán iraquí, y desoye la premonición de su hijo de que algo terrible le espera antes de la siguiente luna llena. Por otro lado, ha de convencer a Hesho, una cantante que vive en un refugio de montaña con otras 1.334 cantantes exiliadas, de que se una a ellos. Como las mujeres en Irán no pueden cantar en público ante los hombres, Hesho deberá ir oculta en el autobús. El viaje de Mamo y su grupo no está exento de dificultades, pero la constancia de Mamo conseguirá llevar a todos ellos al terreno de la aventura, la emoción y la magia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Niwemang (Half Moon)
- Año: 2006
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
6.8
31 valoraciones en total
…pero qué más da si por ello estás dispuesto a encontrar la muerte
Mamo tiene un sueño y por él está dispuesto a morir: dar ese concierto en Arbil, ciudad del Kurdistán iraquí. No sabemos apenas nada sobre él, excepto que tiene hijos repartidos por todas partes. La pelea de gallos se interrumpe para dar comienzo al largo viaje de Malmo y sus hijos que van siendo reclutados en un autobús remendado con chófer incluido. La dureza del país, por sus paisajes y sus gentes tras el ahorcamiento de Sadam, no es excusa porque la vida no es sobrevivir sino un constante juego a muerte.
Personajes entrañables y enigmáticos construidos con personalidades pintorescas en una ATMÓSFERA llena de ilusión. Imágenes encantadoras que encandilan por la belleza poética que hay tras ellas.
Una película que hay que ver.
Quizá las expectativas iniciales eran demasiado altas. Después de haber disfrutado de dos joyas anteriores del director, le tenía muchas ganas a esta película. Y tras ver esta película contemplo con desazón cómo ha optado por el camino fácil para arrasar en los festivales.
La receta es más o menos sencilla:
– La película tiene que ser una co-producción, la pluralidad aunque sea fachada, vende.
– No puede ser una película yanki ni de países europeos conocidos, faltaría más. Cuanto menos conocido sea el país mejor. Eso sí, el título se dobla al inglés por motivos de marketing.
– El país ha de estar bajo algún tipo de régimen opresivo. Por ejemplo aquel en que las mujeres no tengan derechos.
– Hay que ser maniqueo y obvio. Aunque ya sepamos quiénes son los oprimidos hay que recalcarlo. A poder ser intentando provocar la lágrima en el espectador.
– Filmar parajes espectaculares sirve para ganarse al jurado y arrancar unos Ooooh, que bonito .
– Haremos del drama comedia: Tener 10 hijos en un país en la miseria será digno de alabanzas y risas. La relación hombre-mujer la pasaremos por encima, tampoco nos vaya a salir el tiro por la culata.
– La población conocerá a pintores clásicos, estará al tanto de enfermedades animales como la gripe aviar, y por supuesto tendrá móvil, cámara digital y portátil con Internet. Aunque la mayoría de la población sea analfabeta y pobre. ¿Credibilidad? No sean ingenuos. Se vende como una fábula y la crítica besará el suelo que pisen.
– Los actores han de ser no profesionales. Y si lo son carecerán de naturalidad. Si interpretan a un grupo de músicos, parecerán campesinos. Esto vende mucho como un fresco de la sociedad en la que viven .
Frivolidades aparte, Ghobadi fue capaz de denunciar la realidad Kurda de forma mucho más mágica y demoledora con Un tiempo para los caballos borrachos y Las tortugas también vuelan . Esperemos que remonte el vuelo con la siguiente película, pues a pesar de este intento fallido, es uno de los directores actuales con más talento.
Con Las tortugas también vuelan Ghodabi había dejado un listón dificilmente superable. Las expectativas ante esta película, entonces, son enormemente elevadas.
Personalmente me ha gustado bastante porque contiene diversos elementos en común, otorgándole bastante personalidad a lo que relata.
Hay que reconocer los méritos de trabajar con actores naturales , las limitaciones del espacio en donde se mueve (las yermas aldeas, las montañas nevadas, etc.). En aquella las Tortugas… , estos elementos salieron bordados con hilo de oro y esta vez hay que descubrirse ante otra demostración de buen cine.
Los elementos mágicos de la película, las implicaciones políticas del pueblo sin pueblo, la comicidad en lo trágico y la originalidad del texto, son elementos de gran riqueza. Es cierto que no es una obra maestra (quizá por algunas aristas, arriba mencionadas) pero es fresca y sencilla.
Ágil narración de como Mamo, un padre de una extensa legión de hijos, se recorre kilómetros y kilómetros por el kurdistán iraní recogiendo vástagos para llegar a una zona kurda de Iraq, donde ha obtenido permiso para realizar un concierto. Casi 40 años llevaba esperando el momento, y nada le hace cejar en el empeño de llegar al pueblo de destino.
Obstáculos como la corrupta policía iraní, la impresionante discriminación que sufren en el país las mujeres, lo que provoca que la cantante de Mamo tenga que viajar escondida y casi como polizón en el disparatado autobús de un emotivo conductor, la tensión lógica de una zona en la que la paz no se asienta hace años, la represión propia de esa zona… Pero nada detiene a Mamo, encarnado por un soberbio actor desconocido de avanzada edad, que le da una fuerza increíble a la historia, y la hace real y totalmente creíble.
A destacar muchísimo la bellísima fotografía de la película, además de varias escenas de una belleza indescriptible, como la llegada de Mamo y sus hijos al pueblo donde habitan las 1334 mujeres, para recoger a Hesho. Esta escena me puso los pelos de punta, sólo ella valió la mitad de la nota que le he puesto al film.
Recomiendo a quien quiera ver la película que lo haga en VSO, ya que gana muchísimo el poder escuchar el persa (creo), suave y firme, que aporta una fuerza a la cinta que no creo que tenga la versión doblada.
No se puede decir que se trate de una obra maestra, pero la originalidad del argumento, la narración -a veces sincopada- repleta de frescura, la mezcla de géneros -cine político, comedia costumbrista, documental, drama social-, los grandiosos y erizantes espacios que retrata, la naturalidad de unos actores que no han pisado por el actors studio, conmueven, entretienen y hacen pensar.
Y el paisaje, otro protagonista, enamora en toda su crudeza de tierra erosionada, maltratada por el frío y siglos de historia depauperante. Las ciudades, los pueblos que a veces apenas se adivinan confundidos con la montaña, son a pesar de su pobreza ecomionantemente atractivos. Fascina pensar en cómo habrá sido un rodaje en condiciones carentes de todo lujo.
En el trasfondo, las terribles circunstancias de vida del pueblo kurdo, la diversidad del concepto cultura, el trabajo infantil, la condena de nacer mujer, la invasión norteamericana de Irak, la corrupción. Todo esto aliñado con una mirada que desde el humor y la ironía llega hasta el realismo mágico.
La llegada del autocar a la ciudad (qué lugar) de las mujeres repudiadas por cantar es una secuencia que pone la piel de gallina.