Me bebo tu sangre

5 comentarios en «Me bebo tu sangre»

1. No puedo defender una película así, es imposible. Con la serie B muchas veces se es demasiado indulgente, como si por el hecho de contar con poco presupuesto estuviéramos obligados a pasar por alto todo, como tratar a un niño sin dureza cuando hace algo malo, sin esa seriedad tajante que usaríamos al tratar a un adulto en la misma situación. Yo ante Me bebo tu sangre me tengo que plantar y decir que no. Es una película que no hay por dónde agarrar, que no tiene rumbo, con un guión que parece improvisado y basado en sumar estupideces. Ni siquiera el nivel de sangre es para asombrarse, ni la mala leche de los malos ni la originalidad de las estupideces que hacen. Seguramente si la hubiera visto con cuatro colegas hasta arriba de cerveza me lo hubiera pasado mejor, pero no creo que variara mi nota porque no hay nada que hacer ante una realización pésima. Es un largometraje ridículo y no hace gracia.
   
   Ah, y eso de que sea un producto derivado de Woodstock será sólo por el año, porque la música luce su inexistencia y los momentos de máxima tensión vienen acompañados de sonidos irritantes que suben de tono y que sólo indican la pobreza de recursos de una película, ya acabo, torpe y prescindible.

2. Ve esto con alguien, echate una risas hasta la mitad del film, pero no se te ocurra comer nada fuerte antes de verla…..
   
   la pelicula mas desagradable que he visto!! hipiies satanicos, vale, pero la rabia, ya ye sobrase…

3. Estamos ante una serie z que, aunque en su día pudo provocar asco y/o controversia, el paso de los años no le ha sentado nada bien. Y es que hoy día encontramos bizarradas mucho más escandalosas, gores y de mal gusto que la que nos atañe. También es cierto que la cinta tiene su mérito porque el argumento principal no está nada mal para el año en que se rodó, además de una estética setentera hippera que animan a visionarla. En defintiva, un producto entretenido para amantes de las casposidades y rarezas de esos años tan autenticamente reivindicativos.

4. ¿Hippies piojosos que además adoran a la cabra, destrozan un pueblo y como guinda del pastel se toman unas tartaletas infestadas del virus de la rabia? HAY que verla.
   
   Dejando a un lado el tema de Charles Manson y su séquito de aburridos de la vida que no tienen otra cosa mejor que hacer que liarla parda (imagino que es en lo que está basada la historia), esta película tiene un detalle que la hace diferente a las demás: el argumento. A pesar de lo que pueda parecer para una película de este calibre, el argumento es lo que mantiene la película hasta el final.
   
   Si te gusta lo cutre, la serie b, z… Si viste Braindead y te gustó, aquí hay otra joya aún por descubrir.

5. Una especie de minisecta de jipis satánicos viola y apalea a una chica en un pueblín, y el hermano de la muchacha les cuela unos pasteles de carne infectados con sangre de perro rabioso. Y claro, la cosa se sale de madre. Con esa historia y cuatro duros se filmó esta peliculilla concebida para las sesiones golfas de los cines de barrio que ha quedado para la posteridad como uno de los clásicos del gore primitivo aquel de finales de los 60 y principios de los 70. El argumento es medianamente original para lo habitual en el cine de terror y similares, la película es entretenida y ofrece lo que cabe esperar de un filme de este tipo: desnudos injustificados, efectos especiales de peseta, alguna escena medio sangrienta, efectos de sonido psicodélicos cargantes, realización tosca…lo suficiente para divertir durante un rato a los aficionados a las rarezas setenteras de serie B.
   
   Ni más ni menos.