Matrimonio compulsivo
Sinopsis de la película
Eddie (Ben Stiller), soltero e indeciso, empieza a salir con la aparentemente fabulosa y sexy Lila (Malin Akerman). Siguiendo los consejos de su padre y de su mejor amigo, Eddie le pide que se case con él al cabo de una semana, temeroso de que se escape lo que cree ser su última oportunidad para el amor, el matrimonio y la felicidad. No tarda en descubrir su error cuando Lila revela su auténtica y horrible personalidad durante la luna de miel en México. Para colmo de males, Eddie conoce a Miranda (Michelle Monaghan), y se da cuenta de que es su media naranja. No le queda más remedio que alejar a su insoportable esposa mientras intenta conquistar a la chica de sus sueños…
Detalles de la película
- Titulo Original: The Heartbreak Kid
- Año: 2007
- Duración: 115
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Opinión de la crítica
5.1
23 valoraciones en total
Matrimonio compulsivo es, durante tres cuartos de hora, un claro ejemplo de por qué Ben Stiller es el mejor actor de comedia de hoy en día y de por qué merece la pena ver todas y cada una de las películas de los hermanos Farrelly. A lo mejor la idea central de las hilarantes consecuencias de un matrimonio precipitado no es tremendamente novedosa pero tampoco está muy manoseada y los gags que se desarrollan a su alrededor están muy bien planteados e interpretados por lo que van desde la simple sonrisa hasta la carcajada floja sin pasar apenas por la vergüenza ajena.
Como suele ocurrir, a partir del minuto cuarenta y cinco hora la película deja de ser una comedia a secas para sufrir una evolución (¿degeneración?) a comedia romántica y, finalmente, a peli romántica sin más. Si de por sí eso suele provocar un ciento chasco, el hecho de que sin motivo alguno hayan hecho que la película dure dos horas en lugar de la hora y media que mandan los cánones, es como para sentirse enormemente decepcionado por lo que pudo ser y no fue.
Con todo, es la mejor comedia (o por lo menos con la que más me he reído) en mucho tiempo. Los Farrelly tienen la extraña habilidad de convertir temas tabú (obesos, siameses, retrasados mentales…) en situaciones cómicas no sólo sin provocar controversias sino haciendo que lleguemos (yo por lo menos) a descojonarnos sin remordimientos. Hay mucho más morbo y mucho peor gusto en ciertos programas de televisión o en películas de superación personal con presuntas buenas intenciones que en los sketches de sus pelis.
En cuanto a Ben Stiller ¿qué se puede decir? Tiene más gracia arqueando una ceja que Ernesto Alterio, Guillermo Toledo y Adam Sandler en toda su vida (por poner sólo tres ejemplos). No llega a la altura de Algo pasa con Mary , pero se pasa un gran rato.
No sigo como fan la filmografía de los Farrelly, si bien es cierto que la he visto casi en su totalidad, y acabé viendo Matrimonio compulsivo de rebote, domingo tarde en la tele.
Todo empieza normalito, como en cualquier mediocre comedia actual, pero en el momento en el que se celebra la boda y se destapa el turbio pasado-presente de la protagonista, la película gana enteros. Con momentos imborrables (cada escena de cama y desenfreno ninfomaníaco) e interpretaciones desternillantes, en especial del irregular Stiller, se convierte en una de las películas más mordaces y graciosas que he visto en mucho tiempo. Vale, con humor chusco y calidad cuestionable… Pero descacharrante al fin y al cabo.
Pues eso, para echarse unas risas y nada más.
Lo mejor: El descubrimiento por etapas de la cagada recién cometida post enlace.
Lo peor: Conforme avanza pierde fuelle. Lo normal.
Para entender la cagada que supone esta película primero hay que saber que está dirigida ni más ni menos por los hermanos Farrelly, una de las peores parejas de directores de la historia del cine cuya obra maestra es ni más ni menos que la mediocre Algo pasa con Mary, con eso se dice todo. Entre sus grandes joyas están la inolvidable Dos tontos muy tontos, la inteligentísima Yo, yo mismo e Irene y esa joya de la cutrez llamada Amor Ciego. Tela marinera pues los Farrelly.
Pese a dirigirla estos ineptos la película empieza muy bien, da la sensación que vas a ver una buena comedia, Ben Stiller está gracioso y Malin Akerman, además de estar buenísima, tiene su gracia también. Al principio más que reírte te encuentras ante una situación que te tiemblan las piernas de pensar que te pueda pasar a ti, te casas con una chavala guapísima que no conoces los suficientemente a fondo, y a partir de ahí todo son terribles sorpresas. Buen principio.
¿Y después que pasa?, pues que los Farrelly son un puto desastre, ya que tienen una historia que tiene un buen principio y posiblemente hasta un acertado final, pero no saben hilar la historia. Y no lo hacen ya que son unos HORTERAS Y UNOS MACARRAS, así con mayúsculas, no entiendo como se puede joder una película por ser tan cutres y estúpidos, es difícil de entender.
Si estos incompetentes se hubieran ahorrado tres o cuatro escenas que no vienen a cuento y hubieran acortado el metraje, posiblemente estaríamos hablando de la mejor comedia de la temporada, pero no, estos tipos tienen que meter la pata, hay una escena que es lamentable, la de la medusa, y el tema de hacer de emigrante clandestino a Ben sobra y esta fuera totalmente de cualquier lógica dentro del contexto del film, aparte de no tener ni puta gracia. El personaje del primo de la otra chica es simplemente patético, y el camarero que va de gracioso para vomitar.
Pues eso, buena idea general, pésimo desarrollo, como era de esperar, un auténtico desperdicio, los Farrelly siguen siendo los Farrelly desgraciadamente.
El cuatro va por Ben y Jerry Stiller, más que dignos dentro de tanto desatino, y algunos momentos de Malin Akerman sobre todo al principio, muy divertida.
CHAT: Hoy para mi admirado Chago y su crítica de Metropolis.Amigo mio esto es lo grande del cine las opiniones encontradas. Me ha gustado mucho tu crítica, no seré yo quién no te lo diga. Un abrazo
Contra todo pronóstico, Matrimonio compulsivo no es la típica comedia chorras y estúpida que se pudiera pensar a priori, sino que es mucho más madura e inteligente, además de divertidísima en numerosos momentos.
Aunque claro está, que nadie se lleve a engaño, porque los Farrelly no pueden renunciar a algunos, sólo algunos, detalles escatológicos, claro. Pero esto se acepta porque ya se sabe como son, y además en este contexto de comedia este humor resulta a menudo descacharrante.
Además, esta película confirma (una vez más) a Ben Stiller como uno de los mejores (si no el mejor) cómicos del momento. Bastante recomendable y sin duda, lo mejor de los incorrectos e iconoclastas hermanos Farrelly.
The heartbreak kid es la mejor peli de los Farrelly (que cierran su trilogía de comedias perfectas tras Kingpin y Algo pasa con Mary) en mucho tiempo.
Los directores se despojan de su lado blando, esa faceta tontuna que arruinó casi todas sus propuestas recientes (salvo puede que Pegado a ti), para darnos ración y media de mal gusto y humor perruno. Para hacernos reír y pasarlo mal a partes iguales y para olvidarse de todo atisbo de normalidad y corrección, yupi!
Eddie Cantrow es un desgraciado solterón que se pasa el tiempo con su padre de setenta y siete años (Jerry Stiller dando rienda suelta a su lado salvaje) y con su colega gañan de siempre, uno de esos secundarios (y en esta peli hay un puñado de ellos) que solo los Farrelly son capaces de crear para la pantalla.
Tras una relación de cinco años que acabó en nada, se enamora de una chica perfecta a primera vista, con la que se casa a las pocas semanas y emprende rumbo a México de luna de miel. Una luna de miel que se convertirá en una pesadilla destroyer llena de mal gusto y tan real que duele, como debe ser.
Matrimonio compulsivo ha sido vapuleada por buena parte de la crítica y del público norteamericano por no ser divertida: no olviden que allí tampoco se ríen con las pelis de Woody Allen ni flipan con las de John Carpenter, así que tras leer las críticas y reseñas de la peli ya sabía (y no me equivoqué) que probablemente me encontraría con una peli
1- bastante cerda
2- bastante amoral
3- bastante larga
Especie de remake mejorado de Amor ciego, The heartbreak kid es la prueba de que todavía nos quedan los Farrelly y que junto a la factoría Apatow forma la superpoblación de superhéroes de la carcajada más acojonante de la Historia del Cine.
Y a pesar de ser ciento quince minutos pasa como un suspiro en parte gracias a esas estupendas bandas sonoras de los hermanos, que hasta te cuelan a la Julieta Venegas
PD: Vean los créditos