Matando en la sombra
Sinopsis de la película
Archer Coe es hallado muerto en su inaccesible dormitorio. Todo parece indicar que se trata de un suicidio, pero el inspector Philo, que piensa que ha sido un asesinato, considera que el principal sospechoso es el hermano de Archer.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Kennel Murder Case
- Año: 1933
- Duración: 73
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Opinión de la crítica
Película
5.8
55 valoraciones en total
Tras haber asistido a una reñida competencia canina, al coleccionista de jarrones Archer Coe, lo han encontrado muerto en su propio estudio. Los primeros indicios permiten concluir, al sargento Heath, encargado de las pesquisas, que se trata de un típico caso de suicidio… aunque varias personas confesarán, luego, que les hubiera gustado matar a Coe. En la investigación de los hechos entrará, entonces, el detective privado Philo Vance, siempre dispuesto a ayudar a la justicia, y tras escuchar el informe del refunfuñón médico que establece las causas de fallecimiento de aquel personaje, inicia una ardua investigación que se convierte en un laberinto con varias vías de acceso y muy, pero muy interesante.
>, se haría, en 1940, con el título, Calling Philo Vance. La dirigió William Clemens, pero copiando sin reparo alguno, lo realizado por Michael Curtiz.
William Powell, tiene a su cargo -por quinta y última vez- la representación de este brillante sabueso salido de la pluma del estadounidense, S. S. Van Dine (1888-1939), el cual ha tenido más de una docena de apariciones cinematográficas pero, con pocos casos tan complejos y bien estructurados como éste que, con gran soltura y recursividad, ha dirigido Michael Curtiz, quien, además, ha añadido un agradabilísimo tinte de humor.
Un buen reparto se añade a la efectiva presencia de Powell, y gente como, Eugene Pallette, quien representa al escéptico detective Heath, Mary Astor, en el rol de Hilda Lake, o Etienne Girardot, el glotón y singular Dr. Doremus, dan la medida en este interesante misterio que se desarrolla en Long Island y que consolida a Curtiz como un efectivo director de cine de intriga, haciendo uso de un estilo sobrio, imaginativo y con la fuerza de un verdadero autor.
La película te atrapa de principio a fin, con una historia llena de sorpresas en la que, Philo Vance, se luce con su sofisticado estilo, mientras va atando los cabos que le ayudarán a resolver este caso relacionado con el Club Kennel, donde tienen lugar las competencias caninas. De paso, los perros tendrán también un importante papel en el desenvolvimiento de esta trama.
Un remake de, <
Ya va siendo hora de que, un nuevo director, se anime a resucitar a este brillante detective. Philo Vance, es entretenimiento seguro.
Acostumbrado a ver a William Powell como Nick Charles, ese extravagante y un poco histriónico detective, resulta un poco aséptico en el papel de Philo Vance, hasta su perro no tiene nada que ver con el entrañable Asta del hombre delgado. A este personaje sin personalidad se le une una policía demasiado inepta e ingenua terminando con un desenlace muy artificioso. En cambio el argumento, la historia detectivesca en si misma, me parece ingeniosa e intrigante, con un buen número de posibles culpables, desenlazandose magistralmente en la investigación y posibilitando al espectador utilizar su deducción sin caer en el truco de fabulosas pistas que solo se las sabe el protagonista y que aparecen enigmáticamente solo al final. En resumen, una buena película que disfrutaran los amantes del cine de misterio.
Entre los 167 títulos que rodó este director estadounidense de origen Húngaro, no todo son Casablancas . Precisamente Curtiz se caracterizó por ser un todo terreno.
Aquí versiona la sexta novela de la saga del detective Philo Vance, El caso Kennel , cuya traducción por estos lares les debió parecer más impactante para la taquilla.
Las aventuras de este detective dandy, estirado y amante del arte, alter ego de su autor S.S. Van Dine, seudónimo de W.H. Wright, autor y critico de arte estadounidense, tuvieron mucho éxito popular en la década de los 30, hoy prácticamente olvidadas.
William Powell da perfectamente el tipo de Philo y Curtiz se la despacha en poco más de una hora, como se suele decir, rapidito y matizando, con sobreabundancia de elipses que le confieren un ritmo vertiginoso a una trama interesante llena de sospechosos, cuyo look es tan parecido que se hace dificil distinguir a los actores.
En definitiva un producto de consumo rápido, comercial, más cercano a un episodio televisivo y fácilmente olvidable.
Philo Vance fue un detective muy popular entre los años 1920-1940. Surgido de la mente de S.S.Dine, Vance era un investigador por afición que siempre acompañaba al fiscal de distrito. Tuvo diversas encarnaciones en el cine, siendo William Powell el más conocido y habitual. El hecho de tener un perrito lleva a recordarnos otro detective que Powell encarnó, El hombre delgado , aunque a diferencia de aquel, aquí no le vemos con la copa de alcohol a todas horas.
Hombre rico, en este filme deja un viaje a Europa en barco, por una corazonada acerca del suicidio de un conocido. La trama es endiabladamente compleja, llena de recovecos, pistas falsas, varios sospechosos, lo cual constituye un gozo para cualquier aficionado a este tipo de filmes. Powell ejerce una magnífica interpretación acompañando a los espectadores a descubrir con él las intrigas y a la persona culpable. Aquí no hay reuniones de sospechosos, sino que se determina al culpable a partir de deducciones lógicas.
– ¿Qué piensa de la teoría del suicidio, sargento?
– Bueno, es un poco complicado ya que el hombre se disparó, se golpeó y se apuñaló a sí mismo ¡y además en la espalda! .
Film de intriga policíaca, que tiene como mejor bagaje su estupendo guión. Esta vez el estar escrito a seis manos no ha sido obstáculo para sacar lo mejor de la novela de S.S. Van Dine.
Y como quiera que tras las cámaras está un Michael Curtiz que no llevaba demasiado tiempo en Hollywood y por ello estaba fresco, se consigue una cinta muy entretenida, de argumento imaginativo y desarrollo dinámico, ágil.
Se sigue con verdadero interés y los intérpretes están estupendos, con unos William Powell y Eugene Pallette maravillosos.
Excelentes diálogos y un metraje muy ajustado que consigue resulte muy amena.
Merece la pena ver este viejo filme, muy representativo de la magia del Hollywood dorado.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/