Más que amor, frenesí
Sinopsis de la película
Max vive de las mujeres pero nadie sabe si las mata después de hacer el amor con ellas. Mónica oculta en su bolso sus bragas, una pistola y una cinta de video donde hace el amor con Max. Ésta es la historia de un crimen sexual, de jóvenes que juegan con fuego, que manipulan la verdad en función de sus intereses. Es una historia en la que se confunde el amor con el deseo y con el miedo a la sociedad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Más que amor, frenesí
- Año: 1996
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
4.5
94 valoraciones en total
Más que amor, frenesí, película transmitida hace algunos años por Canal 22, propio por difundir programas de tipo cultural, así como películas de tendencia alternativa en nuestro país, que ofrecen diferentes perspectivas de lo que se vive a diario en diversas partes del mundo.
En mi acercamiento con el cine español, esta cinta conformó de las primeras que tuve la oportunidad de ver, que sin ahondar demasiado en los personajes nos muestra el prejuicio por vivir el sexo libre y la confusión frecuente entre éste y el amor. Ese prejuicio infundado basta para que nos limitemos a la felicidad, mientras que la confusión puede crear falsas expectativas y desembocarnos en depresiones constantes o crónicas, ante el desengaño muchas veces experimentado.
La soledad de seis personajes dirigirá Más que amor, frenesí, mostrándonos por un lado a Max, gigoló de profesión que trata de tomar un nuevo camino después de un hecho lamentable que le toca vivir y del que se piensa esta desafanado. Él se verá ligado a un grupo de jóvenes que comparten el departamento, la conversación, las cosas, la fiesta, la vida, es así como una de ellos se reencontrará con él, Yeye, para tratar de solucionar malentendidos, mientras María y Mónica sus amigas, actuarán de acuerdo a su pensar o impulso.
Cinta en género de thriller que cuenta con un policía obseso que llegará hasta las últimas consecuencias con tal de cumplir su objetivo.
Hay películas que jamás encontraron un espacio en la salas de proyección de este país, supongo que ésta fue una de esas, a la espera de que alguien la sintonizará en un canal de televisión a una hora apropiada para el sexo. Una opera prima bastante lograda, a pesar del valor que ahora promedia.
Me parece de madre que esta película haya servido de trampolín para sus tres jóvenes directores. Pero han de saber que, y es un modesto consejo, no bastan unas enormes ganas de rodar para hacer una película. Hace falta una historia que contar (aquí solo parece haberla durante el rato que Más que amor, frenesí quiere ser una película: su primera media hora), un guión mínimo que sostenga con coherencia y sensatez lo anterior, unos personajes creíbles (y los hay espantosos como los de Cayetana Guillén Cuervo o el del policía psicótico), una puesta en escena que se deba a una lógica y a una estructura y no algo amorfo, arbitrario y licencioso… Digo yo. O al menos, ese suele ser el cine que a mí me gusta y convence.
Claro que hay frenesí, y mucho sexo, psicodelia, drag queens , el inevitable homosexual maltratado sentimentalmente y divertido (un loablemente esforzado y sobreactuado Gustavo Salmerón), y muchos rostros jóvenes del cine español (Juan Diego Botto, Liberto Rabal…), y claro que hay cosas buenas: la escasa pero sensual y poderosa aportación de Bibiana Fernández o la estupenda interpretación de Ingrid Rubio que en medio de tal desorden y desmadre, encaja milagrosamente como el único personaje consistente del film (por ser el más trabajado, dramático y menos excéntrico, ¿por qué será?). Ah, y clara influencia de Almódovar, of course. Aunque esto último para mal.
Una cosa es un thriller, y otra muy distinta es un cuento impresionista que busca la aprobación fácil a base de escenas sobrenaturales que pretenden hacernos colar como vanguardista y artístico, a otro lobo con ese cuento.
Alfonso Albacete y David Menkes, de lo peor del cine español.
Si no fuese porque Nowhere, la genial película de Gregg Araki, es posterior a ésta, diría que Albacete, Bardem y Menkes se habían inspirado en ella. Y es que ambas narran las desventuras amorosas y sexuales de un grupo de jóvenes alocados y desinhibidos.
Además, tanto en una como en otra el reparto resulta de lo más llamativo (en la de Araki destacaban los nombres de James Duval, Ryan Phillippe, Heather Graham, Christina Applegate, Mena Suvari o Shannen Doherty y en ésta los de Cayetana Guillén Cuervo, Ingrid Rubio, Nancho Novo, Juan Diego Botto, Bibí Andersen o Liberto Rabal).
Las similitudes van más allá, pero prefiero simplemente decir que la que nos ocupa me ha acabado gustando a pesar de que en su día me horrorizó como pocas. Será que ya no me tomo tan en serio este tipo de subproductos frívolos, delirantes e imposibles. Por algo me considero fan de Araki.
La acción flojea en un principio, falta de dinámica y de un hilo conductor no fácil de seguir. Sin embargo, la justificación sólo consiste en poner de manifiesto la actuación instintiva de los protagonistas, basada exclusivamente en impulsos pasionales impredecibles que dan rienda suelta a sus apetencias, sin ninguna racionalización ni actitud reflexiva, en un entorno underground , con fuertes escenas explícitas. La película no tiene nada que ver con Almodovar ni con Quentín Tarantino. Más bien, en algún momento recuerda a Bertolucci, salvando, naturalmente, las distancias. Cayetana Guillén Cuervo está espectacular en su difícil papel. El film no pasa desapercibido y es de los que se recuerdan, guste o no.