Martin Scorsese presenta the Blues – Camino a Memphis (The Road to Memphis)
Sinopsis de la película
El realizador Richard Pearce ( Atrapados sin salida , A Family Thing ) detalla la odisea musical de la leyenda del blues B.B. King en una película que rinde homenaje a la ciudad donde surgió un nuevo estilo de blues. El homenaje de Pearce a Memphis incluye nuevas actuaciones de B.B. King, Bobby Rush, Rosco Gordot e Ike Turner, así como material de archivo de Howlin y Rufus Thomas.
Producida por Martin Scorsese, The Blues es una serie de personales películas dirigidas por algunos de los directores más importantes de los últimos tiempos, que capturan la esencia de la música blues, mostrando su influencia y su historia, desde sus raíces africanas a su papel inspirador de la música actual, desde el rhythm & blues o el country al rock & roll y el hip-hop.
Detalles de la película
- Titulo Original: Martin Scorsese Presents the Blues - The Road to Memphis
- Año: 2003
- Duración: 119
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargar una copia de esta película en formato HD y 4K. A continuación te detallamos un listado de opciones de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
7.6
59 valoraciones en total
Segunda entrega (para mí, que es la segunda que veo) de esta magnífica serie de documentales sobre el blues, apadrinada por Scorsese. Me gusta la música, me gusta el blues y me gusta el cine, con lo que creo que el combinado tiene que salir perfecto.
Y así es: he disfrutado un montón, he aprendido un montón y me he entretenido un montón. La película rebosa autenticidad, respecto y emoción, es estupenda.
Como admirable es la historia del bluesman, que como tantos otros, sigue girando en su autobús, por clubes de mala muerte un día sí y otro también, esperando una fama que no llega y que, probablemente no llegará.
Recomendable para cualquiera con buen gusto, pero sobre todo para quien disfrute con esta música del alma
Cuarto documental de la muy recomendable serie The Blues , coordinada por el gran Martin Scorsese, en el que varios directores de renombre dan su visión personal sobre la herencia de la música del diablo. Y sorprendentemente, dada la discreta carrera de Pearce, mucho mejor que otros que tienen más nombre (véase mi crítica a The Soul of a Man de Wenders).
Y es que partiendo de casi la misma idea que el alemán (ilustrar a través de la vida de tres bluesman los avatares que la mejor música del siglo XX ha tenido que atravesar hasta su actual estatus… digamos consagrado), Pearce la desarrolla con más sencillez pero mucho mayor acierto. Porque podemos afirmar que El Camino a Memphis es puro cine.
Y es que el planteamiento es el de una película y el director es fiel a él hasta el final. Decide contar la misma historia desde tres puntos de vista diferentes, el del bluesman que ha triunfado (B.B. King), el que sigue trabajando duro en circuitos secundarios y clubes de mala muerte (Bobby Rush) y el que fracasó, se retiró y hoy es injustamente ignorado (Rosco Gordon). Y en ningún momento Pearce trata de hacer trampas. Respeta la perspectiva de cada uno de sus protagonistas. Ha decidido que sean ellos quienes nos cuenten la historia, y no hace artificios con ello, como cuando los malos directores de hoy día dejan que el malo de la peli nos cuente el argumento en lugar de mantenernos en la perspectiva del heroe que no se entera de la vaina hasta el final, que es como deben hacerse las cosas.
En fin, con la excusa de una reunión de viejos talentos en Memphis, los tres protagonistas (insisto: cada uno desde su punto de vista) rememoran la historia del blues del Delta. Uno, lo ve desde la lejanía del éxito actual, con respeto pero sin deseo de volver al pasado. Otro, desde la nostalgia de haber perdido casi todo su mundo, sustituido por cafés turísticos. Un tercero desde el empeño continuo por un triunfo que no llega, pero al que no renuncia. Sus recuerdos nos valen para reconstruir la historia, que es también la historia de la comunidad afroamericana en el siglo XX. Y que cada uno saque sus propias conclusiones.
En conclusión, viendo Camino a Memphis he llegado a pensar que Pearce se ha equivocado de carrera, y que quizá hayamos perdido a un excelente documentalista.