Mariposas verdes
Sinopsis de la película
En un colegio de clase alta, Mateo, estudiante sobresaliente de último año, choca permanentemente con Lucas, quien aprovecha ser sobrino de la rectora para ejercer poder sobre sus compañeros y especialmente sobre Ángela, una chica obesa. A su vez, Bárbara, la rectora, al sentir que Mateo desafía su autoritarismo desmedido, busca excusas para castigarlo. Lorena seduce a Mateo, quién no es indiferente a sus coqueteos, pero a pocos meses de graduarse, Mateo descubre que prefiere la compañía de Daniel, con quien desarrolla una relación sentimental y emocional que tratan de mantener en secreto.
Detalles de la película
- Titulo Original: Mariposas verdes
- Año: 2017
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
4.8
49 valoraciones en total
Película basada en hechos reales centrada en el acoso escolar, las estrictas normas de un colegio-instituto colombiano, y en el romance homosexual entre dos personajes protagonistas, Mateo y Daniel, que ambos mantienen en secreto.
Desde el primer minuto veremos que Mariposas verdes carece de ciertos aspectos técnicos, pero también en el modo en el que se va relatando audiovisualmente la historia. El director parece haber dedicado poco tiempo al guion de la película y a la ejecución de cómo realizarla. Debido a ello, nos encontraremos permanentemente con recursos fáciles, propio del cine de principiantes, como innumerables (e innecesarias) analepsis ( flashback ) y ciertos planos mejorables. Aun así, los diálogos que se mantienen entre los personajes son aceptables.
En lo que respecta a lo técnico, la película requiere de un mejor etalonaje, que logre darle un aspecto más profesional a la película. Por otra parte, en sí, está bien montada, pero es cierto que abusa de que cada escena deba tener su propia música o efectos sonoros de fondo. Y en algunos casos, no está bien ecualizada la música con la voz de los personajes, haciendo que no se les escuche correctamente.
En cuanto a los personajes principales, el único que nos logra transmitir un buen carisma es el propio protagonista, Mateo (Deivi Duarte). El resto del elenco juvenil se muestra carente de involucración en el personaje, haciendo irreales algunas situaciones.
En resumen, la idea y el argumento de la película es bueno, pero deja mucho que desear la parte de guion (el modo en el que se relata la historia), realización y post-producción final.
El período de la adolescencia es donde el desarrollo de la personalidad se acentúa más, aprendiendo a elegir la ideología que creemos, no la que unos pocos quieren que pensemos, la música que escuchamos, no la que ponen en las emisoras, las películas que vemos, no las impuestas por las majors o a quién deseamos amar. Mariposas verdes trata el amor libre contra las imposiciones institucionales, la lucha por los derechos individuales gracias a los cuales podemos abrir nuestras alas, siendo libres, forjando nuestra propia personalidad. Mateo (Deivi Duarte) es un aplicado estudiante en un instituto de alta reputación, consolidado por las estrictas normas impuestas por la rectora Bárbara (Cecilia Suárez). En él, Mateo muestra su inconformidad con el vapuleo constante a los derechos humanos que promulgan las reglas de dicha institución, reforzándose aún más cuando él, junto su amigo de la infancia Daniel (Kevin Bury), se confiesan sus sentimientos. En su lucha, unos compañeros acosadores, una situación complicada en el hogar, una tiránica rectora y la incomprensión general serán unos persistentes obstáculos para dar alas al amor.
El colombiano Gustavo Nieto Roa nos trae, con su última película, un debate que aún no está zanjado como debiera en su país natal, y que provoca el sufrimiento de muchos jóvenes por ese flagrante barrido de los derechos implantado en las grandes organizaciones que sostienen el país. La denuncia es conformada desde un entorno escolar, una representación de la sociedad, pero con unos habitantes más vulnerables ante los abusos, que padecen las descontroladas epidemias extendidas por el mundo como el acoso, la homofobia, la transfobia o el machismo, y cómo este puede tener catastróficas consecuencias en un individuo que aún está formando su personalidad, absorbiendo o siendo víctima de unas tendencias corrosivas para una sociedad civilizada. El director, al igual que Mateo, no se calla, levantándose de la silla para replicar a contracorriente la injusticia adolecida por los tantos de abajo, distribuida por los pocos de arriba e ignorada por los del medio.
Entre el drama y el romance de ambos protagonistas se acuna la intensidad de una realidad, de unos hechos que han pasado, pasan y seguirán pasando si no son corregidos por anticipado. Nieto Roa sabe cómo exponer sus inquietudes desde una puesta en escena donde rápidamente aglutina gran parte de los requisitos para llevar a una persona al suicidio, haciendo verosímil el desarrollo del trasfondo psicológico de su protagonista a raíz de un flashforward que tiene la suficiente fuerza para que queramos conocer la razón, a pesar de estructurarse de forma tópica en lo que refiere a un drama escolar. Las líneas paralelas, como la de Lucas (Andrés Cardona), elemento indispensable para detonar la acción y servir de hilo conductor, Ángela (Victoria Ortiz) o Gabriel (Angie Ruíz) como afianzamientos dramáticos del mensaje principal o las familias inestables que poseen los protagonistas, Mateo con unos padres ausentes y Daniel con un padre maltratador y una madre sumisa, van a crear una atmósfera de crispación exuberante que arrastran como grilletes sus protagonistas, haciendo de esto el aspecto más interesante de la película.
Por otra parte, el manejo de tantos personajes simultáneamente, que funcionan estrictamente como estimulantes del argumento, es en muchas ocasiones irreverente para un progreso lineal de este, utilizados como recursos para tratar de mantener nuestro interés en una trama que pierde fuelle gradualmente y que necesita de factores ajenos para nutrirse, no correspondiendo nunca ni a la evolución de sus secundarios ni a la retroalimentación de la línea principal y, por ende, usando y tirando conceptos muy interesantes como las vejaciones a Ángela por parte de Lucas y sus esbirros y las consecuencias para ambos. Nieto Roa abusa de las analepsis para darnos una información innecesaria de Daniel y Mateo que se extraían fácilmente desde el contexto sin necesidad de engordar tanto el metraje, introducidas siempre con un lenguaje cinematográfico soez y un etalonaje y montaje muy inexperto, echándonos de una patada del espacio fílmico y divagando en un trasfondo hueco.
Las sensaciones de impotencia, incomprensión y vacío son perfectamente representadas por unos contritos Deivi Duarte y Kevin Bury, aunque a veces forzadas por un guion inclinado a crear numerosas escenas contrariadas por la impetuosa necesidad de Nieto Roa de hacer un relato tan dramático que tiende a perderse en la superficialidad en algunos tramos. La música de Jairo Bonilla es más simple que el mecanismo de un chupete (y que se riñe con la edición de sonido), utilizando riffs de heavy metal en el auge de la tensión en plano y composiciones melancólicas cuando se eleva el drama.
Es una buena película que recomiendo su visualización, sobretodo, en entornos escolares para concienciar acerca de las consecuencias que pueden provocarse por una sociedad intolerante donde los derechos se ausentan para ceder el puesto al desafuero inmoral e impertinente que, a día de hoy, sigue provocando suicidios en muchos jóvenes gracias a la omisión de socorro mantenida por un ambiente apático y pasivo ante la violación del artículo más importante de la Constitución universal: ‘todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.’ (6.5).
Hermosa película sobre la homofobia y la homosexualidad, si bien la trama central gira al rededor de estos dos problemas sociales la verdad es que la trama aborda un poco de todo como: El acoso escolar, la adolescencia, el machismo, la violencia familiar, el divorcio, la violación, el suicidio y los derechos humanos. Las actuaciones son buenas, los protagonistas están excelentes y mi compatriota Cecilia Suárez dando catedra de actuación…claro todos ellos apoyados por grandes actores como: María Helena Döering, Juan Pablo Gamboa y Julio Bracho, en conclusión es un filme que pareciera simple y sencillo pero que nos enseña que nadie en esta vida tiene derecho de cortar la libertad de nuestras alas.
La película, trata un tema que esta muy visto en infinidad de series, cortos, películas, etc.
Entonces hay que destacar, para que la historia que muchos desafortunadamente vivimos o hemos sabido en noticias, libros, vivencias propias o de alguien que conocemos, pueda llegar a mas personas, y de esta manera acabar con ese mal tan grande que es el bullying y la intolerancia a las identidades sexuales.
La historia cae en clichés muy vistos, y lamentablemente, aunque cuente con excelentes actrices de renombre en la farándula Colombiana y Mexicana y un muy buen actor encarnando al padre de uno de los protagonistas, las actuaciones juveniles, dejan mucho de desear y son mas bien absurdas y llegas a caer en la risa, en vez de sentir, y ponerte en las situaciones que están viviendo.
La dirección es pasable, aunque el manejo de primeros planos y sonido es nefasto. Música en ocasiones muy alta que no deja escuchar las voces de los actores, pero bueno esto son cosas técnicas, lo importante es que la historia no nos cuenta nada nuevo y sus actuaciones tampoco ayudan mucho, aunque cuente con la participación especial de las mejores actrices latinoamericanas.
Es una pena, por qué el director podía haber encaminado las historias por otro lado, o darle más intensidad a la historia de amor de los dos personajes y del acoso de bullying que sufren varios de los alumnos.
Lo positivo, es gratificante ver producciones de mi país de origen, ver a esas actrices, con las que he crecido en la pantalla chica y que si es verdad lo de los créditos finales, al menos algo se pudo promover en pro y defensa de los derechos estudiantiles, manuales de convivencia y derechos humanos en Colombia.
PD: Se olvidara facilmente
Es una buena historia basada en un hecho real.
Pero qué pena que no llegue a ser la gran película que podía haber sido.
Algunos de los intérpretes más importantes de la obra no son creíbles.
La vocalización es nefasta.
La parte técnica es insuficiente.
La banda sonora algo mediocre sobre todo en calidad de sonido.
Mal ecualizada, durante los diálogos hay música con demasiado volumen.
Aun así, el personaje principal tiene poder para que aguantemos estas carencias y hacia el final nos emocionemos.