María Candelaria (Xochimilco)
Sinopsis de la película
En 1909, María Candelaria y Lorenzo Rafael, pareja nativa de Xochimilco, desean casarse a pesar de que las circunstancias les son totalmente adversas. La gente del pueblo es hostil a María Candelaria por ser hija de una prostituta, y la pareja debe enfrentar la avaricia del tendero don Damián, quien en secreto desea a la joven. Un día María Candelaria enferma de paludismo…
Detalles de la película
- Titulo Original: María Candelaria (Xochimilco)
- Año: 1944
- Duración: 102
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargar una copia de esta película en formato 4K y HD. Seguidamente te mostramos un listado de fuentes de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
Película
7.3
97 valoraciones en total
Ya lo dice el refrán ‘De tal palo tal astilla’. Pero esta tragedia de amor arrancada de un rincón indígena de Mexico (Xochimilco) en el año de 1909 viene a confirmar el triunfo de las malas lenguas: los viejos tiempos de ‘las amistades peligrosas’ nunca mueren y sobre las mentes simples siguen estando a la orden del día.
No sé el porqué se figuran los periodistas del corazón que tienen el derecho de escarbar en las vidas ajenas pero es normal teniendo en cuenta que todo el mundo cobra: desde el pobre que está a pie de calle día y noche esperando el momento sagrado (la/el famoso de turno sale/entra de su casa) como del que pone la mano por vender sus intimidades o miserias. Obviamente el filme de Emilio Fernández no retrata nada de eso pero sí lo que lo origina: al populacho siempre le ha dado morbo eso de conocer las miserias del vecino.
Una cuidada puesta en escena y la intención de dejar en off ese cuadro. Desde luego los vástagos alargan las sombras de sus tiempos pasados como si fueran taras, herencias malditas. No sabe qué hizo la madre de Maria Calendaria (también implícito en el subtexto). Sería algo malísimo e imperdonable como llevar la depilación brasileña a tierras peludas e indígenas. Maria Calendaria nos sirve para ver la diferencia entre ‘posado’ y ‘robado’ y que las piedras en mentes débiles son tan peligrosas como lenguas afiladas y palabras persuasoras y difamatorias que encienden como antorchas el odio de todo un pueblo. El bulo es siempre el bulo. Los tiempos nunca cambian: y ya no hay ningún Jesucristo que recuerden aquello que quien tire la primera piedra quien esté libre de pecado.
Pintar y retratar la belleza tiene malas consecuencias.
En sesión triple con Jeannie y Laura ¿Casualidad que las tres sean nombres de la mujer pintada?
Otra película de Emilio Fernández protagonizada por Dolores del Río y Pedro Armendáriz, trayendo una historia también del México pre revolucionario, un melodramón maniqueo hasta la médula, de un amor trágico entre 2 indígenas que sufren todas las injusticias y prejuicios posibles.
La historia en si es bastante lenta, lo mejor es su fotografía, y las interpretaciones de sus protagonistas, sobre todo de Dolores del Río que a sus casi 40 años, representaba muy bien a la indígena inocente.
Maria Candelaria supuso el descubrimiento de muchos cinéfilos por una filmografía que no se limitaba, no sólo ya al continente Europeo o al cine clásico de Hollywood, sino también a otros países, en este caso México. Debemos situar esta fascinación que sintieron muchos amantes del cine como un movimiento que eclosionaría finalmente con la llegada del cine moderno, y que trató de entender que el cine no se limitaba en las fronteras tradicionales. Al entusiasmo por Maria Candelaria podemos situar también casos como La Puerta del Infierno (presentada en Cannes donde ganaría la Palma de Oro, así como en Los Oscars el mejor premio a película extranjera), y que supuso el despertar del mundo Occidental por la pasión cinéfila de una filmografía tan sólida como la del país del sol naciente. Lo que resulta paradójico es que a pesar del descubrimiento del Emilio El indio Fernández con Maria Candelaria, el director quedaría posteriormente relegado a un ámbito local, y con escasas excepciones, su cine no volvería a triunfar más allá de los mares.
En todo caso, Maria Candelaria es ciertamente una película exótica, lo que explica muy bien porque resultó de mucho interés para los europeos que se acercaban a verla. En el cine de Emilio Fernández encontramos una constante temática en la defensa de los indígenas, que acostumbran a ser los protagonistas de diversas de sus películas. A él mismo le apodaban con el sobrenombre de El Indio. Maria Candelaria es de hecho una gran muestra de la situación de marginación social a la que se veían envueltos los indios a inicios del siglo XX (la película está ambientada en los primeros años del siglo), en una bella película que combina la poética con una vertiente muy crítica con el país.
Maria Candelaria es nuestra protagonista máxima, y está interpretada por la actriz Dolores del Río. Se comenta que la película misma estaba realizada por Fernández como un homenaje exclusivo a la actriz (como compensación por los malos tratos que recibió la actriz después del rodaje de Flore Silvestre un año antes) , y resulta creíble porque el papel de Dolores del Río es el más importante y con diferencia del film, aunque la interpretación de la actriz está ciertamente a la altura. En todo caso el argumento de la película nos muestra la vida de una pareja indígena, Maria Candelaria y su novio, que subsisten como pueden en la región de Xochimilco. Maria Candelaria sufre la exclusión social y no puede convivir con los ciudadanos de la población más cercana. Finalmente la película registrará el odio hacía el indígena con una terrible persecución que pondrá fin a la vida de nuestro protagonista. La virginidad y pureza de Maria Candelaria queda destrozada y hecha añicos por una sociedad que es incapaz de comprender al excluido, al diferente.
El argumento, además de ensalzar el valor de pureza de los pueblos indígenas, también tiene mucho de alegato feminista. Maria Candelaria es un ser puro que es corrompido por los demás y ella aparece representada como un ser que no desea mal a nadie, en contraposición al resto del poblado.
La película empieza en realidad con un personaje de alto estrato social, un pintor de éxito al que le interroga una periodista sobre un cuadro suyo, muy popular. Este pintor, abrirá la historia del cuadro con un largo flashback (el pintor volverá a aparecer en la historia) sobre el que se nos contará la historia del cuadro, que resultará finalmente la perdición de Maria Candelaria. Ya la diferenciación entre clases sociales queda bien patente desde los primeros minutos. El cine de Fernández sigue precisamente las convenciones de este cine, llamado indigenista, que al contrario de la imagen que ofrecía el cine de Hollywood, pretendía dignificar a estos mediante una visión mucho más pura y primitiva (los indios aparecen como los primitivos de Rosseau, a los que la civilización aún no ha sido capaz de corromper) y que se remonta a películas como la India Bonita de Antonio Helú, rodada en 1938.
Emilio Garcia Riera, historiador de cine Mexicano dice esto acerca de la visión del director acerca de este aspecto: Al idealizar a los indios, el director no los ve como parte de la población mexicana, sino como una especie de secta marcada por un sino fatal que bien merece la sublimación compensatoria al modo de los nativos de Hollywood. De ahí la perfección y pureza de esa María Candelaria que parece amar por igual a la Virgen, a Lorenzo Rafael, a una marranita y a la tierra
Precisamente esta visión hizo que la película incluso fuera recibida con silbidos y abucheos por parte de muchos mexicanos el día de su estreno. También se le reprochó a la película su alto contenido folclórico, en secuencias como la bendición de los animales (que nos da una visión muy naturalista y poco idealizada de la sociedad Mexicana de principios de Siglo). La película se salvó de la injusta quema gracias al reconocimiento internacional, y gente como el crítico francés Georges Sadoul habló a favor de la película. Como las películas neorrealistas, sólo después del triunfo fuera del país pudo triunfar en el ámbito que la había visto nacer.
http://neokunst.wordpress.com/2014/03/17/maria-candelaria/
Una película clásica del México profundo. De lo mejor de Emilio – El Indio- Fernandez. Una fantástica actuacion de Dolores del Río y una historia que logra retratar con mucho realismo un sector de México. Fotografía y guión atinado, aunque algunas veces melodrmático. Película imprescindible del cine mexicano y una gran producción para la época. Mientras el mundo vivía el final de la segunda guerra mundial, la industria del cine mexicano florecía. Esta película es una buena representante de la época llamada Cine de Oro mexicano . Una película que dió la vuelta al mundo y recibió diversos premios.
Me acerqué a esta película por la curiosidad de verla entre las primeras galardonadas en el Festival de Cannes, allá por sus inicios. Definitivamente eran otros tiempos, porque, ni con mucho el festival encontraría hoy día motivos para galardonarla. Tiene María Candelaria un guión excesivamente melodramático, casi de telenovela, exagerado y deliberadamente partidista en una historia de gran emotividad a ratos, pero poco, muy poco creíble y desde luego los fallos de rácord que el filme, ya sea por falta de presupuesto o de cultura cinéfila que irradian de la cinta, no ayudan a convencer, vemos demasiadas heridas sin una gota de sangre, demasiadas casualidades perversas y poco realismo para hacer conectar el filme con el espectador, supongo que en el México de los años 40 esto se pasaría muy por alto, pero hoy día un crítico no puede echar la vista atrás ante tan notables fallos.
Tiene también María Candelaria unas interpretaciones penosas, en el intento de que los actores situados en un entorno rural en la película, hablen en un tono enraizado, inculto, lo que sale es una mezcla de lenguaje chabacanamente falso pero con un tono altivo en ocasiones y con palabras más conectadas a un poeta que a un campesino analfabeto criado en un entorno de chabolas como se nos quiere hacer ver. Los actores no logran defender ese lenguaje y sus actitudes nobles ante lo que pasa tampoco se corresponden con algo real, hasta simples gestos como un bostezo llegan a tener ese toque vago y falso que un actor de hoy en día sería incapaz de cometer. Los personajes están muy caricaturizados y estereotipados, no hay rasgo de alma verdadera en ellos y para culminar los despropósitos la música altisonante de trompetas y fanfarrias (más propia de una producción sobre romanos que sobre una historia de amor en el mundo rural) tiene toques de banda de Semana Santa poco apropiados para la estética general del filme. ¿Qué vieron en Cannes entonces para ensalzar esta película?, pues algo sí, en primer lugar la denuncia social sobre las diferencias de clases e incluso sobre el racismo por el trato que reciben los indígenas en la película. Las condiciones de trabajo y el poder casi dictatorial del malvado patrón (se me olvidaba señalar el maniqueísmo como otro notable fallo de guión) la convierten en una película casi obrera. Es también una película que denuncia el odio injustificado, la ignorancia de un pueblo a la hora de juzgar a sus convecinos y el poder de heredar una tragedia para ser mal visto y odiado por sus congéneres. Eso desde luego es de agradecer, al igual de un ritmo bastante solvente que hace que al meno la película ni sea aburrida ni se enfangue demasiado en determinadas escenas, a historia avanza al gusto del espectador y por último y tal vez lo más importante, por una hermosísima fotografía. Lagunas florecidas, nenúfares, ríos de agua corriendo, cabañas que salpican las plantaciones de flores, mercados repletos de vendedores vociferando, álamos coronados por un cielo despejado, una ambientación concreta y perfecta de una gran belleza general, que el director mezcla en ocasiones con imágenes poderosísimas y de gran expresividad (conversaciones a través de unos barrotes, algarabía de animales, una mujer tocando las campanas para llamar a la muerte…). Tiene fuerza sí, incluso algo de encanto, pero sus fallos son tan evidentes que es imposible pasarlos por alto.
http://palomitasconchoco.wordpress.com