Margarita se llama mi amor
Sinopsis de la película
Margarita se llama mi amor, Margarita Rodríguez Garcés, una chica, chica chica Boom, del calibre ciento treinta y tres… . Así empieza una conocida canción militar en la que se basa esta historia. Margarita es una bella y explosiva chica que estudia en la Facultad de Filosofía y Letras en algún lugar de Galicia. Para disgusto del resto de las chicas de la clase, todos los chicos desean salir con ella, hasta el punto de conocérsele como la novia de la Facultad . No obstante, quien realmente le roba el corazón a Margarita es otra persona…
Detalles de la película
- Titulo Original: Margarita se llama mi amor
- Año: 1961
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
4.1
41 valoraciones en total
Esos tiempos en los que en la mili universitaria cantábamos Margarita se llama mi amor… Y en mi curso había una Margarita que no estaba como Mercedes Alonso, pero era más lista y casi lo mismo de guapa, aunque menos pechugona.
Con esta base, no tengo más remedio que darle un 6 a esta película.
Que es irregular, algo tópica, con un guión que avanza a trompicones, con algunas derivaciones que pretenden ser cómicas y no lo son, sí, pero con momentos buenos, como ver a Pepe Isbert dando clases o a José Luis Ozores de alumno pez.
Y la fotografía es buena. Y ver la Ciudad Universitaria de entonces. Como casi siempre en películas antiguas hay que fijarse en los vestidos, los peinados… Cuando el estilo no era casual.
Como aquí ya se ha dicho, es inevitable la comparación entre aquella juventud y la parte dominante mediáticamente de la juventud hoy (no de la mayoría, está claro) tal como se presenta en películas de ahora mismo, con tanta cutrez y con algunas chonis que van vestidas como si fueran lo que no son, putitas.
Un recuerdo para Antonio Cifariello, un buen actor italiano que falleció en un accidente a los 38 años.
Ñoña, apolillada, cursi, anticuada… Perfecta.
Una comedia que hace reir y sonreir, con una de las actrices más guapas de la historia, la cántabra Mercedes Alonso, un Pepe Isbert gracioso como él solo y la cancioncilla que le da título sonando cada diez minutos para que no se te salga de la cabeza en todo el día.
Aaaay…
Lo mejor: Mercedes Alonso, inconmensurable.
Lo peor: Cómo pasan los años…
Si dejamos de lado la trama, escrita por Vicente Escrivá, podemos disfrutar de la parte documental que esta película ofrece sobre la vida en la Ciudad Universitaria de Madrid hacia 1960, especialmente sobre la actividad académica en la Facultad de Filosofía y Letras: la docencia, las aulas, las vestimentas, las actitudes, y el impacto que causan el pecho prominente y la cintura de avispa de la protagonista. El sabor rancio no impide paladear el fondo histórico. La Facultad había sido inaugurada parcialmente en 1933, pero resultó casi destruida por ser frente en la Guarra Civil y los libros de su biblioteca utilizados para tapar las ventanas. Las clases en ella se abrieron de nuevo en el curso 1943 ¿Queda alguna pista de su historia en la película?
Es interesante seguir los comportamientos de los estudiantes que quieren divertirse ingenuamente y la preocupación por la subversión siempre presente en las autoridades. No olvidemos que la depuración del profesorado de la Edad de Plata había sido radical y aunque se desee ocultar, la memoria sigue ahí si se busca.
Si el cine español de hoy no fuera tan cutre no le daría siete estrellas a Margarita se llama mi amor por tratarse de un film que resulta ridículo del todo cuando cambia inoportunamente de tono pasando de lo alegre a lo serio y revelando por ello la flojedad de la idea argumental que es lo que da pie a cambiar el tono de los primeros momentos de vez en cuando. Pero si se hace una comparación con las películas juveniles que se han hecho en España en los últimos tiempos que son bochornosas por como subrayan los aspectos morbosos en las relaciones personales Margarita se llama mi amor sale ganando porque por esa comparación resaltan más sus aspectos positivos como el romanticismo de algunas situaciones y el encanto que podemos encontrar en varios momentos. Películas como Café solo o con ellas o Mentiras y gordas casi han hecho buenas a las películas más cursis de los años 60 entre las que Margarita se llama mi amor se cuenta porque es preferible siempre una película decorosa aunque tenga defectos que una película cutre que desprecia todo lo que tenga que ver con el decoro. Esta pseudocomedia rosa ha sido emitida muchas veces por televisión y entre eso y lo popular que ya fue en el momento de su estreno se ha convertido en una película casi mítica. Es una película más o menos simpática cuyo guión hubiese quedado mejor si hubiese sido objeto de unas ligeras mejoras. Pero el film consigue agradar aunque sea partiendo siempre de una comparación muy elemental con sus polos opuestos en el cine nacional.
Me gusta ver estas películas que retratan una época anterior. En este caso, se añade que la película está ambientada en la Ciudad Universitaria de Madrid, donde yo estudié. Es bastante curioso comprobar que las aulas siguen siendo iguales, que los edificios son los mismos y que sin embargo están rodeados de un descampado sin árboles, que es lo que más extraña ver.
También es curioso ver los vehículos que aparecen y, en un momento determinado, la tuna, que eso es atemporal.
Ver a los estudiantes trajeados ellos y súper pintadas y con ropa ajustada ellas también me parece muy curioso, porque eso no lo he vivido tampoco. Es como si en el mismo espacio hubiesen puesto personas y situaciones completamente distintas y sabes que es el mismo sitio y al mismo tiempo todo te parece nuevo .
El argumento es muy inocente y también esa inocencia tiene su encanto.
No es que busque películas como esta, pero si las encuentro, las veo y se pasa un buen rato.