Mandarinas
Sinopsis de la película
En 1990, estalla la guerra en una provincia georgiana que busca la independencia. Ivo, un estonio, decide quedarse, a diferencia del resto de sus compatriotas, para ayudar a su amigo Margus con la cosecha de mandarinas. Al comenzar el conflicto, dos soldados resultan heridos delante de su casa, e Ivo se ve obligado a cuidar de ellos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Mandariinid (Tangerines)
- Año: 2013
- Duración: 83
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Opinión de la crítica
Película
7.5
31 valoraciones en total
Sorpresa mayúscula. A veces la sencillez es la forma más eficaz de mostrar lo aberrante y enajenado de las guerras y carnicerías de toda índole que nos asolan, incapaces de aprender o de modificar nuestro comportamiento tribal, salvaje y desolador que nos diezma y corroe desde la noche de los tiempos. Con pocos personajes y una trama mínima nos llega hasta el fondo de nuestro corazón, centrándose en las relaciones humanas, en los vínculos que se establecen entre las personas cuando éstas se conocen y tratan y se comprende – sin palabras y con hechos – que todos somos iguales y lo de menos son las etiquetas o epítetos o prejuicios en que la vida y las circunstancias aleatorias nos encasillan. Tan simple y tan difícil.
Además cuando se nos refleja una guerra absurda y obtusa de la que apenas sabemos nada, se ilustra de forma aún más diáfana y evidente, el conjunto de sinrazones y vesanias que embotan los pensamientos y afanes de la gente, meros peleles en la vorágine de intereses políticos que configuran el catálogo ficticio de agravios y odios irracionales que desemboca en el exterminio y la desolación. Obsesionarse con recalcar las diferencias entre las personas y los pueblos (ya de por sí, un concepto arbitrario y tóxico), nos aboca a querer imponer a los demás nuestros baremos y litigios, como si semejante imposición fuera sagrada o estuviera bendecida por alguna instancia con superioridad moral o histórica, invalidando la diversidad y la diferencia que nos caracteriza como seres humanos.
Quiero destacar la sabiduría cinematográfica de una concisa y casi lacónica escena que resume sus muchas discretas virtudes: un plano general, breve y sin subrayados en que la cámara se sitúa en el exterior de la desvencijada serrería del anciano protagonista, donde sin mediar palabras ni discursos presuntuosos, vemos el sangrante corolario de la guerra. Donde al principio contemplábamos el parsimonioso ensamblaje de las precarias cajas de madera que servían para recoger las simbólicas mandarinas (fruta de la tierra, del sol y de la vida), ahora asistimos a la funesta alegoría del fracaso de la convivencia, al descalabro de la humanidad. Una imagen vale más que mil palabras. ¡Qué desolación!
Aunque en algún momento sobrevuela el alegato tácito de que lo importante es la solidaridad entre tus semejantes, tu familia o tus amigos (es decir, tu tribu), sin embargo, en conjunto es una obra excelente, admirable en su contundente sencillez, donde la desnudez de las imágenes y la falta de retórica resultan encomiables. Un prodigio muy recomendable.
Película poética, de firmeza pausada, oda contra la guerra. Y un personaje principal inolvidable este Ivo cargado de humanidad, eje angular de una parábola sobre las virtudes humanas en tiempos de maleza. Una historia triste de tantas historias de guerra -como diría Carlos Sorín, una historia mínima -. El odio, la redención, la soledad, el perdón, la injusticia. Es un gajo amargo de una mandarina tierna, el dulce y el agrio mezclados en la boca.
Y además, anima a leer sobre una guerra tan olvidada como cruenta. Y sobre la historia de estas tierras.
Esta es claramente a mi gusto, una de las mejores películas extranjeras (que no pertenecen a la industria cinematográfica estadounidense) de los últimos 5 años por lo menos. A mi corta edad no puedo tener muchas ideas a la hora de hacer una critica de una película, ya que no es mi fuerte, pero la verdad debo decir que este film te deja un mensaje muy importante, que todos somos iguales ante la barbarie de una guerra absurda y sin sentido provocada por Estados que solo quieren defender sus intereses y lo único que logran es perjudicar a los pobladores y generar odio y racismo. Recomendaría que algunas escuelas les hagan ver a los estudiantes esta película, ya que ronda mucho el racismo en varios establecimientos escolares, y creo que este film logra dejarte un mensaje claro y contundente.
Con respecto al argumento de la película no voy a hacer comentarios ya que no soy un critico de cine, solo un pibe de 18 años que le encanta ver buenas películas, solo les diré que la vean y que opinen si les gusto o no 🙂
Mas de 250 peliculas vista y es la segunda crítica que voy a escribir.
Qué es el cine? Acaso vale que una sencilla cinta sea tan potente y te llegue al alma más que cualquier otra? No puedo hablar de técnica en el cine, de fotografía o esas cosas. Pero mandarinas me tocó el alma.
Qué es la guerra? Por qué la guerra? Menuda demostración de lo absurdo de los conflictos. Esta pelicula tira a la basura al ser humano. Cala hondo. Afloran los sentimientos, la barbarie, la solidaridad, la diversidad, lo bueno, lo malo, lo justo o lo injusto. Si, todo eso.
Cierro diciendo que es una de las mejores películas que vi este año. Y aunque no creo que sea la medida, entiendo que Mandarinas deberia haber recibido muchos premios más.
Aplaudo de pie.!!
Mandariinid es una película de guerra. Claramente antibelicista. Un ejemplo magistral de cómo plasmar en la gran pantalla la virulencia de una guerra con poquísimos pero muy potentes referentes de la contienda. Un film que lleva la lucha armada al terreno de la metáfora, al relato íntimo, a espacios más simbólicos y a contextos más amplios y atemporales. Sus diálogos son sabios y serenos. Su drama aflora poco a poco, sin caer en estrategias lacrimógenas. Habla por encima de todo de la condición humana. Y además, nunca olvida su realidad histórica, de forma que, aun pudiendo sentir en cada instante la tensión de una guerra vecina, las irrupciones de ésta (por ejemplo, en la escena de la improvisada barbacoa, truncada por el bombardeo de la casa de Margus) sacuden al espectador con la virulencia de un misil que estalla a pocos centímetros de nuestro rostro, como un recordatorio de la crudeza de los acontecimientos que tienen lugar más allá de los mandarineros que cobijan a los personajes.
Una película rica en matices que en su tramo final condensa una preciosa historia de autoexploración y reconciliación. Mandariinid no omite la guerra: la plasma en otros niveles. Y el registro por el que aboga el film está en el compromiso, pero también en un halo de melancolía lírica que eleva la película a la categoría de grandiosa tragedia clásica. O, siguiendo la poderosa imagen de la mandarina, podríamos decir que el film es un fruto en apariencia dulce, con regusto ácido en su interior y con piel áspera a la par que delicada. Vale la pena saborearla: estamos sin duda ante una de las películas del año.
@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities