Mammuth
Sinopsis de la película
Mammuth (Gérard Depardieu) trabaja en un matadero, es gordito y tímido, y acaba de cumplir sesenta años. Para celebrar su jubilación, sus compañeros organizan una fiesta de despedida. Desde los dieciséis años, Mammuth se ganó la vida en los más diversos trabajos sin faltar ni un solo día, ni siquiera por enfermedad. Pero, cuando le llega el momento de jubilarse, surge un problema de difícil solución: para poder cobrar la pensión tiene que acreditar documentalmente su caótica vida laboral y resulta que no puede hacerlo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Mammuth
- Año: 2010
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
4.9
76 valoraciones en total
Serge, alias Mammuth (Gérard Depardieu) ha estado toda su vida trabajando incansablemente, sin faltar un solo día y, en su calidad de recién jubilado, sus compañeros del matadero dónde trabajaba le organizan una pequeña fiesta de despedida. Una simple formalidad. A Mammuth le espera una nueva etapa en su vida, compartirá más horas con su mujer Catherine (Yolande Moreau) que gana un mísero sueldo de cajera de supermercado y una pensión que recibirá con solo una condición: conseguir todos los certificados de empleo en los múltiples trabajos que realizó en su juventud, desde tornero, a portero de discoteca entre otros. Con una vieja moto, y guiado por el fantasma de una novia (Isabelle Adjani) que murió en accidente, Mammuth realizará un viaje en el que se encontrará a si mismo.
Con un buen comienzo, ésta comedia dramática es un nuevo trabajo del dúo de directores franceses Gustave de Klevern y Benoît Delepine y que participaron juntos como actores en su ópera prima Aaltra (2004). Comprometidos con el cine social con el uso frecuente de un sórdido humor negro y unos personajes caracterizados por la ausencia de diálogos, Mammuth flirtea con el drama y sin caer en la denuncia (la situación del personaje de Depardieu responde al perfil de una gran mayoría de jubilados en Francia) sucumbe a la rareza en la ruta de nuestro sufrido protagonista (que a muchos ratos no muestra atisbo alguno de sentimiento) para conseguir su objetivo.
Idiota. Esa es la palabra que uno de esos personajes que contrataron a nuestro protagonista en el pasado, un magnifico Gérard Depardieu, casi le obliga a decir para definirlo. Y es injusto, y de injusticias de la vida va esta película, que seguramente pocos reparen al ver como una opción para ver en cartelera, pero es una muy buena, desde luego.
Entre una road movie y un viaje de ácido anda nuestro melenudo protagonista, Mammuth. Con una memoria de elefante, buscando sus nominas, echándose a la carretera con su moto, y con el viajamos a las profundidades y observamos las personalidades de las almas que pululan por el mundo.
Nada desdeñable la interpretación de la mujer del personaje de Depardieu, Yolande Moreau, que consigue transmitir sencillez y cercanía de la gente normal y corriente, como lo hace nuestro protagonista.
Básicamente, Mammuth, como película propiamente dicha, anda cerca de un drama de Ken Loach, y al mismo tiempo comparte los momentos de silencios y soledades que no importan a nadie, más que al que las mira a través del ojo del director que nos presta esa visión, que han reflejado, como no podía ser de otra forma, directores de cine independiente como J. Jarmusch, W. Anderson o S. Coppola. Pero también cuenta con un tono de comedia muy adecuado en su primer tramo, y también agradable en una parte del itinerario, sino psicodelico, al menos entre hippie y relajado. Lo que sirve como desahogo de las desavenencias y penurias de un carnicero que busca un cuchillo en un supermercado para quitarse del medio y por azares del destino, o de un Dios que a veces no le apetece ahogar del todo (tampoco quiero hacer una critica con aire teológico, ni moralista), conoce a alguien con la que compartir la existencia. Que como bien comenta ella a veces es muy dura, pero hay que intentar aguantar y soportar los golpes de la misma.
Aquí en la dirección figuran en comandita dos directores del cine francés, que por lo que veo ya habían colaborado juntos en la película Aaltra, dato que desconocía al igual que la trayectoria de ellos. Pero la cuestión importante aquí, para mi al menos, es que el resultado es realmente bueno y destacable.
En definitiva como me gusta decir y se que me repito demasiado, una película totalmente recomendable con algunas escenas atesorables, algunas para guardarlas en un rinconcito de la memoria, otras en uno del corazón.
La historia es muy triste, aún así podría haber sido la comedia más divertida en mucho tiempo. En los primeros minutos se suceden situaciones muy divertidas, pero cuando los directores se empeñan en que la película además de divertida sea trascendeste lo estropean todo. Una lástima, todo es tan sórdido que los momentos cómicos se pierden como lágrimas en la lluvia .
Después de la estupenda Louise-Michell, Delépine y Kervern siguen apostando por golpear al sistema social deshumanizado y explotador del que formamos parte como esos cerdos que aparecen al inicio de la cinta de los que se aprovecha todo. Siguen utilizando a sus actores preferidos, con la inclusión de Depardieu que conseguirá que la cinta tenga mayor proyección comercial, metiendolos en la piel de marginados sociales que reivindican su diferencia con los modelos clonados de ciudadanos al uso. Siguen mezclando el drama descarnado con el humor absurdo y genial….. pero esta vez no les ha quedado muy bien.
Los primeros 30 minutos alcanzan un nivel excelente donde los encuadres marca de la casa y un ritmo sostenido por un prodigio de síntesis narrativa, enlazan gags geniales que como en Louise-Michell nos golpean sin respiro, a partir de aquí se inicia una road movie lenta y desganada con un Depardieu omnipresente más físicamente que otra cosa en busca de una vida laboral fosilizada con una galería de personajes, que poco aportan al desarrollo de una trama de la que hemos ido desconectando con el paso de los eternos minutos a pesar de su ajustado metraje. La pareja de directores tiene mucho material con los tiempos que corren y ojalá que en la próxima estén mas inspirados
Serge (Gérard Depardieu) se jubila del matadero donde trabaja, y al acudir a la Administración para proceder a jubilarse, descubre que le falta tiempo de cotización para poder disfrutar de su pensión, así que, ni corto ni perezoso, coge su moto y acude a las empresas donde trabajó en su juventud a recoger los certificados que le hacen falta. Y hasta aquí el argumento de la película, porque no da para más. Y eso que dura una hora y media. Aun no entiendo como Gérard Depardieu accedió a hacer este film, debía andar escaso de dinero… Los personajes no dan más de si, con un corto sobre este tema, hubiera sido suficiente. Después de verla, todavía no sé si se trata de una comedia (a mi no me hizo gracia en ningún momento) o si es un drama. Simplemente sé que me aburrió, que se me hizo lenta, pesada, soporífera, y todos los epítetos que se le puedan añadir relacionados con el sueño.