Machete Kills
Sinopsis de la película
Tras ser contratado por el presidente de Estados Unidos (Charlie Sheen), Machete (Dany Trejo) se embarca en una peligrosa misión: acabar con el líder de un cartel y un traficante de armas multimillonario y excéntrico llamado Luther Voz (Mel Gibson), quien ha ideado un plan para llevar el caos y la destrucción a todo el planeta con una potente arma espacial.
Detalles de la película
- Titulo Original: Machete Kills
- Año: 2013
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
Película
4.6
90 valoraciones en total
Que uno de los highlights del programa doble Grindhouse fue el falso tráiler de Machete no es algo que pueda discutirse. Sin embargo la broma se hizo demasiado pesada cuando Robert Rodríguez y Ethan Maniquis decidieron hacer un largometraje usando aquel concepto: un hombre llamado exactamente igual que usaba (sorpresa) machetes como armas para repartir justicia. Machete (2010) fue una rotunda decepción, no tanto por suponer una mancha en la carrera de su realizador principal (ya tenía varias y más serias) como por dejar en evidencia que algunas ideas no pueden trascender más allá de eso, que no dan de sí. No obstante la película tuvo bastante éxito (costó 10 millones de dólares y recaudó 44), lo que dio vía libre para una continuación que nos llega ahora, bajo el título de Machete Kills (2013). Rodríguez asume la silla de director en solitario pero el resultado es el mismo: estira las cosas hasta el agobio y aunque es cierto que no tiene bajones de ritmo tan serios como la original y que tampoco se toma tan en serio (en aquella el tratamiento de la inmigración era ridículo), lo que queda es un torpe capricho personal que bien podría no existir. Nadie la echaría de menos.
La historia vuelve a repetir los pasos de la original: una pérdida personal lleva al protagonista a ejecutar su venganza de la forma más salvaje que se le pueda ocurrir, siendo atrapado entre la espada y la pared cuando se le encarga derrocar a un peligroso criminal a cambio de liberarse de su turbio pasado. Hablar de historia en Machete Kills es prácticamente innecesario porque lo que impera es la acumulación de gags -visuales- de una pretendida hilaridad cafre. El problema es que esto es un espejismo, porque si bien hay momentos divertidos, son los que menos, y cuando consigue algo que funciona lo fuerza -y repite- tanto que deja de hacer gracia. ¿Un ejemplo? Contad las veces que se usan las hélices de helicóptero para cortar cabezas. Por lo demás, lo de siempre: un desfile de personalidades, amiguetes del cine de Rodríguez principalmente, como ya pasaba en la anterior, guiños aislados como los de Star Wars, que no están mal, pero poco más.
Machete Kills cumple lo que promete: es floja, tiene algún momento de genuina diversión, y a otra cosa. ¿Lo mejor? Indudablemente su tráiler falso inicial con un cameo de Justin Bieber . Si tan sólo la película durase media hora menos (¡se va a casi 120 min!) y hubieran integrado lo del espacio, habría sido otra cosa. Es más, si Planet Terror funcionaba era más que por la historia por la forma en que se replicaba aquel cine grindhouse a través de la manipulación de la imagen y los ecos a ciertas situaciones. Machete Kills tiene una imagen pulcra, que sencillamente no encaja con aquello a lo que se está intentando rendir un homenaje. Así que nada, otra oportunidad perdida que se ve y se olvida tan pronto como acaba. La palabra es floja . O incluso por momentos, vaga .
El conglomerado de todo lo que conforma Machete Kills es una gozada porque nada de lo que se contempla aburre, ni te disgusta, todo lo contrario. Robert RodrIguez (Sin City (Ciudad del pecado) 2005) logra sacar una comedia negra notable, en la que la combinación de diversos ingredientes como personajes pintorescos (sólo hay que ver al personaje del Camaleón), una historia aparentemente disparatada sin apenas sentido (que lo tiene) y unas altas y apreciables dosis de gore, hacen que esta secuela sea una gozada.
Danny Trejo (Predators 2010) junto al resto del reparto de secundarios hacen su función y tienen su importancia, siendo para mí Mel Gibson (Braveheart 1995) con el que me quedo al interpretar al malo malísimo Luther Voz. Pero vamos, ya digo que todos tienen su peso y lo hacen muy bien. Cuesta quedarse con uno.
Con algunas escenas para el recuerdo (hay una totalmente memorable de Charlie Sheen (Platoon 1986)), Machete Kills es una gran película en la que he podido observar que los detalles están muy cuidados. Me fijé en un recurso que pasa casi inadvertido, pero que me ha gustado mucho, que es el poner un sonido concreto cada vez que aparece el villano en escena. Quizás sea absurdo, pero fue un detalle que me gustó sobre el resto y que me pareció muy ingenioso por parte de Robert Rodriguez. El mexicano ha sabido confeccionar una buena cinta en la que las muertes cutres (pero bien realizadas, no lo olvidemos) junto con un estilo particular de contar la historia, hace que uno se quede con ganas de ver más y saber si nuestro amigo Machete tendrá más aventuras. Yo espero que sí.
Lo siento: esta vez no cuela. La primera entrega el estólido mejicano de tatduado pecho tenía su gracia, pero lo de aquí es un tanto vergonzante. Por mucho cameo de relumbrón y star cast que atesore el film -verbigracia: un Mel Gibson que claramente se lo está pasando bien-, el chiste ya no tiene gracia. Por un lado, porque su guión peca simplemente de tontunismo agudo, porque la puesta en escena es a veces tan low cost que sonroja (como esos fogonazos de postpro de las armas, más propios de un fanfilm que de un largo made in USA de cierto nivel), porque el estilo visual es sencillamente cutre, porque la trama es absurda y se desarrolla a un nivel casi digno de la Factoría Asylum) y porque el resultado, simplemente, no entretiene. Rodríguez ya cansa: basta de Tex Mex cuasi zetoso. Ya es hora de evolucionar, amigo.
NOTA: Menos mal que hay segunda entrega de Sin City en camino. Porque por este camino…
Buuuufff.
Como una parodia de la parodia, Robert Rodríguez asume las virtudes y las debilidades de su personaje Machete interpretado por el irascible Danny Trejo y nos trae la secuela de su anti-héroe, que lo que que le falta de carisma lo tiene de bruto.
Así y todo, pese a su naturaleza desaliñada los fans del personaje no dejarán de ver Machete kills (2012) la cual está por debajo del nivel presentado por su antecesora, la cual ya contaba con innumerables observaciones para tener en cuenta.
Machete (2010) presentó un protagonista y un estilo que en esta segunda parte de algún modo se ablanda o se pierde por momentos.
Lo que nos pareció pintoresco, en la reiteración se vuelve monótono e incluso aburrido. Por todo esto cuesta seguir el hilo de la historia, prestarle atención y ya no siquiera las chicas guapas -mucho más contenidas- nos llaman la atención.
Lo inverosímil nos hastía y asumimos que con la primera parte bastaba. Ni siquiera hubiéramos cuestionado la promesa incumplida referente de la trilogía, ha pasado antes y se ha abortado de modo digno. Acá se pega de todo y que sigue adelante cuando no es necesario hacerlo.
Si vio la primera, no se esfuerce, en serio. Estas continuaciones terminan como esas noticias que nos hacen reír por su inverosimilitud pero que en la aclaración sobre su veracidad nos hacen cambiar el semblante.
Recomendación:
Mala. Un capricho innecesario para delite de RR y de su extravagante elenco. (Espero que no hayan cobrado al menos).
+1 Se toma mucho menos en serio a sí misma que su predecesora, gracias a Dios.
+1 Mel Gibson y Charlie Sheen. Olé sus huevos.
+1 Su viraje hacia el cine de espías, que le permite parodiar el género y casi la convierte en una spoof movie.
+1 El universo femenino: Jessica Alba, Michelle Rodríguez, Sofía Vergara…
+1 Peli ideal para ver con amigos y echarse unas risas. Si hacen la tercera parte quiero volver a disfrutarla en el Festival de Sitges, ambiente ideal para consumir estos sin sentidos.
-1 Algunos chistes se agotan tan rápido, que mueren en el póster. Como el que Vergara dispare con las tetas.
-1 Dura muchísimo, se hace larguísima. Una pena, con media hora menos sería más digerible..
-1 En ocasiones tiene un tufo a peli de la saga Torrente donde la mitad de la gracia está en cameos de famosos haciendo papeles que tienen doble sentido por quién son en realidad y no por su personaje (Charlie Sheen presidente, Lady Gaga…)
-1 La sensación horrible de que esta película no era necesaria y se está desperdiciando el talento de Rodriguez.