Los violentos de Kelly
Sinopsis de la película
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Tras capturar a un comando alemán, un apático pelotón norteamericano recupera el entusiasmo al enterarse de que el enemigo custodia una fortuna de dieciséis millones de dólares en lingotes de oro. El único problema es que se encuentra detrás de las líneas enemigas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Kellys Heroes
- Año: 1970
- Duración: 138
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Opinión de la crítica
Película
7.4
34 valoraciones en total
Película dirigida por Brian G. Hutton, protagonizada por Eastwood y producida por Gabriel Katzka y Sidney Beckerman. Se rodó en Yugoeslavia.
La acción se sitúa en Francia en una zona al Oeste de Nancy, pocos meses después del desembarco de Normandía (II Guerra Mundial). Narra la historia de un oficial americano, el teniente Kelly (Clint Eastwood), que captura un comando alemán. Al cumplir la misión de interrogarlo, averigua que el enemigo guarda en la oficina de un pequeño banco, en Clermont, ocupado por los alemanes, 16 millones de dólares en lingotes de oro. Decide reclutar un grupo de compañeros dispuestos a cruzar las líneas enemigas para apoderarse del tesoro. La obra ofrece una narración sutilmente irónica de un inverosímil robo a mano armada, con tanques, ametralladoras, fusiles de precisión y personal militar bien pertrechado. A la operación se unen varios blindados comandados por el hippy Oddball (Donald Sutherland). Presenta a los alemanes como personas humanas y a los soldados americanos como trabajadores que desean un apaño para después de la guerra. Parodia los duelos de Leone y se inspiran en sus películas la exageración del número de bajas, la imperturbabilidad del protagonista, su carácter reservado y misterioso. Desmitifica al héroe ( Un héroe es un bocadillo de carne picada ), al que sustituye por anti-héroes, que no persiguen la gloria, sino el lucro personal. Son destacables las escenas de la felicitación que recibe el general por el éxito de una acción ofensiva que desconoce, el falso duelo, la toma del pueblo, la habilidad para reducir al último Tiger alemán, la petición oficial de un trozo de puente de 20 m. y la secuencia final.
La música, de Lalo Schrifin ( Bullit , El rey del juego ), ofrece melodías que evocan el tono country de las viejas películas del Oeste e imitan a Morricone. Hace uso de solos de armónica y piano y de conjuntos de múltiples instrumentos. La canción Burning Bridge , interpretada por Eastwood, se conviertió en un hit de la década. La fotografía, a cargo del mejicano Figueroa, que colaboró con Ford ( El fugitivo ), Buñuel ( Él ), Huston y otros, es excelente. El guión, de Troy Kennedy Martin ( Un trabajo en Italia ) exhibe competencia y habilidad narrativa. Los personajes están bien definidos (La avidez de fortuna de Buscavidas , el escepticismo de Big Joe , el pesimismo cenizo de Moriarty, la ingenuidad del general Colt, la figura dura y solitaria de Kelly). Abundan efectos espciales muy espectaculares y deliberadamente exagerados. La interpretación cuenta con un elenco de grandes figuras y el carisma de Eastwood, entonces el segundo actor más taquillero de EEUU. La dirección corrige el guión y pone el acento más en la acción que en la visión crítica de la guerra (la de Vietnam).
Irónica comedia bélica, que divierte, entretiene y es grata de ver y oir.
Los que tuvimos la suerte de disfrutar de esta película siendo pequeños la recordamos con especial interés ya que el cine bélico tiene momentos especiales en su historiografía y no cabe duda que Los violentos de Kelly merece ser recordada como uno de ellos sin lugar a dudas. La película entretiene y es estupenda pero en sucesivos visionados posteriores creo que uno debería ser más crítico y eso es lo que intentaré a continuación no tanto de aspectos fílmicos sino del mensaje.
Estamos ante la verdadera pérdida de valores que se produce en gran parte de la sociedad occidental y cuando mucha gente baja los brazos y abandona los ideales.
Porque realmente eso es lo que nos vende la película, un exacerbado materialismo pero lo que es más peligroso desde una clave populista y con sentido de humor para hacerlo más ameno.
Veamos, si el que hace una guerra por dinero es el Gobierno es un sinvergüenza pero si lo hacemos nosotros el pueblo somos una gente cojonuda. Si la historia fuera la misma pero cambiásemos que la orden viene de arriba entonces diríamos que los intereses económicos mueven el mundo y que son unos canallas y bla bla bla pero si lo hacen estos mercenarios son modelos a seguir, no lo entiendo bien. ¿Morir por dinero es más lícito que morir por unos ideales? ¿Desde cuando? Yo me pregunto que harían todos esos si ocupasen puestos de responsabilidad si ya desde su posición de ciudadanos de a pie piensan así. ¿Alguien duda que matarían y robarían más que ellos?. Yo no. Criticar a Gladiator y Braveheart por presentar ideales y principios me parece demagógico ¿Por qué no criticar a organizaciones terroristas? O es que va como dijo alguien explicando los nacionalismos como el pedo que el de los demás me molesta pero el mío me huele bien.
Por eso no me caen bien estos tipos como se pretende constantemente. Para esta gente Ginebra tampoco existe. Matan a todo bicho viviente, incluido trabajadores y civiles en su ataque al taller y estación ferroviaria. Y es que en el maniqueísmo populista todo tiene cabida porque de lo que se trata es de ridiculizar a oficiales y mandos y no de defender principios que eso lo pueden tener todo tipo de clases y
El desafío de las águilas me parece una trama más urdida y con mayor valor –se nota que viene de la mano de un novelista-, a pesar de que la gente evidentemente siempre prefiera la parodia. Mientras que Troy Kennedy-Martin, guionista de la película le interesa más la trama como atraco y robo que como
El director Brian G. Hutton nos presenta el lado singular de la Segunda Guerra Mundial con esta excelente cinta cargada de ritmos y escenas memorables las cuales empezaremos a disfrutar desde el minuto uno hasta el final. Con un toque hilirante y original que funciona a la perfección en está película mezclando algo tan serio como la SGM.
Durante la SGM, uno de los batallones aliados se encuentra en Francia, concretamente en Nancy combatiendo. Es entonces cuando el ex teniente Kelly (Clint Eastwood) captura a un coronel alemán Dankhopf (David Hurst). Lo llevará al refugio donde se aloja dicho batallón para que le dé toda la información que sepa. Al ver que el comandante saca de su cartera una barra de oro, Kelly lo emborrachará para sacarle toda la información que sepa sobre dicha barra y la existencia de algún lugar donde haya más. Una vez lograda la información, Kelly por iniciativa propia, se embarcará en la búsqueda de los lingotes manteniéndose al margen de la guerra que se está librando. Como no puede hacerlo solo, irá reclutando a varias personas garantizándoles una parte del botín una vez lo encuentren. Cansados de librar una batalla en la que ni pinchan ni cortan, se convertirán en desertores del ejército estadounidense para hacerse con el preciado tesoro de 14 mil barras de oro guardadas en un banco a 30 millas de las líneas enemigas de Clermont.
Esta vez, aunque Clint Eastwood sea el principal artífice y protagonista de la película encarnando al ex teniente Kelly, será el conjunto de actores formado por Telly Savalas, Donald Shuterland y Don Rickels quienes se lucirán en el film. Telly Savalas interpretará al sargento Big Joe, un hombre que en principio se niega rotundamente a seguir la alocada aventura que pretende Kelly, pero que después acabará aceptando. Donald Shuterland es quien para mi gusto realiza la mejor actuación. Su interpretación es excelente encarnando al alocado y liberal pero a su vez inteligente comandante Oddball quien será el responsable de facilitarle a Kelly los tanques que necesita para poder invadir Clermont. Por último, destacar a Don Rickels que encarnará al sargento de provisiones Crapgame.
Destacar que el vestuario de los protagonistas será el típico uniforme militar estadounidense resaltando el del personaje que realiza Shuterland, decorado con su peculiar chaqueta y gorro. Los detalles técnicos también están perfectamente elaborados mostrándonos por ejemplo los tres tanques Tiger (que en realidad eran tanques T-34 ex¬-soviéticos modificados con gran detalle) o las diversas ametralladoras y pistolas utilizadas.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
Excelente y original parodia bélica ambientada en plena Segunda Guerra Mundial. Se trata de una comedia de personajes en la que un grupo de soldados hartos de combatir en una guerra que no entienden, se embarca en una gran aventura que consiste en atracar un banco situado tras las líneas enemigas. El artífice del plan es el gran Clint Eastwood, muy sobrio en su papel protagonista, dando vida a un irónico e inteligente soldado, capaz de convencer a todo el mundo para colaborar en su empresa. Está muy bien secundado por Telly Savalas, que encarna a un capitán que parece ser el único que tiene los pies en la tierra y por Donald Sutherland, que es el perfecto contrapunto cómico del trío. Lalo Schifrin, que tantas veces a colaborado con Eastwood, es el encargado de la magnífica banda sonora que, lejos de ser la típica de un film bélico, representa perfectamente el espíritu de esta divertida producción. Buenas secuencias de combate, efectos especiales adecuados para su época y una visión sarcástica y mordaz de la guerra completan este magnífico producto, todo un clásico en su género.
La década de los 70 comenzó en Estados Unidos con la fuerte oposición de las masas librepensadoras del país en contra de la guerra de Vietnam. Tuvo su reflejo en el cine -medio independiente- en películas como ésta o en la oscarizada M.A.S.H. de Robert Altman, que también incluye en su reparto al bueno de Donald Sutherland (también haciendo de hyppie).
En esta década los antihéroes cobran especial protagonismo tanto en el cine como en la literatura o los comics. Y el grupo de socios que se embarcan en la aventura de perforar las líneas enemigas por un tesoro no iba a ser menos. No luchan por su país, de hecho su país les importa un carajo, luchan por la pasta. En este filme sería improbable que personajes tan coñazo como Braveheart o Gladiator pudieran unirse al pelotón Kelly. Seguramente serían el tipo de tíos que se chivarían al oficial de turno a las primeras de cambio. Pero esos desgraciados son los personajes en boga hoy en día.
La guerra como botín, la camaradería como medio para un fin, el humor con su toque justo para que no interfiera la acción, los nazis como personas de carne y hueso y la sutil ironía que empapa toda la película hace de ella una película única y original que tuvo gran aceptación entre todo tipo de público.
No quiero interrogar a este nazi comedor de salchichas. Lo que quiero que me diga es cual es el mejor hotel de Nancy y cómo están las gachis. 9.7