Los traficantes
Sinopsis de la película
Gator está cumpliendo condena en el penal de Arkansas cuando se entera de que su hermano ha sido asesinado por el despiadado sheriff J.C. Connors. Gator jura vengarse y acepta infiltrarse para obtener pruebas de la culpabilidad de Connors y hacerle pagar por su crimen. Gran éxito comercial en USA, que consagró a Reynolds como el gran competidor de Eastwood como el duro oficial de la década. Espectáculo de acción resuelto con la habitual eficacia del cine americano, superficial y poco memorable, pero entretenido (F. Marinero: Diario El Mundo).
Detalles de la película
- Titulo Original: White Lightning
- Año: 1973
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
5.2
47 valoraciones en total
Tipos duros los ha habido desde el cine en blanco y negro, pues bien en esa época tan especial de los 70 sobresalió por méritos propios Burt Reynolds y todo lo que implica su parafernalia: juergas, coches, mujeres, policías inútiles y acción. Jospeh Sargent que se le dio bien en series super famosas de aquellos años y tiene en su currículum el doctorado con Pelham 1, 2, 3., dirige con acierto esta película, como se podrá comprobar, dentro de ese contexto señalado. Burt Reynolds y el prolífico y siempre eficaz Ned Beatty habían estado juntos el año anterior en la excelente Defensa y aquí se vuelven a ver pero esta vez a cara de perro. Jennifer Billingsley brilla como mujer sexy y juguetona y el resto de secundarios están en un nivel de sobresaliente.
Debo decir que no es una película superficial y poco memorable como se indica en la ficha, si no todo lo contrario. Burt Reynolds es Gator, un ex convicto que no ha hecho más en su vida que robar y traficar con whisky destilado de contrabando, negocio que le viene de familia. Pero ha muerto su hermano, un joven con carrera y comprometido con los intereses políticos de la izquierda y como suele pasar en la vida real, Gator ahora se lamenta de no haberlo conocido como hubiera querido. Vemos pues que están puestos sentimientos muy profundos y lejos de la superficialidad.
La película puede resultar exagerada a veces con tanto bestia por medio, e infantil en otras debido al embrutecimiento de los personajes, pero es muy seria en el contexto, estando en la orbe de ese estilo de películas como hemos dicho, y si no fuera así, estaríamos hablando de otra cosa. Es una clásica para disfrutar de lo que ofrece: polis rurales corruptos, sus oficinas, carreteras y escenarios de sobras reconocidos por esa rara especie humana de adeptos a este género. En la actualidad, que se impone la acción secuencial de corta y pega, las prisas y las peleas coreografiadas, es un lujo ver como se ha rodado a la antigua, actuando y con diálogos aparentemente intrascendentes pero que, en definitiva, es el encanto de estas americanadas de las de entonces.
Relato de venganza producido y servido para el lucimiento de su interprete protagonista, Burt Reynolds en una trama sencilla y fácil de seguir que dejara satisfecho a los seguidores de este tipo de producciones pasajeras y carentes de grandes pretensiones.
Tenemos a Reynolds como reclamo comercial en una trama de venganza que permite al intérprete incrementar su fama de tipo duro. La película ofrece momentos de acción, donde los coches se convierten en verdaderos protagonistas, con eternas persecuciones y arriesgadas conducciones.
Las interpretaciones del reparto son muy discretas y no llegan a resultar verdaderamente interesantes. Como anécdota cabe mencionar la participación de Bo Hopkins en la misma, pero poco más.
La película tiene aroma a cine de los años 70, con el estilo visual propio de la época y ofrece cine de entretenimiento puro y duro.
Gator (Burt Reynolds) cumple condena de cárcel en un penal de Arkansas, cuando se entera que su hermano ha sido asesinado por el malvado sheriff J.C. Connors (Ned Beatty). Gator, en su deseo de vengarse acepta introducirse en la mafia que maneja el tráfico de güisqui para probar la culpabilidad del sheriff y hacerle pagar por el crimen de su hermano.
Al parecer, este film tuvo un gran éxito comercial en EE.UU. y consagró a Reynolds que al poco se hizo omnipresente en aquella época como el personaje duro y macho que competía con Eastwood. Pero nada que ver.
Los años no han pasado en vano por esta cinta que ahora se ve obsoleta en sus recursos, en sus carreras simplonas de coches, en su trama superficial y en la resolución final que mucho se parece a una serie B de TV. Lo mejor es la música de Bernstein, pues la dirección de Joseph Sargent es mediocre y Reynolds siempre fue un paquete que, desde mi modo de ver, sólo hizo una buena peli: Deliverance (Defensa), la maravillosa película de Boorman allá por 1972, justo antes de esta mediocre cinta: http://www.filmaffinity.com/es/user/rating/559502/927160.html
De manera que mi opinión es que Burt Reynolds no parece que aprendiera mucho de su anterior obra Deliverance y además, Los traficantes es una peli que brilla por su insuficiencia en todo sentido.
Todo lo que ocurre en esta película es completamente gratuito. Cualquier escena podría haberse rodado de cualquier manera, porque lo único que pretendo el director es mostrar algunas secuencias de persecuciones automovilísticas entre la polvareda de caminos campestres.
Eso sí, el sheriff y sus secuaces son malísimos. El protagonista es muy duro aunque un poco tontucio. Las mujeres son una especie de marionetas del destino. Y así todo lo demás.
No hay que buscarle ningún tipo de lógica a ninguno de los flecos e interrogantes que van quedando a lo largo de la narración de esta historia, porque simplemente no la tiene.