Los lobos de Washington
Sinopsis de la película
Dos amigos pretenden timar a su antiguo jefe con un plan chapucero en el que involucran a un retrasado y al amante de la mujer del jefe. Llevados por la necesidad, la desesperación y la soledad, con la noche como escenario y la suerte en contra, se despellejan como lobos heridos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Los lobos de Washington
- Año: 1999
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
5.6
39 valoraciones en total
La primera media hora es una maravilla. Eduard Fernández en plan crack, la trama se presume interesante, la ambientación poligonera se sale y los diálogos son ingeniosos, realistas y bastante cachondos.
Pero de pronto se montan todos en coches y vespinos, se apagan las luces en Madrid salvo las de las primeras plantas, la trama se dispersa, o más bien se desparrama, el de sonido y el de iluminación se van de farra y ya no se entiende ni se ve nada, más que farolas y lineas discontinuas. Sólo se distingue con claridad el horrible cartel de las Catalinas de Alfonso XIII frente a las cocheras de la misma calle cuyo techo, por cierto, se derrumbó un par de años después, sólo Dios sabe si por culpa de estos Lobos de Washington,
Hace poco volví a ver Éxtasis , una película excelente de Mariano Barroso. Y el reencuentro con ésta película redonda me hizo curiosear en la filmografía del señor Barroso.
Lo primero que me llamó la atención al acercarme a Los lobos de Washington fue su espectacular reparto…Eduard Fernández, Bardem, Alterio Jr, Alberto San Juan, el siempre efectivo Pepe Sancho…un aliciente que se suma a la idea de sumergirme en otro thriller como Éxtasis …asi que la empecé a ver con ganas…pero a la media hora ya me dí cuenta que algo no andaba bien.
Los actores bien, un Bardem que recuerda levemente al maravilloso personaje que construirá unos años después en Los lunes al sol , un Eduard Fernández tenso y confuso, un Alterio inocentón y tierno, un Sancho malo malo, creíble en su maldad… y bueno comentario aparte merece Alberto San Juan, un buen actor al que le toca un personaje más bien insustancial.
Con estos actores parece que todo va a ir bien, pero falla un ingrediente…el guión, una narración confusa, basada en casualidades, y que no se le puede negar que no haga un buen tratamiento de la psicología de los personajes principales (excepto el personaje de San Juan), pero que falla en el rumbo de lo que quiere contar, ya que tal cúmulo de inverosímiles casualidades no pueden ser el pilar de la historia, que además parece llena de lagunas(o yo soy medio tonto y no me he enterado bien de lo que pasa).
Así, a partir de cierto momento, la película se convierte en algo reiterativo, aburrido, previsible, y el espectador acaba cansado de tanto coche y tanta oscuridad.
Hay ciertos momentos y personajes que parecen metidos con calzador, que no aportan nada a la historia, como lo que ya he mencionado, el personaje de Alberto San Juan, y todo lo que hace en la película.
Aparte, la película parece tener mucho fondo y algunos elementos actúan de forma simbólica, como el personaje de Paquito el supuesto hijo de Bardem, los lobos, el circo…sin embargo, las pretensiones metafóricas y simbólicas se quedan en nada, simplemente en eso, en pretensiones.
Y, aunque las comparaciones son odiosas, si comparamos Extasis con Los lobos de Washington , ésta última parece una película de encargo, hecha con prisas…porque la pasión con la que rueda Barroso en Extasis , aquí desaparece y queda una película fría y fallida.
En Extasis , el final es sorprendente y posee una fuerza que lo convierte en uno de los mejores clímax del cine español…en Los lobos el final es previsible y acorde al tono de la película, flojo flojo.
En conclusión, una pelicula a la que le falta alma, le sobran pretensiones, y desaprovecha unos actores inmensos.
Lo mejor: Eduard Fernández. Está genial imprimiendo las contradicciones de su personaje en cada uno de sus gestos.
Lo peor: La decepción que sentí al terminar de verla.
Interesante y curioso guión, que propone una enrevesada trama negra protagonizada por unos personajes a los que claramente les queda grande todo cuánto les acontece.
EL ALCOHÓLICO ALGO TARAO: Aquí Bardem no es que interprete, es que hace magia. Lo suyo no son caracterizaciones, son mutaciones. Brillante, apabullante, se come la pantalla y a todos los que salen en ella, y esto, en esta película concretamente, es muy difícil.
EL AMIGO TRAIDOR: Magnífico Eduard Fernández, cuyo personaje decide un día hacerse codicioso y arramplar con lo que pille. Y digo decide porque en realidad el hombre no lo tiene tan claro y le cuesta obviar sus escrúpulos.
EL RETRASADO: Un divertido Ernesto Alterio, que otorga cierto tono cómico a su personaje muy medido y sin pasarlo nunca de vueltas. Pese a su tara natural, su inteligencia tampoco es que esté muy por debajo de la de los demás… sólo que éste es más inocentón, como un niño.
EL DÉSPOTA: Claro está, Pepe Sancho. Siempre de mala hostia y amenazando al personal, aunque mucho ruido y pocas nueces.
EL PRINGAO: El personaje de Alberto de San Juan es, si cabe, el más torpe de los cinco lobos, que más que lobos son corderos.
Aunque está producida por, entre otras, 2 cadenas de televisión, cuando uno de los protagonistas está viendo la tele, no sale Matias Prats presentando un telediario, como en todas las pelis que produce Antena 3, si no que vemos a Javier Cámara y a Ana Duato protagonizando una especie de Diario de Patricia. Una forma original y simpática de hacer un cameo.
Aunque no termino de encajar dos cosas:
– Demasiadas casualidades…. Forman parte de la estructura del guión y dan muy buen ritmo y nervio a la historia, pero joder…. que Madrid es muy grande y toda su red de carreteras adyacentes también, que hay muchos bares de carretera y muchas patrullas de la guardia civil, y un montón de motoristas… que tanta casualidad huele un poquito…
– Yo a María Pujalte no termino de verla… Primero por que la pobre tiene un personaje la mar de tonto, y luego… pues por que no la veo… serán cosas mías, pero por muy borracho que esté Bardem no le veo casándose con la Pujalte, como mucho les veo de vecinos… pero más allá no… ni de colegas de cañas me pegan estos dos. Y eso de que los amigos del marido también la codicien… que no lo veo, vaya.
Francamente, desconozco el grado de subvención de este producto en su momento, pero debería devolverlo con intereses. Me deja un tanto perplejo el ver las críticas pues demuestran una extraordinaria generosidad: muy poquitas cosas funcionan en este supuesto thriller .
Para empezar el guión es de género indescriptible por el uso que se hace de las variables tiempo y espacio. Así, el entorno en el que se mueven los personajes se aproxima a fantasías como la Tierra Media o Narnia, porque no es normal que en una ciudad de tres millones de habitantes se encuentren constantemente, en mitad de la noche y por casualidad . Aparte el libreto es un potaje indigesto porque mezcla de mala manera el cine negro con el chascarrillo casposo. Si sumamos las situaciones abradacabrantes y los diálogos de besugos propios de la saga Agárralo como puedas , tenemos que por mucho que se empeñen los protagonistas, poco hay que salvar: Bardem y Fernández hacen un trabajo digno, Alterio nunca estuvo tan mal y Pepe Sancho, de mal humor. En definitiva, no la recomiendo a nadie salvo a amigos y familiares de los autores, y con reservas…
Tercera película de Mariano Barroso y confirmación absoluta de su talento e importancia en el contexto actual del cine español, al tener un estilo propio plasmado de manera excelente en la pantalla, dónde se dan cita una heterogeneidad de géneros e inquietudes que son tratados de manera original y de lo más interesante.
Barroso tiene un cine de personajes masculinos, lleno de fuerza psicológica y dramática, que da y tiene plena confianza en sus actores, cine de conflictos y de personajes, combinados de géneros (drama psicológico, cine sentimental, thriller moderno) sellado de solidez, impecable tecnicamente, que además parte de guiones originales (aquí uno estupendo de Juan Cavestany), lo que le hacen ser un punto inexcusable en el futuro y desarrollo más próximo del cine español.
Los lobos de Washington es un admirable thriller irónico, retorcido e impulsivo acerca de la estafa que un grupo de tres muy diferentes amigos (el desequilibrado Bardem, el cerebral Fernández y el alelado Alterio) quieren dar a un hombre (José Sancho), el cual a su vez es engañado por su mujer con otro delincuente (San Juan) que quiere meterse por medio del asunto y llevarse él el dinero.
Barroso sigue incidiendo en temas que le son propios: la inexistencia/búsqueda de una familia/padre, la traición y cómo la confusión y la mentira de seres mezquinos (el dinero siempre por el medio pese al gran peso de los sentimientos) lleva a la explicitud de esa rica mezquindad de la condición humana y a la clarificación, con todas esas mentiras, de esta verdad. En la película, los humanos se tratan y matan como lobos, porque el lobo es una metáfora del hombre, un hombre capturado en un mundo indigno que él enriquece en más indignidad y dónde el infantilismo y/o la edad infantil es, aparte de es mágica edad de la inocencia y de la dignidad, la única edad dónde merece la pena sobrevivir.
Estupendamente interpretada, con magnífica fotografía de Néstor Calvo y perspicaz música de Binger Mendizábal.