Los invasores
Sinopsis de la película
Unos soldados alemanes, cuyo submarino ha sido hundido frente a las costas canadienses, tratan de llegar a los EEUU, todavía territorio neutral. El grupo sufrirá todo tipo de visicitudes en su desesperada huida e irá sembrando el pánico por todas partes.
Detalles de la película
- Titulo Original: 49th Parallel aka
- Año: 1941
- Duración: 132
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Opinión de la crítica
Película
6.7
98 valoraciones en total
Interesante cinta propagandística realizada por el clásico dúo Powell/Pressburger durante el transcurso de la segunda guerra mundial, que plantea la terrible huida de los supervivientes de un submarino nazi hundido en las costas atlánticas de Canadá.
El filme nos muestra a un pequeño grupo de alemanes, todos ellos marineros con las únicas excepciones de dos oficiales, que tratarán de abrirse paso por todos los medios cruzando Canadá, en pos de la frontera de EE UU (el paralelo 49), país que aún mantenía la neutralidad por aquellas fechas. La acción de la película los toma como protagonistas, y en vez de mostrarnos los esfuerzos de las autoridades por capturarlos, opta por asumir el punto de vista de los alemanes, elección bastante original y a la postre acertada. El mayor interés del filme radica en las contrapuestas mentalidades y actitudes que se establecen entre los marinos alemanes y los diversos canadienses con los que topan en su periplo, mientras que los primeros (con una sola excepción) son retratados como seres fríos, fanáticos y carentes de piedad y comprensión, los segundos aparecen bajo una óptica humanista, democrática y pacífica. En este mismo sentido resulta interesante la comparación que se hace entre el oficial al mando, implacable e intransigente, y el subordinado Vogel, reclutado a la fuerza, pero al que aún le mueven sentimientos de piedad (véanse las escenas en que muestra sensibilidad religiosa) y deseos de paz. Estas diferencias también quedan muy bien reflejadas en la secuencia en que los marineros llegan a una comunidad alemana huterita, donde el discurso agresivo y totalitario del oficial choca con el espíritu religioso, tolerante y pacifista del líder de la comunidad, siendo la intervención de éste último uno de los momentos álgidos de la película.
Entrando en otros aspectos, Los invasores cuenta con un buen guión, firmado por Pressburger, y está rodada con eficacia, manteniendo un buen ritmo, en los escenarios naturales en los que se sitúa la acción. Goza además de un excelente reparto, con nombres tan señalados como los de Laurence Olivier (el trampero francocanadiense), o Leslie Howard (el culto y amable investigador de las costumbres de los Pies Negros), si bien el mejor papel recae en Eric Portman, que encarna brillantemente al despiadado oficial nazi.
Más allá de lo que narra, y del afán por contraponer los valores democráticos y los totalitarios, el filme es el resultado de un temor: la posible invasión nazi de Inglaterra. Ciertamente, el filme se ambienta en Canadá, pero 1941 fue el año decisivo de la llamada Batalla de Inglaterra , nombre por el que se conoce la campaña de bombardeos alemanes sobre el Reino Unido, y que debía ser el preludio de una invasión militar. Es ese miedo, muy presente por aquellos años, el que motiva el tema de la película.
Hay un alegato contra los totalitarismos en general, del signo que sean, y contra el nazismo en particular. Hay un apoyo a la democracia, admitiendo a la vez que no equivale a la perfección.
Los protagonistas son seis nazis supervivientes del hundimiento de un submarino alemán, cerca de la costa canadiense, que intentan llegar a Estados Unidos, todavía neutral. Está muy entretenida su lucha por la supervivencia, a lo que contribuye que se emplean todos los medios de transporte habidos y por haber.
También se muestra que no todos los nazis eran iguales. Apuesto a que el antiguo panadero, de haber sido otras las circunstancias del período entre las guerras mundiales, no se habría afiliado.
Todo cabe y todo encaja, y agradezco que no metieran historia de amor, no habría pegado ni con cola. Mi momento preferido es el plano de la cabeza del espantapájaros.
Curiosa película inglesa sobre la huída de unos tripulantes de un submarino nazi hundido frente a las costas de Canadá que intentan cruzar el país para llegar a los EE UU, a la sazón todavía neutral, al no haber entrado en la guerra.
Tras cometer asesinatos y fechorías de todo tipo, estos nazis demuestran las aberraciones de su régimen, que dentro de su fascismo exacerbado y de su criminal dictadura lavaban el cerebro a sus compatriotas que consideraban decadente cualquier tipo de democracia.
Dirigida por Michael Powell con claros visos propagandísticos buscando la ayuda norteamericana, cuenta con un puñado de grandes actores, como sir Laurence Olivier en el papel de un trampero, y Leslie Howard, uno de los secundarios de lujo de Lo que el viento se llevó .
Interesante, 6.
Notable película en blanco y negro que nos cuenta una historia de principios de la II Guerra Mundial, cuando aún EE.UU. no no había entrado en guerra pero Canadá sí se había aliado con GB y Francia, sobre unos militares de un submarino alemán que logran salvarse después de que su submarino sea hundido en las costas de Canadá, y pasan muchas peripecias, circunstancias, etc. intentando llegar hasta los EE.UU. con objeto de pedir allí asilo, acogiéndose a que en esos momentos USA era todavía país neutral, y así los puedan devolver a su país Alemania.
En verdad es una buena película que cuenta incluso con actores secundarios de gran fama como Leslie Howard (uno de los actores notorios de Lo que el viento se llevó ).
La historia es parecida a aquella otra verdadera del oficial aviador alemán Franz von Werra, quién habiéndo sido hecho prisionero tras la Batalla de Iglaterra a principios de la II G.M, y trasladado a Canadá, logró evadirse, cruzar todo el Canadá hasta territorio de EE.UU. (que aún no había entrado en la guerra) y desde allí pasando por otra serie de países de America central y del Sur ser repatriado a Alemania. Por cierto esta historia del aviador alemán Von Werra puede contemplarse en la magnífica película THE ONE THAT GOT AWAY (titulada en español: El único evadido , dirigida por Roy Ward Baker, GB 1957), la cual por cierto ya figura consignada entre los filmes de Filmaffinity.
En fin, aunque el título que se puso en España a la película de Michael Powell que nos ocupa, fuese un despropósito, ya que los protagonistas de la historia en ningún momento intentan invadir Canadá sino sólo cruzarlo huyendo hasta poder alcanzar la frontera de USA, o sea toda una odisea sucedida allá por el Paralelo 49 (que es el auténtico y eficaz título del filme).
La caída de Francia en manos de los alemanes en 1940, despertó un sentimiento en los británicos de que la guerra iba en serio. El clima bélico se hizo cada vez más omnipresente, en este contexto surgía Los invasores (49th Parallel), un film clave en la evolución del cine británico durante la 2ª Guerra Mundial. Michael Powell rechazó un argumento gubernamental de propaganda política a favor de la causa, sobre un dragaminas que parecía algo convencional para un cineasta tan innovador, como luego se encargaría de demostrar. Su alternativa fue un film de clara vocación ideológica co-escrita con la ayuda de su compañero habitual Emeric Pressburger, que mostrase las razones de la lucha, estimulando al pueblo estadounidense y su gobierno, hasta entonces neutral, para entrar en la guerra (recordemos que Roosvelt había ganado las elecciones con la promesa de no entrar en la guerra sino eran atacados… hasta Diciembre de 1941 que llegó Pearl Harbor).
No cabe duda que supuso un atrevido planteamiento, narrar una historia desde el punto de vista nazi/alemán, a través del itinerario canadiense de un grupo de soldados comandados por el implacable teniente Hirth (Eric Portman), que tras el hundimiento de su submarino en la bahía de Hudson tratan de huir de tierras canadienses y pedir asilo político en los Estados Unidos, entonces neutrales. Aunque por el camino deban enfrentarse a una serie de personajes canadienses que irán diezmando el grupo. Entre ellos: un trampero que no se ha enterado del estallido de la guerra (Laurence Olivier), el líder de una pacífica comunidad rural (Anton Walbrook), un antropólogo (Leslie Howard) y un soldado canadiene de permiso (Raymond Massey).
Dividida en varios episodios, a la manera de capítulos, tiene asimismo el atractivo de ofrecer un paseo a través de diferentes ambientes: el de las factorías entre montañas, el de una colonia religiosa de prácticas libertarias, el de los indios, el de los festivales de rostro folclórico, el de trenes, ciudades, montañas y lagos. Ambientes por los que los fugitivos pasean su fanatismo criminal mientras se enfrentan a miembros apacibles de eso que denominan despectivamente democracias decadentes. Es el tema que vertebra y da unidad a este vigoroso relato: la oposición entre barbarie y civilización.
El film contiene numerosos momentos cinematográficos afines a lo que luego haría David Lean al ponerse tras la cámara, pues aquí ejerce de montador, lo cual demuestra la influencia del cine de Powell en el futuro director. Me refiero concretamente, a las imágenes que abren el film, con esos planos de paisajes que sitúan al espectador en el espacio físico que tan importante será en el transcurso del relato: la frontera americana-canadiense, el paralelo 49 que da título al film. Una película olvidada injustamente, pues dentro de su mensaje patriótico en defensa de las libertades, contra la dictadura nazi, encierra una excelente película de gran calidad artística.