Los días de Midori (Serie de TV)

4 comentarios en «Los días de Midori (Serie de TV)»

1. Anime que he visto en japonés subtitulado en castellano, basado en el maga homónimo Midori no Hibi , que llama la atención por su extravagante y nunca explicado punto de partida: a un muchacho de 17 años le aparece una chica en plan muñeca en el lugar de su mano derecha. Sobre el dibujo he de reconocer que el diseño de los personajes no me atrae, me refiero a ellas, con un aspecto demasiado infantil. En cualquier caso, Midori no Hibi o Los días de Midori se nos aparece como una obra romántica pero como mejor resulta es como comedia con algunas idas de olla, caras o películas que se montan varios de sus personajes muy graciosas.
   
   Ahora bien, aunque los protagonistas no caen mal, la historia o las historias de amor que se tejen me dejan más bien indiferente. A mi modo de ver hay un par de cosas por las que no funciona muy bien. La primera, que Midori está vendida desde que empezamos. Es decir, si desde el primer momento le confiesa a Sawamura que lo quiere el recorrido es mínimo. El otro error es que 13 episodios, teniendo en cuenta que el manga cuenta son 85 capítulos, es poco material de tal modo que la evolución de los sentimientos es demasiado brusca. A fin de cuentas, no me queda nada claro por qué Sawamura tiene que enamorarse de… (SPOILER).
   
   En cualquier caso, Midori me ha recordado bastante a Lamu de Urusei Yatsura (1981-186) y no sólo porque tiene el pelo verde y los ojos azules, sino porque ambas se empeñan en ser un apéndice, la primera físico y la segunda psicológico, del joven al que quieren. Esto es grave, aunque no sea una cucaracha, así que siéndolo como Ataru Moroboshi fijaos lo que será de aberrante. Por su puesto, Midori tiene más dignidad que Lamu, aunque ésta es muchísimo más bella, pero su posición sigue siendo bastante débil, fruto de una falta de energía, autoestima y alegría. Es decir, una feminidad en crisis debido a la presión de los igualitarios.

2. Lo cierto es que le tengo cariño a «Midori No Hibi». Fue un manga que me dejó un buen amigo en mis tiempo universitarios y lo recuerdo como una historia divertidísima y muy original, de hecho, esos recuerdos se asocian más al humor que al romance de la trama, lo que realmente no sé si es bueno o es malo. Por desgracia, el anime omite partes muy graciosas, quizá porque jugaban con una mayor sexualidad, no lo sé. El personaje de Kouta, por ejemplo, tenía momentos gloriosos en su ambigua identidad y apariencia sexual, e incluso la encantadora e inocente Midori nos legó un «¡pervertido!» para la historia.
   
   Ahora bien, esta adaptación de «Los días de Midori» es bastante respetuosa con el carácter de la historia y de sus personajes. Trece capítulos que se pasan volando donde se nos cuenta la nunca explicada situación de que te aparezca una chica en la mano. Así tal cual, a escala de tus dedos. Es lo que le ocurre a Seiji Sawamura, un estudiante de diecisiete años a quien todas las chicas rechazan por su mala fama de delincuente juvenil, una fama que es medio injustificada porque enseguida vemos que este Seiji es un trozo de pan que realmente no busca las peleas, sino que las peleas le buscan a él. Y cuando le encuentran, machaca a su oponente con su «mano derecha del demonio», porque Seiji puede que no sea muy buen estudiando pero es todo un atleta y un luchador. Pues justo en esa mano aparece Midori, una chica que lleva años enamorada de él y que se ha limitado a observarlo desde la distancia. Cuando se encuentre en la mano de su amado Seiji se volverá loca de felicidad y a partir de aquí se apañarán como puedan para convivir bajo esas circunstancias.
   
   Contra la serie se pueden argumentar varios puntos algo discutibles. Uno, el hecho de que Midori cambie tan drásticamente de personalidad: son dos chicas opuestas según esté en la mano de Seiji o vuelva a ser ella misma, en persona. Una respuesta podría ser que la Midori de la mano se libera al estar en una situación tan extraña, pero es que entonces nos encontramos con el segundo inconveniente: ¿Seiji se enamora de la verdadera Midori o solo de una falsa Midori producto de esa situación fantástica? Porque uno no puede dejar de preguntarse si no se decepcionará cuando compruebe que la Midori que conoció, la alegre, extrovertida y cariñosa Midori, es algo menos alegre, más introvertida y no tan efusiva. Y un tercer punto: ¿por qué tanta insistencia en que sean las chicas quienes se declaren a los chicos? Sigo sin verlo nada claro, y más en este caso en el que creo que es Seiji quien tiene que demostrar sus sentimientos. .
   
   Por lo demás, un anime tierno, fresco, simpático y con momentos muy divertidos. Graciosa.

3. Encantadora historia de un adolescente que se despierta con su mano derecha transformada en la mitad del cuerpo de una joven.
   
   Combina como ninguna en cada episodio toques emotivos con mucho humor y algo de acción.
   
   La serie engancha desde es segundo episodio.
   
   Del final cabria esperar algo mas, pero sobre todo te queda la angustia de pensar que no han hecho mas episodios, se hace muy corta.

4. ¿Qué pasaría si tu mano derecha fuera una linda chica y a ella le gustaras? Pues pasaría lo que ocurre en esta simpática serie. Midori no Hibi es una comedia romántica que relata los días que pasan juntos Seiji y Midori, pero que a diferencia de la mayoría de comedias románticas escolares sin gracia alguna esta te da tu ración de momentos divertidos con esta pareja y los personajes que les rodean. Las bromas van desde como Midori arrastra literalmente a Seiji por el suelo y este se golpea, pasando por la actitud exagerada del protagonista, hasta las múltiples películas que se monta Ayase en su imaginación. Además, en esta serie se respira un aire inocente y agradable porque sus personajes tienen poco de maliciosos, aunque Midori a mona e inocente no le gana nadie. En general, les cuesta bastante admitir lo que sienten a la mayoría de personajes, causando situaciones embarazosas para ellos. Pero no todo son risas, tiene su parte triste o dramático debido a la preocupación de su madre y compañeros por su ausencia. Sin olvidar que la pobre Midori se plantea si deben seguir así en vez de si sería mejor tener una relación normal.
   
   El mayor problema de la serie lo encontramos en que esta es una adaptación del manga con el mismo nombre. Creo que la adaptación estuvo bien, pero se nota que podría haber sido más larga y quedaría mejor si se doblara la cifra de capítulos. Por eso no aparecen personajes en la obra como la extranjera o el científico loco. Su final también resulta bastante insatisfactorio ya que esperábamos algo más (spoiler). Otros aspectos que añadir serían su diseño algo soso y anticuado de personajes, predominando los típicos delincuentes de instituto que buscan bulla con Sawamura.
   
   Su mayor punto son sus personajes siendo casi todos ellos muy queridos y con los que puedes empatizar. El protagonista, Seiji Sawamura, es un estudiante de 17 años que siempre se mete en peleas aunque el desea tener una novia con la que pasar sus días de estudiante. No obstante, este siempre es rechazado. Midori es otra estudiante pero de un colegio de élite que está profundamente enamorada de Seiji. Su personalidad cuando se convierte en su mano es la de una chica extrovertida y divertida que no duda en demostrar su amor. Pero en realidad, ella era tímida y callada por lo que nunca pudo decirle lo que sentía. Su enamorado también conforme estrechan su relación cambia volviéndose más tranquilo y enamorándose de ella, hasta el punto de sentirse solo cuando se marcha.
   
   Los demás personajes también tienen bastante chispa y gracia como Takako Ayase, una chica muy seria que se enamora de Seiji cuando la protege de unos delicuentes. Ella es muy torpe y evita poner en palabras lo que siente por eso no logra que se fije en ella (a pesar de su gran empeño) . Otro es Shuichi Takamizawa, un friki de las figuras y muñecas que descubre el secreto de Midori y nos hace reír con su obsesión por ponerle vestiditos.
   
   En conclusión, encontrarás pocas comedias románticas shonen como esta y si deseas pasar un buen rato échale una ojeada. Mi nota es de 7,50.