Los diablos del Pacífico
Sinopsis de la película
Sam Gifford, un terrateniente del Sur casado con la hija de un coronel, y que trata mal a sus trabajadores de la plantación de algodón que posee, comprende lo equivocado de su postura al tener que enrolarse en las tropas americanas durante la Segunda Guerra Mundial, donde tiene que compartir tristezas y penalidades con compañeros de todas las capas sociales.
Detalles de la película
- Titulo Original: Between Heaven and Hell
- Año: 1956
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
6
28 valoraciones en total
Venia yo de pasar las Navidades del año 2006 con mi familia en Bilbao, cuando en el autobús que me traía de regreso a Elche, me pusieron esta magnifica película del gran Richard Fleischer, lo cual me emocioné al verla dado que sentía una gran curiosidad por ella y en general por el género bélico, y francamente no me decepcionó en absoluto, ver a un jóven Robert Wagner encarnando al despreciable terrateniente Sam Gifford que finalmente se verá obligado a luchar en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial y a partir de ahí, que este se empiece a dar cuenta de todo el mal que ha hecho en vísperas del mencionado conflícto bélico.
Me soprendió y mucho con que profesionalidad Fleischer supo sacar provecho de una historia a simple vista y nada épica, para convertirla en una obra madura y adulta que en mi más sincera opinión, ha superado y mucho el paso del tiempo hasta nuestros días, y de como este nos muestra, incide y desnuda para mostarlo ante el público, el perfíl psicológico del protagonista principal, sus miedos, inquietudes enfrentado contra si mismo, teniendo como compañia a sus compañeros de armas en el infierno de la guerra como telón de fondo de esta emocionante historia.
Desgraciadamente es uno de los títulos menos conocidos y más infravalorados de su director, que yo recomiendo y revindico su visionado para recuperarlo en su posteridad por que sincermante es una película que merece verse.
Su título original traducido literalmente del Inglés al Español seria ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO un título que posteriormente apareció publicado en un libro biográfico de Carlos Losilla y José A. Hurtado decidado al la persona de Fleischer sobre su vida personal y su trayectoria cinematográfica,y que fué publicado hace 10 años por el Festival Internacional de Cine de Gijón y la Filmoteca de la Generalitat Valenciana del cual yo personalmente desconozco en estos momentos, si queda algún ejemplar publicado en las librerías y bibliotecas de España.
A menudo, en las décadas de los años 50 y 60, al público se le vendían como películas de guerra lo que en realidad no eran más que melodramas románticos con un secundario trasfondo bélico. Y realmente eran un latazo. No obstante, a pesar de que esta producción es de 1956, descubro con alivio que Los diablos del Pacífico prescinde casi por completo de las contaminaciones amorosas y se centra en los tiros, los cañonazos y demás elementos del verdadero cine de guerra.
La película tiene una doble moraleja: 1ª:- que siempre viene bien una cura de humildad si no eres más que un ricachón despótico e imbécil, y 2ª.- que la práctica del capitalismo salvaje (la explotación, bajos sueldos y un retroceso casi a la figura del siervo de la gleba) es algo negativo y censurable. Un toque social, aunque no lo suficiente para cuestionar al propio capitalismo.
Los diablos del Pacífico no es un film que haya mantenido en vilo mi atención, pero reconozco que sí hay movimiento y resulta una obra atractiva para los aficionados a este género.
Ahora bien, si nos ponemos algo serios a la hora de analizar el guión vamos a encontrar más de una subtrama mal resuelta.
No creo que lo que voy a comentar suponga destripe alguno.
–El coronel está como una rosa -sí, es algo viejuno para un mando en primera línea- cuando habla con su yerno (Robert Wagner) en la tienda de campaña, y poco después le llega de repente a éste la noticia de que su suegro está muerto. ¿Pero de qué? En el cine casi nunca se dejan estos cabos sueltos.
–El director Fleischer nunca explica en la película qué hace el capitán Waco (Frederic Broderick) encerrado continuamente en su choza con dos soldados jovencitos, rubios, muy parecidos el uno al otro y siempre en camiseta de tirantes. A ver: el espectador obtiene datos acerca de que el capitán Waco es algo extravagante y que parece un tanto perjudicado en su lucidez, ahora bien, hoy en día, eso de tener a dos jovencitos en camiseta encerrados de continuo con él en su choza de mando da lugar a especulaciones sobre su presunta ambigüedad sexual. Y lo curioso, por otra parte, es que el capitán Waco no tiene ni rastro de pluma. Tal vez la novela sea más explícita al respecto, pero el guión lo deja sin resolver y deja más que dudas sobre la heterosexualidad del capitán.
–¿De qué le vienen los temblores de manos y ocasionales a Robert Wagner? En la película no se da explicación alguna acerca de este hecho. Otro fallo del guión.
Es por eso que a Los diablos… no le he dado más que un 6. Me parece una cinta bélica entretenida, pero con los fallos citados y la carencia de suficiente carga dramática, que sí está presente en otras muchas producciones de guerra.
Robert Wagner, Broderick Crawford y Buddy Ebsen protagonizan este apasionante drama acerca de un recluta durante la Segunda Guerra Mundial.
Sam Gifford (Wagner) es un joven y próspero hacendado de una plantación de algodón que no siente compasión por nadie, en particular por sus propios aparceros en la explotación agrícola de su finca.
Pero, cuando entra en combate, ha de responder ante un oficial sádico (Crawford) y entonces tendrá que depender de la amistad de un aparcero (Buddy Ebsen). La película recibió una nominación al Oscar por mejor música.
Es la historia de un joven combatiente que va experimentando un cambio a medida que transcurre la guerra contra los japoneses, lo que antes era despotismo y orgullo se va convirtiendo en comprensión y camaradería.
El film nos presenta una imagen de la guerra bastante patética. Nos muestra, a un oficial cobarde y sicótico, Capitán Waco Grimes (Broderick Crawford), quien insiste una y otra vez en que no le llamen Señor.
Un sargento, Sam Gifford (Robert Wagner), tras ser degradado al rango de soldado raso por agredir a un teniente, es enviado a una posición avanzada, en una de las islas más peligrosas del Japón, por estar muy cerca de las líneas enemigas y expuesta a continuos ataques.
La película sorprende por su grado de veracidad dada la época. Este realismo se aprecia en las escenas de acción, que por lo general son breves pero están muy bien filmadas, especialmente las secuencias del desembarco en la playa.
Buddy Ebsen (1908-2003), fue un bailarín que se convirtió en actor y se volvió famoso con dos series de televisión. The Beverly Hillbillies (1962-1971), en su papel como el padre de una familia campesina que se hace repentinamente rica y se muda a una mansión de Beverly Hills lo catapultó a la fama, la serie atrajo a más de 60 millones de espectadores.
La otra serie de televisión fue, Barnaby Jones (1973-1980), donde personificaba un investigador privado obligado a regresar al trabajo, luego de retirarse para resolver el crimen de su hijo, que se había encargado del negocio.
Broderick Crawford (1911-1986), versátil actor, de gran capacidad interpretativa, que fue capaz de interpretar gran cantidad de personajes distintos. Debuta en el cine en 1937. A finales de los 40 le llega su mayor éxito con All the Kings Men (1949), la película fue todo un éxito ganando varios Oscar entre ellos el de mejor película y el de mejor actor que recayó en Crawford.
En la década de los cincuenta comienza a trabajar en televisión, medio al que se adapto perfectamente, tras trabajar en diferentes series protagoniza la serie Highway Patrol (1955-1959) que se emitiría durante cuatro temporadas.
Esta película ha sido subvalorada dentro de la vasta y variada filmografía de Richard Fleischer. Pero creo que debe ser revalorada, ya que a pesar de tener más de 50 años, sigue siendo una pelicula muy actual, bien filmada y con buenas actuaciones.
Altamente recomendable
Cinta bélica con elementos bastante interesantes, firmada por el autor de, entre otros, la magnífica Los vikingos o las dos maravillosas sobre estranguladores, El estrangulador de Boston y El estrangulador de Rillington Place , por citar solo algunas. Aunque su extensa filmografía ha sido algo irregular, tenemos aquí un director que sabe muy bien lo que hace a la hora de narrar y con el cual pasaremos buenos ratos.
Esta que nos ocupa, va de un señoritingo terrateniente del Sur, un pijo vámos, que trata despóticamente a sus jornaleros en sus campos de algodón pero que al alistarse para combatir en la II Guerra Mundial y pelear codo a codo con colegas de todas las extracciones sociales y después de un baño de humildad, empezará a valorar al ser humano en su justa medida.
El guion es simple pero eficaz. Nos mostrarán la evolución de este muchacho ( sin excesiva profundidad), al tiempo que nos ofrecen aventuras bélicas muy bien ejecutadas, siendo el resultado, un film muy entretenido pero sin aspiraciones.
Con unos secundarios estupendos, esta cinta no pasará a la posteridad, pero resulta un trabajo bien hecho.
Arriba Fleischer. Otro gran director que no merece ser olvidado.