Los consejos de Alice
Sinopsis de la película
El alcalde de la ciudad de Lyon (Francia), Paul Théraneau, se encuentra en una posición delicada. Tras pasar 30 años en política se empieza a a quedar sin ideas y siente que sufre una especie de vacío existencial. Para superar esta adversidad, Paul decide contratar a una brillante filósofa, la joven Alice Heinmann. Entre ambos se desarrolla un diálogo en el que sus respectivas personalidades cambian drásticamente su forma de ver y entender el mundo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Alice et le maire
- Año: 2019
- Duración: 104
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Opinión de la crítica
Película
5.7
47 valoraciones en total
Vemos como el análisis es certero y directo. Se sumerge elocuentemente en esas diatribas que la sociedad actual genera por sus vicios y necesidades, por sus inyectas formas de relacionarse e interactuar. Con la palabra como ejemplificación los protagonistas asisten en una especie de catarsis moral a todos esos dilemas que los acucian sin necesidad de distinguir entre necesarios y necesitados. Análisis profundo del papel que jugamos en la sociedad de esa élite político-cultural que nos rodea y que la diferencia sin necesidad de erigirse como adalid del progresismo. A veces, entre el guion se cuela humor, digamos que en toques sarcásticos, que duelen más que irritan, pero son certeras escenas que divagan sin cortapisas sobre lo que nos ha llevado a esta situación. El verismo de sus personajes, la retórica y soltura de sus palabras y acciones inciden en la situación y su observación interesada. Las tramas enriquecen esas actitudes y las transforman dando profundidad a los protagonistas. La resolución queda corta, casi superficial ante todo lo que se abre en el debate de las tramas, pero no por ello deja de despejar dudas. La dicotomía actual de palabra y acción ejemplificada con calidad y tesón.
*Las ideas y el vacío existencial
El relato aborda en la desmotivación para crear pensamientos reflexivos. Alice (Anais Demoustier) inicia labores en el gobierno de Lyon, Francia. No cuenta con grandes expectativas para encontrar un propósito en su vida. No obstante, se da un cambio paulatino tras conocer a Paul (Fabrice Luchino), el alcalde de la localidad.
La modestia es el punto de partida en Los Consejos de Alice. El realizador Nicolas Pariser, con sutilidad, enfatiza en las conversaciones de los protagonistas. Con vidas solitarias, desarrollan una amistad, así como reflexiones en temas como el tiempo libre.
Así, resalta su esencia existencial.
*La observación a la política y el socialismo
A su vez, Los Consejos de Alice retrata también en las capacidades políticas.
El desgaste del alcalde se refleja en sus discursos. El enfoque social cobra importancia en la trama. Busca confrontar las ideas sobre las causas del movimiento de izquierda, sugiriendo una cercanía a la gente sin frivolidad.
El moderado movimiento de cámara enfatiza en deliberaciones y en el intercambio intelectual. Coloca perspectivas de autores como Orwell y Rosseau. Todo ello contextualiza en la filosofía. En cuanto al aspecto político, en la propuesta del partido que contempla a Paul como aspirante presidencial.
Alice se verá confrontada en su trabajo como integrante del gabinete. La joven halla escepticismo y rivalidad a causa de su creciente amistad con el alcalde. La trama entrelaza una reflexión sobre lo superficial que puede ser la política.
*La irregularidad de ‘Los Consejos de Alice’
Sin embargo, el guion de Pariser descuida su propuesta. Las tramas secundarias dominan en los aspectos comunicativos y gubernamentales en una alcaldía.
Los diálogos sobre filosofía son irregulares. En ellos hay un poco de superficialidad. Debido a ello, pierde presencia conforme el relato avanza y confronta las frustraciones personales de Alice y Paul.
*Conclusión
Los Consejos de Alice es una propuesta pulcra y amable sobre las decisiones y el motivo existencial.
Sin embargo, aborda hacia los aspectos filosóficos sin suficiente profundidad.
Escrito por Mariana Fernández
Nicolas Parisier nos presenta su segundo largometraje, una comedia política protagonizada por el veterano Fabrice Luchini y la joven Anaïs Demoustier, en la que se contrastan ideas políticas con otras filosóficas. Su primer trabajo fue El gran juego, un inquietante, aunque algo fallido thriller dramático presentado en el Festival de Locarno. Los consejos de Alice formo parte de la Quincena de realizadores de Cannes y aquí en nuestro país la pudimos ver dentro de la sección Perlas del Festival de Cine de San Sebastián.
Nos cuenta la historia de Paul Théranau, político con aspiraciones de liderar el Partido Socialista a nivel nacional, mientras es alcalde de Lyon. Su vida política está completamente en crisis, siente que se le han acabado las ideas y que no tiene ninguna motivación.. Su vida cambiará cuando se incorpore a su plantilla Alice, recién licenciada en la universidad de Oxford. Su función desde el principio no está muy clara, aunque poco a poco se va involucrando y va cogiendo protagonismo. Entre los dos surgirá una relación muy especial, porque se necesitan mutuamente.
Es verdad que no es muy habitual que nos llegue cine político desde el país vecino, estamos más acostumbrado a todo tipo de comedidas dramáticas. Por eso es de agradecer alguna de vez en cuando. En ningún momento el director pretende convencer a nadie, más bien pretende mostrar como funcionan los procesos electorales, ya que son un escenario propicio para la confrontación de ideas. También se cuenta de manera muy explícita la debilidad que viven hoy en día nuestras democracias.
La película se va tejiendo poco a poco, el director da todo el protagonismo a la palabra de sus protagonistas y a esa lucha de poderes que en todo momento se va disipando en el ambiente. Parisier juega en todo momento con el espectador y hace cuestionar el verdadero propósito del poder a través de la mirada limpia de Alice. La joven entra en una auténtica ratonera en donde la ambición y la lucha entre lo real y lo ideal está asegurada.
Tengo que reconocer que no es una película fácil y que puede echar para atrás a mucha gente, es difícil seguir su estructura narrativa y su puesta en escena. A mí me atrapo y aunque tiene algunos agujeros en su guión me pareció muy interesante. Los dos actores protagonistas están muy bien y siempre es una delicia poder ver en pantalla a Anaïs Demoustier.
Lo mejor: Como muestra los entresijos de la política y sus actores protagonistas
Lo peor: Cuesta seguir su ritmo.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
En un momento en que todo tipo de charlatanes y voceros populistas intentan desprestigiar la política, de forma que las dos palabras de mi título parecen antitéticas (de hecho, ya se ocupan los propios políticos, salvo honrosas excepciones, de desprestigiar su oficio), es interesante echar un vistazo a esta pequeña película, si bien aquejada de un exceso de verborragia. Una joven filósofa sin la menor experiencia en el campo de la política es captada por el gabinete de imagen del alcalde de Lyon para darle ideas. El alcalde, un socialista honrado y recto, se encuentra falto de nuevos conceptos tras 30 años de dedicación a su carrera. Entre la novata y el veterano se establecerá una relación de insólita complicidad, hasta el punto de que sus asesores ponen en cuestión la labor de la joven cuando el alcalde sopesa presentarse a presidente de la República… Estamos ante la típica película francesa en que el guión, los diálogos, es lo primordial, antes que la acción o el encadenamiento de situaciones, de modo que quienes teman aburrirse con las continuas disquisiciones que relacionan la ética, la estética, la moralidad y el trabajo político pueden quedarse en casa. Nos zambullimos en el mundo desconocido que existe más allá de los titulares periodísticos y las fotos acompañantes, descendemos a las catacumbas de lo que se cuece tras esos imponentes muros que albergan ayuntamientos, en este caso, palacios presidenciales o sedes de partidos políticos. Una inmensa maquinaria trabaja para llevar adelante no sólo la labor externa, la que percibe el pueblo, los súbditos, sino las ambiciones personales de quienes han sido ungidos con el poder. La cinta es un mano a mano apasionante entre un Fabrice Luchini cada día más superlativo y una Anaïs Demoustier que se crece ante el maestro y ofrece la interpretación más completa de su ya dilatada carrera, pese a su juventud. Lo mejor de Los consejos de Alicia se concentra en los encuentros entre ambos, en ese placer visible que sienten dos artistas al dar lo mejor de sí mismos.. Pero el espectador ha de ser paciente y acomodarse al ritmo de las imágenes y a la espesura de unos diálogos no aptos para todos los públicos, y no me estoy poniendo estupendo, sino realista. Hay a quienes les sonará a chino lo que están oyendo. Para apasionados de la política y/o la filosofía.
Bien si te engancha la pareja protagonista, mal si no.
La historia que nos cuentan parte de una situación poco realista y casi cómica, y se basa en la relación entre un veterano político y alcalde, que vive para la política pero está quemado y sin ideas, y que como estímulo intelectual introduce en su equipo personal a una jóven novata recién contratada.
El desarrollo de la trama baila a trompicones entre la comedia y el drama ligeros. Y todo lo que rodea a los protagonistas, los intríngulis del ayuntamiento, las disquisiciones filosóficas y políticas, y unas pocas anécdotas personales, está tratado de forma muy superficial y en ocasiones absurda.
En fín, que como la película tiene poca sustancia, es la pareja protagonista la que dicta el resultado: si te resultan atractivos y medio te los crees, la película te será agradable de ver, si no, un tostón.
A mí me resultó agradable, a la persona que me acompañaba, un tostón.