Lomax the Songhunter
Sinopsis de la película
Alan Lomax (1915-2002) era un coleccionista, pero no un coleccionista cualquiera. Durante gran parte de su vida, viajó por el mundo con su grabadora para cazar las mejores canciones folk. Cuando Rogier Kappers, el director, visita a Alan Lomax para entrevistarlo, descubre a un Alan que no puede hablar por culpa de una hemorragia cerebral. El director decide, entonces, buscar a las personas que Lomax había grabado años antes. El viaje lo lleva a través de las desoladas islas escocesas, el interior deshabitado de España o los pueblos de montaña aislados de Italia. Kappers se encuentra con aquellos que Lomax convirtió en artistas: granjeros, trabajadores, amas de casa, pastores…, todos dan la mejor parte de sí mismos para cantar la canción más bonita. En esta road movie pasional y musical, descubrimos lentamente por qué la música folk puede ser tan bella y cuál es el tesoro que había poseído, en aquel tiempo, Alan Lomax.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lomax the Songhunter
- Año: 2004
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
6.7
51 valoraciones en total
Cada tradición tiene su propio lugar en el esquema de las necesidades de la humanidad, pero su matrimonio forzado produce descendencia enclenque. Tal vez nuestras óperas folclóricas estadounidenses provienen de las fuentes que menos esperamos. Tal vez de un chico universitario que ha aprendido a tocar el banjo de cinco cuerdas y guitarra con estilo folk, o de alguna hillbilly aún desconocida, que desarrolla una auténtica música folk estadounidense. Una vez que el hábito de grabación de campo se apodera de ti, es difícil de romper. En esos momentos surge una estrecha intimidad con el amor musical. El intérprete da su más fuerte y profundo sentimiento, y, si es un cantante de folk, esta emoción puede revelar el carácter de su comunidad.
En una conferencia de verano celebrada en 1949, en la que se trataban los problemas de folklore internacional, propuse a mis colegas crear un comité encargado de publicar una serie de LPs de la música popular de todo el mundo. Diez días después yo estaba navegando por Europa con una cinta Magnecord nueva en mi caravana y la música popular del mundo como mi destino. Me aseguraron con altanería mis amigos en el muelle que el trabajo me llevaría no más de un año. Era julio de 1958 cuando volví a casa con 20 de las 40 cintas completas. Diecisiete discos en total, cada uno captura la música folklórica de las diferentes áreas, y editado por el experto más importante en su campo en particular, fueron publicados por Columbia, y once discos de la música folk de España editada por Westminster.
En el verano de 1953, fui informado por la Columbia de que la publicación de mi serie dependía de un registro de la música popular española. Así, tragando mi disgusto por la figura del Caudillo, me dirigí a una conferencia sobre el folclore en la isla de Mallorca con el objetivo de encontrar a un editor español. Vi que en España, el folclore no era una mera fantasía y entretenimiento. Cada pueblo español era un sistema autónomo con la tradición cultural penetrando en cada aspecto de la vida, y fue este sistema de tradiciones, a menudo costumbres paganas, el que había sido la armadura espiritual del pueblo español contra las muchas formas de tiranía que se les imponen a través de los siglos. Fue en su folclore heredado por los campesinos, los pescadores, los arrieros y pastores que conocí, donde encontré los modelos para un comportamiento noble y ese sentido de lo bello, que los hizo amigos míos.
Nunca fue difícil encontrar los mejores cantantes en España, porque todos en su barrio los conocía y entendía cómo y por qué eran los mejores estilistas en su idioma particular. Tampoco, salvo entre los hambrientos del sur, las personas pidieron dinero a cambio de sus baladas. Yo era su huésped, y más que eso, un alma gemela que apreciaba las cosas que encontraba hermosas. Por lo tanto, un folclorista en España encuentra más sentidos en la canción inculcando la amistad por la vida y renovando su fe en la humanidad.