Lo bueno de llorar
Sinopsis de la película
Narra la historia del fin de una relación de pareja que sucede en una noche en las calles de Barcelona. A través de diferentes situaciones y conversaciones, la pareja desvelará los secretos más íntimos de su relación.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lo bueno de llorar
- Año: 2007
- Duración: 80
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Opinión de la crítica
Película
4.7
57 valoraciones en total
Así me he quedado tras verla. Todavía no sé muy bien si es que no he entendido la película o si realmente es tan lenta, como me ha parecido y se queda en un intento de conseguir emocionar.
Nada más empezar la película me encontré con esa sensación de a ver si pasa ya algo . Lo malo es que ese algo no llega. Ni siquiera cuando por fin empiezan a hablar, la conversación se queda corta, los silencios en vez de pausas dramáticas son desesperantes….
Me parece que la historia podría dar para más, pero con lo que hay he de decir que la hora y diez que dura se me ha hecho eterna.
Álex Brendemhul tiene una habilidad innata para participar en películas raras, insólitas y cuasi-malditas. Igual que sus interpretaciones. Y esta Lo bueno de llorar tiene ambas cosas: Álex tiene una interpretación minimalista y la película es igual o más de minimalista. Es una de esas películas que no tiene ni tendrá nunca aceptación popular y que algunos, muy pocos, raros nos gusta y mucho. Encontrar y dar con este tipo de películas no es fácil, porque para empezar no se estrenan. Y hay que dar con ellas de casualidad, como me ha ocurrido a mí, que un sexto sentido me dijo: ve y luego juzga (tengo más de un prejuicio con el cine español, sus tics y eso).
La vi y me quedé sin habla. Poco hablan en la película. Doce minutos pasan sin que nadie pronuncie palabra. Los dos personajes principales, Álex y Vicenta Ndongo, son una pareja a la que les cuesta decirse cosas. Por qué. Podemos deducir, a tenor de lo que el director, Matías Bize, nos muestra, que son una pareja en crisis, que están a punto de romper o que incluso ya han roto y se están despidiendo, todo en una noche (similitudes formales con Delpy-Hawke en sus amaneceres y atardeceres). Todo sucede en esa noche en la que sentados, caminando o en una discoteca, poco hablan. Y lo poco que hablan es para darnos in formación al espectador pero sacando con sacacorchos lo que les pasa a ambos. Y lo que les pasa es… el amor, simple y llanamente. Porque esa cosa llamada amor no es ni blanco ni negro, es la consabida gama de grises. Y de eso habla la película, de la infinita gama de grises por la que una pareja (sin saber por qué) pasa en una relación.
Porque si todo fuera negro o blanco (Ndongo y Álex, áfrica y raza aria), todos viviríamos en un mundo feliz. Ah no, eso sería Jauja. Aquí toca darse de bruces con la realidad, con los sinsabores, con las crisis, con los silencios, con los hoy me duele la cabeza, cariño, con las dudas, con los ¿hoy te quiero menos que ayer?. Y es que a veces es mejor callar.
El amor es lo que tiene. Y la película (una película romántica a su manera, pero romántica al fin y al cabo), desconocida, fuera de los ámbitos comerciales, denostada (media de 4’6 en FA) me parece una pequeña maravilla porque cuenta cosas sin decir mucho. Y eso sólo lo puede conseguir el cine.
He visto otras películas de Bize, y bien, el ritmo es lento en general, pero los temas son tan cotidianos que de alguna manera enganchan, se aguanta porque dirige bien, porque llega, uno se siente identificada, la película te deja algo..
Este director es original por lo minimalista, pero no hay que pasarse!!
Realmente la película no habla de nada, el guión es flojo, los actores regulares, de hecho se notan falsos, uno no les cree, química cero.
La película es el registro de una noche por Barcelona en la vida de una pareja, ex-pareja o una pareja en decadencia, como sea es un dúo bastante triste y aburrido (al menos para ver una noche de ellos en el cine).
Grabada casi en tiempo real como las películas de Bize, la idea parece buena, pero cuando crees que la película se pondrá interesante, la pantalla te aterriza a la realidad y vuelves entonces a ese ritmo atroz que se parece a la vida misma en una noche en que deambulas por la ciudad sin encontrar una buena fiesta.
Está llena de silencios que hacen la película más insoportable, aunque pareciera que se busca forzosamente poner más misterio a todo el asunto o yo que sé, dejar al espectador decidir qué futuro le ponemos a este parcito, pero después de unos 30 minutos de película, a nadie le importa.
Le pongo un 4 porque te deja pensar sobre tu propia realidad y sobre la película ya terminada, y ese momento es mejor que la película en sí.
Con escepticismo fui a ver esta película, y es que los trabajos anteriores de Bize no me habían entusiasmado, pero si reconocía que habían intentos de hacer cosas nuevas en el cine, y ahora además contaba con el apoyo de finanzas extranjeras para poder realizar su película.
Pero me sorprendí de muy mala manera, al toparme con una película sin punto de vista claro que refleje al autor, los personajes deambulan superficialmente en la historia, la construcción y desarrollo de estos es muy pobre al finalizar el film, la técnica (un trabajo basado en los travelling) no otorga nada nuevo, ni refuerza la tensión que debiera sentirse en los personajes, la historia daba para un poco más, pero el guion cuenta con más de una vuelta llevada de manera muy superflua y débil, se nota que el cambio de guionista afecto a la realización.
Al salir de la sala de cine en el festival de Valdivia, me sentí estafado, porque la muestra de nuestro trabajo como país al extranjero sea algo de tan poca calidad, y decepcionado que un proyecto tan débil haya sido financiado mientras otras ideas se quedan en el tintero sin presupuesto.
Pd: ¿qué paso con el final?, no pudo haber sido un final más barato, superfluo, ingenuo y siútico