Liberxina 90
Sinopsis de la película
Romy conoce accidentalmente a un grupo de activistas revolucionarios que quieren cambiar el sistema con una sustancia llamada Liberxina, para que las masas logren pensar por ellos mismos y que no sean manipulados por lo falsos gobernantes.
Detalles de la película
- Titulo Original: Liberxina 90
- Año: 1970
- Duración: 84
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Opinión de la crítica
Película
5
33 valoraciones en total
If theres been a way to build it,
Therell be a way to destroy it,
Things are not all that out of control.
Crest, Stereolab
A Liberxina 90 le sobran muchas cosas. Fácil un tercio de metraje, el conformado por la necia herencia del JL Godard de la pancartita cuqui, el Godard de las niñas modelos sosías de las muchachas de La Chinoise simulando defender el marxismo científico frente a los chulazos también modelos que abogan por el situacionismo. Ese lastre, la vergüenza ajena que se pasa con gran parte del cine contracultural sesentas y setentas que se tomaba al Godard politizado por un modelo válido en lugar del bufón inconsciente que resultaba ser, pesa mucho. Y eso que cuando los debates toman cariz Foucaltiano sobre la psicopatología a modo de herramienta para apartar con la venia legal a las disidencias la cosa torna interesante.
Ahora bien, lo mismo que le sobra lo anterior qué barbaridad lo otro que da. Liberxina 90 aporta unas cuantas ideas de las que no es raro conjeturar con que realmente películas contraculturales más famosas sean de la forma en que fueron gracias a mostrarse la obra de Carles Durán en varios festivales europeos. Ni un minuto de metraje y se ve a un fugitivo en medio de las dunas de una playa huyendo a velocidad absurda de una patrulla militar, con planos intercalados de la sombra de un helicóptero que también le pisa los talones. El helicóptero y el jipi tirándole el fuera de juego a su sombra es, en esencia, Figures In A Landscape, una joya menor de Joseph Losey que viera la luz un año después de Liberxina 90. Lo otro, el chanclas evitando a los paramilitares, es la semilla de la inmensa e imprescindible Punishment Park del no menos esencial Peter Watkins. En forma y fondo. E incluso avanzada la peli un tribunal va leyendo con burocrático tono desganado a una serie de jóvenes variopintos los delitos de los que se les acusa a cada uno de ellos. De nuevo Punishment Park, concretamente el tribunal militar de campaña que no deja de ser un paripé para colgar delitos de sedición a todo elemento subversivo y ya así proceder a darle matarile. Y la idea de la liberxina como elemento para permitir el pensamiento independiente y crítico –y, por lo tanto, detonar una revolución popular- no deja de ser la base del Decoder de Muscha.
Esta genial obra al alimón de Don Carles Durán y el inigualable Joaquín Jordá no deja de ser en el fondo un anhelo que toma del Gas-s-s-s de Roger Corman, autoexplicativa ya desde su subtítulo It Became Necessary to Destroy the World in Order to Save It. Un anhelo inherente a la juventud acerca de cambiar todo lo horrible del mundo a mejor vía la previa destrucción, un caos piadoso y más humanista que anarquista en realidad. Se cuenta que el señor Durán, se aquellas joven, se tuvo que comer casi dos años de interminables luchas burocráticas y legales con censuras y comisariados para poder estrenar la película, llegando al absurdo de lo que le imponía añadiese la censura franquista para compensar desequilibrios de izquierdas en lo ideológico en los festivales requerirle lo suprimiese, llegando una y otra vez al punto de inicio tras dar un millón de vueltas. Ese meterle en la casa de locos de Las 12 Pruebas de Astérix hizo que el buen hombre no volviese a dirigir en la vida más allá de un par de cortos documentales irrelevantes. Y es una auténtica lástima, tenía un potencial enorme.
Este thriller de contenido social tiene un pase, al principio promete bastante con un cierto surrealismo y desolación, que hacen al protagonista Luis bajar haciendo la croqueta por una escalera de un parque público. La estética setentera es algo que me atrae también, el problema es que a mitad de la cinta Luis y su amigo Doc se empiezan a poner pesados queriendo concienciar a sus chorbas con tal de conseguir el despertar revolucionario de las masas, la película deja atrás lo extravagante y entramos en lentitud y falta de ideas, falta de cariño. Frialdad excesiva e intelectualismo sin miga es lo que veo yo. La liberxina debería ser diverxina pero de eso haber no hay. La música y el sonido del teléfono que podemos apreciar aquí no ayudan a que el conjunto despegue. Se la dejo para seguidores del cine minoritario y para admiradores de la arquitectura del periodo pre-Fresita catalaniana, como es mi caso.
Cómo habitual de territorios Intxaurróndicos, aprecio de manera especial películas que a priori pudieran parecer una bizarrez que roza el frikismo cuando sobre todo se trata materia revolucionaria.
Señores esto es puro neorealismo anarcoburgués. Pregunten por los guetos ideológicos y vean.
Millones de historias de ciencia ficción le asombrarán una y otra vez, conspiraciones, espías, triángulos o incluso orgías amorosas que penden de las afinidades del momento.
Esto es un sueño más, de esas zonas donde realidad se mezcla con ficción, donde siempre hay una teoría pero nunca hambre y donde surgen mil proyectos los cuales ya lo llevarán a cabo los pringados de turno.
Intelectuales universitarios que tienen la clave de los desastres mundiales, hasta que consiguen sus cómodos puestos de trabajo o tienen éxito escribiendo libros sobre sus ideas.
Todos sueñan con tener una camiseta con su cara, pero ninguno se manchará las manos con la sangre de los caídos, elaborarán preciosas y difíciles dicotomías sobre el aspecto y lo expondrán públicamente (entre los que ya lo saben) con las manos bien limpitas, demostrando así su elocuencia y su razón. Llegará un día en que dirán que han madurado y se mostrarán como dignos servidores de la democracia formando un partido político o se haciéndose abogados de renombre, en ambos casos con el tiempo siempre saldrán trapos sucios con su nombre. Esto ya es casi una ley de vida.
Eso si ya hablando enserio, la película es una rareza Íbera de cuando Paco aún andaba de jarana, no es un peliculón pero es interesante por la época en que fue hecha, por ser un intento valiente de contar una idea de la que en el cine de la tierra pocas veces se ha hablado sin poner un marco de guerra civil. De hecho un tema muy censurado cuando se escapa de la literatura, de las típicas utopías y distopías que todos hemos leído alguna vez.
Artísticamente es más una broma que cine, se ven incluso los cortes para algún improvisado efecto especial.Intenta ser poética a veces pero se ve tan forzada que parece una caricatura de si misma.
Aún así creo que es entrañable, por todo lo narrado ya antes. Cest la vie.