Lazo sagrado
Sinopsis de la película
Johnny Mason, un joven abogado recién casado, trabaja para el estricto juez Doolittle, del que es imposible conseguir una subida de sueldo. Para colmo, Johnny tiene que interrumpir su luna de miel por orden de su jefe, que está furioso con él porque deseaba casarlo con su hija Eunice.
Detalles de la película
- Titulo Original: Made for Each Other
- Año: 1939
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
6.1
21 valoraciones en total
Cromwell había cumplido ya los 50. Steward y Lombard 31. Él estaba en un año crucial para su carrera con cinco películas en cartel, entre ellas Caballero sin espada de Capra y ella ya estaba consagrada como actriz de comedia y quería demostrar (lo hace) que también estaba capacitada para el drama o en este caso el melodrama.
El trío por tanto prometía, pero el título no aportaría casi nada a la carrera de ninguno de ellos. Puede que Selznick, el productor metiera más mano de la debida, dado que Cromwell había demostrado y demostraría que era capaz de dirigir con inteligencia, el caso es que la película esta troceada en tres partes zurzidas entre si de forma tosca y cayendo en todos los subrayados y tópicos posibles para tocar la fibra de un espectador de la época, proclive a dejarse llevar por las emociones más primarias.
La abundancia de planos efectistas sobre todo en los dos tercios finales, lastrados con una recargada banda sonora y un fotografía esplendida, para una película de terror, es difícilmente soportable hoy día.
La ligera comedía introductoria no acaba de explotar sus posibilidades, el dúo protagonista algo crecidito para sus personajes, con una imagen demasiado madura de ella, no consigue que empaticemos con sus desventuras sean cómicas o dramáticas, y cada uno se limita a salvar sus escenas individuales con sobrada calidad.
Los secundarios apenas aportan nada y el viento argumental va cambiando de dirección con algunos momentos interesantes (la fiesta de fin de año), para desembocar en una historieta final donde la pretendida tensión nunca es creíble y los efectos sonrojantes.
Drama romántico sobre las vicisitudes de un joven abogado, James Stewart, que se casa con una bella mujer, Carole Lombard, tras ayudarla con una mota que se le había introducido en el ojo.
Hasta ahí tenemos una comedia romántica, con la madre de él torpedeando la relación pues deseaba que se casara con la hija de su jefe, un antiguo juez seco y duro, interpretado magníficamente por Charles Coburn, uno de los mejores actores de carácter de todos los tiempos, sin duda.
Sin embargo, la comedia va derivando en drama con los problemas laborales y económicos del abogado, por lo que en la misma película de tan solo noventa minutos de duración vemos ambos registros donde sus excelentes protagonistas pasan de un registro a otro sin solución de continuidad en este drama romántico que pasa a engrosar mi lista de favoritas.
He de decir que me ha tocado la fibra sensible, y me ha retrotraído al pasado, a otro joven abogado que pasó por semejantes vicisitudes cincuenta años después, y ahí sigue…
Notable, 8.
Comienza lazo sagrado como una comedia de enredos románticos francamente simpática. James Stewart y Carol Lombard se enamoran, se casan y se van vivir con la madre de él, que es Lucile Watson. Él es abogado y trabaja para Charles Cobren, que le complica bastante la existencia. No sigo. Creo que con los cuatro nombres que he mencionado ya es suficiente, un placer verlos y escucharlos, pese a la ligereza del asunto.
El problema es que de tanta ligereza nos llevan de golpe al melodrama más dramático, alcanzando cosas de falta de credibilidad bastante notables, y ahí la película pierde parte de su encanto inicial.
Aun así Lazo sagrado es un aceptable entretenimiento.
Lazo sagrado no es una película que se queda grabada en el recuerdo para siempre, eso está claro. Sin embargo tiene una peculiaridad (para mal y para bien) que la hace bastante curiosa. Cuando se da por sentado que uno está viendo una comedia, el argumento va cambiando poco a poco hasta desembocar en un sensiblero drama. El cambio de tercio confunde bastante, pero por lo menos nos permite, en la misma película, observar la grandeza de dos actores (Carole Lombard y James Stewart) que cambian sus registros de manera genial. Pocas veces nos encontramos ante dos genios que abordan con la misma brillantez drama y comedia en una sola película. La historia nos cuenta los inicios de un joven matrimonio y la lucha del joven, lleno de inseguridades y complejos, para labrarse una mejor carrera en su empresa, incitado por su reciente esposa, que sí es capaz de ver la verdadera valía de su marido. La sombra de la hija de su jefe (el gran Charles Coburn), enamorada de él, será otro problema añadido. El resultado es regular, pero sólo por ver a Lombard y Stewart, merece la pena verla.
Dirigido por John Cromwell, el film se basa en un argumento de Rose Franken. Se rodó en los Selznick Studios, con algunas tomas en NYC sin actores. Producido por David O. Selznick, se estrenó el 10-II-1939 (EEUU).
La acción principal tiene lugar en NYC en 1937/39. Narra la historia de John Johnny Mason (James Stewart), abogado, con 5 años de trabajo en el despacho del juez Joseph M. Doolittle (Charles Coburn). Es trabajador, sincero y muy tímido. Vive con su madre Harriet (Lucile Watson). Con motivo de un viaje profesional a Chicago, conoce allí a Jane (Carole Lombard), idealista y romántica, estudiante de periodismo. Se enamoran e inmediatamente se casan. A partir de entonces han de afrontar un sinfín de problemas.
La película consta de dos partes: la primera es una comedia y la segunda una drama. Johnny y Jane encarnan una pareja de clase media, que ha de convivir con la suegra, soportar sus intromisiones y críticas, afrontar problemas de servicio doméstico, sobrellevar las consecuencias de la crisis económica y ser padres de un hijo que les proporciona alegrías y algunas preocupaciones. La acción se desarrolla en un tono humorístico, de comicidad natural, basada en las incidencias habituales de una pareja de recién casados con problemas de dinero y falta de independencia. Se exhiben los electrodomésticos de última generación: nevera eléctrica, maquinilla de afeitar eléctrica, manta eléctrica y las consecuencias catastróficas de sus averías. El avance de la medicina se evidencia a través del suero experimental para combatir las infecciones por pneumococos y estreptococos, cuando aún no se había ensayado clinicamente la penicilina. La producción farmacéutica y distribución comercial de ésta se inció en EEUU en 1943. Se muestra con orgullo la existencia de edificios neoyorquinos más altos que el Empire State Building. Son escenas destacadas la del viaje en avioneta a través de la tormenta, la desastrosa cena en casa con invitados, el baño del niño, las exigencias de las cocineras Annie y Gilda, la entrevista de Johnny con Doolittle para pedir aumento de sueldo, etc.
La múica, dirigida por Louis Forbes, hilvana composiciones de diversos autores, como Max Steiner, Alfred Newman, Franz Waxman, del propio Forbes y otros, que combinan aires festivos, alegres, románticos y dramáticos. La fotografía, de León Sharmroy ( Cleopatra , 1963), ofrece una narración de excelente caligrafía con contraluces sobrecogedores (Jane y Harriet durante la tormenta), encuadres picados y contrapicados (Jane y Johnny en la escalera), reflejos en espejos que duplican la imagen de Jane, primeros planos de C. Lombard, etc. El guión aporta lances de humor fresco y natural (sordera variable de Doolittle, mal genio de Harriet, etc.). La interpretación de los dos protagonistas es magnífica en los 2 registros (cómico y dramático). La dirección aprovecha la belleza de C. Lombard y la naturalidad de J. Stewart.
Película entretenida, agradable, emocionante y divertida.