Last Shift
Sinopsis de la película
El primer turno de la policía novata Jessica Loren tiene lugar en una comisaría que cerrará sus puertas esa misma noche para trasladarse a nuevas instalaciones. Pero lo que parece una noche rutinaria se convertirá en una pesadilla viviente cuando el líder del culto satánico John Michael Paymon, que se suicidó hace justo un año en esa comisaría, vuelva para vengarse…
Detalles de la película
- Titulo Original: Last Shift
- Año: 2014
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
5.2
70 valoraciones en total
Al principio parece que es una película de serie B con poco presupuesto y muchas intenciones y buenas ideas. Luego descubres que no es serie B y que el argumento es el de siempre, los sustos son los de siempre (primer plano de algo asqueroso con sangre acompañado de música disonante muy fuerte) y el desarrollo y desenlace son los de siempre. Por lo menos, lo que hace, aunque visto mil veces, lo hace de forma correcta. Tampoco pretende mucho más. Creo. Espero. Porque no lo es.
Si te asustas fácilmente y te gustan las pelis de terror de fantasmas, puede que te guste. Si crees que las películas de terror deben ofrecer algo más que sustos fáciles, ahórrate verla.
Una peli de terror que, a pesar de ser un producto estimable y bien ejecutado, no deja de dar la sensación de estar estirando un punto de partida inicial al que no se le saca todo el jugo. Con un mayor empaque argumental y un guión mejor trabajado podría haber resultado un conjunto más entretenido. Y es que en ocasiones el film se hace hasta largo cuando no sobrepasa la hora y media.
Con todo, provee una buena ración de sustos, algunos buenos y otros no tanto, pero todos muy influidos por nombres del género (hay una escena clavada a POLTERGEIST y una aparición femenina deudora del cine oriental de terror contemporáneo, por poner dos ejemplos).
La historia hubiera dado más para uno de esos episodios de MASTERS OF HORROR o FEAR ITSELF que para un largometraje entero. Al menos está cerrada de un modo satisfactorio, aún previsible.
Me topé con esta película que tenía toda la pinta de ser una joya del cine independiente. No sabría si se trata de terror psicológico o de fantasmas (tal vez un poco de ambas) Digamos que no resultó del todo una decepción, en general está buena pero no aporta nada nuevo al género. Los mismos sobresaltos, los mismos sustos, las mismas escenas clichés de siempre. La película por momentos se me hizo algo lenta pero se rescata por algunas buenas escenas de cine de terror clásico y una actuación bastante decente de la protagonista. Se agradece que no se trate de una película grabada en found footage porque ya estoy aburrido de ese formato.
Cabe preguntarse a veces si existe una mano negra en esto del panorama cinematográfico mundial que dicta qué filmes deben alcanzar el éxito y cuáles deben acabar relegados al ostracismo, para luego ser reivindicados como piezas de gran valía para este noble séptimo arte. Y tras visionar Last Shift, la cuestión revolotea por la cabeza de quien esto escribe de manera persistente. Porque es carne de festivales, pero ha pasado prácticamente desapercibida, mientras otras obras menores han rozado la fama y el estrellato.
Lo nuevo de Anthony DiBlasi –responsable de la recomendable Dread- viene a ser una especie de actualización de la casa del terror de toda la vida, pero enmarcando la acción en el lugar que supuestamente vela por nuestra seguridad ciudadana, una comisaría. Demuestra así que cualquier escenario es idóneo para mezclar apariciones fantasmagóricas, sectas masonianas, siniestras llamadas nocturnas y un descenso a los infiernos de la locura que confunde realidad y delirio, haciendo que el espectador se pregunte qué es real y qué no.
Last shift no deja de ser una colección de tópicos del terror y lugares y situaciones ya vistas una y mil veces en el género. Se puede intuir cierto halo a La mujer de negro en su concepción del género como un tren de la bruja con un único pasajero a bordo, y algún que otro paralelismo entre esas figuras femeninas fantasmales atormentadas del cine de terror japonés, o más concretamente de la prodigiosa Martyrs. En este sentido, se la puede acusar de ser efectista y hasta cierto punto previsible, pero todos los tópicos que atesora están manejados con eficiencia y su director sabe generar la tensión suficiente para que el conjunto no decaiga en ningún momento pese a repetir la misma fórmula constantemente y tardar bastante en entrar en materia. Es un producto que va de menos a más, y que atrapa desde el primer minuto pese a que su premisa pueda estar cogida con pinzas y no da para un largo de ochenta minutos.
Pero lo más importante de ella es que, vista en el silencio y la oscuridad de la noche, en las condiciones adecuadas, es un efectivo ejercicio de género que mete el miedo en el cuerpo, y además de verdad, de ése que perdura una vez llegan los créditos finales. Lo demás lo pone una realización de lo más solvente pese a la precariedad de medios, y una actriz protagonista, Juliana Harkavy, que además de su extraordinaria belleza soporta con convicción el rol de agente de policía novata que afrontará este último turno de noche en la comisaría de los horrores. Quizá no pase a la posteridad, y puede que le falte algo de arrojo en la presentación y desarrollo de la historia, manteniendo en todo momento un tono que no llega nunca a desmadrarse, pero estamos igualmente ante una película que es de lo más destacable que el género nos ha regalado este año, mucho mejor que algunas producciones modestas hollywoodienses hechas para arrastrar a las masas imberbes a las salas en tropel. Y sí, Jason Blum, esto va por ti.
A favor: Juliana Harkavy, y que mete el miedo en el cuerpo
En contra: su colección de tópicos y lugares comunes, manejados, eso sí, con eficiencia, y que haya pasado tan desapercibida
Un oasis en un desierto, eso es lo que ha supuesto Last Shift para el cine de terror en este 2015. Esto no quiere decir que estemos ante una obra maestra del genero, de la misma manera que un oasis no deja de ser una charco de agua en medio de un árido paraje, pero nos hemos topado con ella de manera inesperada y automáticamente se ha convertido en una de las película mas reivindicables del año.
Y eso que la primera vez que supe de Last Shift mi reacción fue automática basura, paso y es que su poster invita a todo menos a verla, parece una mala caratula de videojuego, pero tras leer un par de comentarios positivos por la red decidí darle una oportunidad que bien mereció la pena.
Jessica Loren (Juliana Harkavy) es una policía novata que va a cumplir su primer servicio en el turno nocturno de una comisaria que cierra sus puertas ese mismo día, por lo que su trabajo se reduce a estar allí sentada y esperar que pasen las horas, o eso es lo que ella se cree. A Jessica lo de ser policía le viene en los genes, ya que su padre dedico su vida a la ley y murió en servicio cuando daba caza a los miembros de una secta satánica.
Last Shift no se anda con preámbulos y desde sus primeros minutos se dedica a crear una atmosfera claustrofóbica e inquietante que nos mantendrá con los ojos clavados en la pantalla, y es que los pasillos y habitáculos de esa comisaria consiguen crean una tensión constante en el espectador.
A ello tenemos que añadir terror sobrenatural, terror psicológico, horror visual, locura…todo ello siendo nosotros participes, conociendo las cartas desde un principio y sin la posibilidad de ayudar a Jessica, que se encuentra allí sola y desvalida sin ser consciente del mal que le acecha y acabara apoderándose de ella.
Pero al igual que el agua, elemento común que todos conocemos y sabemos su sabor, Last Shift no ofrece nada nuevo, todo lo que ofrece lo hemos visto anteriormente en otras películas y su desarrollo es previsible incluido su impactante giro final, pero esta tan bien hecho, tan bien orquestado que nos sabe a gloria, como un vaso de agua después de correr la maratón de Nueva York.
Y es que técnicamente estamos ante una propuesta notable en fotografía, banda sonora y maquillaje, sin excesos y con cierto aire a la serie B de los ochenta y noventa. Anthony DiBlasi dirige la que hasta ahora ha sido su película más completa y empieza a hacerse un hueco dentro del cine de género tras la recomendable Dread, la olvidable Cassadaga y su segmento en la antología The Profane Exhibit.
Last Shift es una pequeña película de terror que merece ser conocida ya que consigue algo muy difícil a día de hoy, inquietar al espectador sin necesidad de provocar con sus imágenes sino creando una atmósfera que nos adentra en los rincones mas oscuros de su comisaria y no nos deja escapar hasta su desolador desenlace.
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