Last Night (La última noche)
Sinopsis de la película
Parece que el fin del mundo se va a producir en la medianoche del 31 de Diciembre de 1999. Dos meses antes, cuando la noticia se hizo pública, cundió el pánico y la confusión, pero poco a poco, el terror se ha ido transformando en resignación. Para la gente lo más importante es saber dónde y con quién estará cuando se acerque el final.
Detalles de la película
- Titulo Original: Last Night
- Año: 1998
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
6.2
46 valoraciones en total
Partimos de la idea de que todo el mundo se entera de que en dos meses la humanidad desaparecerá, centrándose la película en el último día, en esas últimas horas. Si hubieras sido Don Mckellar ¿que harías para mejorarla?, ¿pondrías una revolución?, ¿les darías un halo de esperanza?, ¿llenarías la película de violencia y sexo?
Si tu respuesta es pero que tonterías dices, entonces debes ver la peli, ya que traza las últimas horas de humanidad de una manera real, verídica (dentro del propio caos que podría ser la situación) e incluso tranquila.
Se centra en las vidas de unos cuantos personajes concentrándose es sus últimos deseos, que pueden no ser los tuyos e incluso parecerte una pérdida de sus últimos preciados momentos. Los diálogos son muy buenos, dejando con el culo al aire muchos convencionalismo que hay en esta sociedad cuasi-infinita en la que vivimos.
En resumen, película más que interesante que te hará pensar en lo que tienes y en lo que deseas, que aunque a cuentagotas a todos nos llega el final pero sólo nos haría pensar si nos ocurriera todos de golpe.
PALABRA CLAVE: ¡Vive!
PD: un 7 debido a unos cuantos fallitos que tiene, pero que no estropean para nada el resultado final.
La última noche, dirigida por el canadiense Don McKellar (1998) es una película sobre el fin del mundo. Una película sin artificios, sin efectos especiales, sin acción ni salvadores. Una película en la que no hay tópicos ni se hace hincapié en el drama aunque subyazca en el fondo una opaca tristeza inevitable. En esta última noche, en una noche en la que un sol extraño ilumina el cielo de la ciudad, la vida de varias personas se entrecruzan en un mundo que a las doce de la noche va a desaparecer inexorablemente.
El cartel de la película reza: No es el fín del mundo… todavía quedan seis horas y es que en esas seis horas aún hay mucho que hacer.
Dos meses antes, los personajes han sido advertidos de la debacle que se avecina. Suponemos que ha habido estupor, confusión y pánico, pero seis horas antes del final la mayor parte de la población ha llegado a la aceptación de lo inevitable. La película no se recrea por lo tanto en lo terrible de la tragedia sino en la forma en la que el ser humano podría comportarse tras aceptar la muerte inevitable. Excepto el que no ha podido superar el miedo (que se manifiesta de forma violenta) el último día se vive en paz pero intensamente. Las familias están más unidas que nunca, la religión no es nada más (y nada menos) que una esperanza íntima de trascendencia, el sexo es por fin natural (no hay juegos de seducción, ni mentiras, ni prejuicios, ni promesas, ni mucho menos ningún tipo de culpabilidad o tabú social), quien busca el amor, quien lo ha buscado siempre, es capaz de amar una última vez aunque el último amor haya llegado a su vida días u horas antes de morir… En definitiva los sueños se cumplen porque no hay miedo a fracasar.
McKellar (guionista, director y protagonista junto a Sandra Oh) ha realizado una película interesante, excepcional por la profundidad con que ha tratado un tema más que trillado por el cine de acción norteamericano, redonda porque contiene uno de los finales más emocionantes y hermosos del cine. Merece la pena verla y reflexionar sobre lo que quizá debería ser nuestra vida: aceptar con naturalidad la muerte, vivir sin ansiedad, sin miedo, ser fieles a nosotros mismos, vivir cada minuto como si fuera nuestro último día en la tierra.
Last Night es una película curiosa y original. A decir verdad, no es nuevo lo de preguntarse qué harías en caso de saber que te queda un día de vida. Pero es curioso ver que alguien haya decidido llevar este dilema a la gran pantalla.
Don McKellar escribe, dirige y protagoniza (aunque la peli sea más bien coral) este film sencillo, corto y directo. No hacen falta explicaciones metafísicas de por qué se acaba el mundo, no hace falta tampoco pedir permiso para llevar a cabo tus últimos deseos. En realidad no se trata de ninguna obra de arte pero sí que te hace pensar en lo que harías tú en su situación. Genial la actuación de Sandra Oh y lástima el corto papel de Sarah Polley, aún jovencita por aquel entonces.
En definitiva, la película es un retrato de un conjunto de personas en su último día en la Tierra. No se trata de resolver el misterio de la vida ni de elucubrar pretenciosas teorías catastróficas. Una peli sugerente y fácil de ver.
Lo más destacable de esta película es sin duda la propuesta misma de un fin del mundo triste pero tranquilo, un fin del mundo que rechaza lo impuesto por Hollywood e imitado por muchos (recordemos la española Fin) aquí no hay rascacielos derrumbándose, ni noticiarios epilépticos, ni bestias, ni seres del espacio exterior, ni salvadores ni salvados. Como alternativa a todo esto McKellar, con una loable sensibilidad, nos presenta a un grupo coral de personajes que se preparan para las últimas horas del día final, mejor dicho la noche final, de una forma mucho más humana y trascendental. Mis historias favoritas: el que ha amado y puede volver a amar, pues no tiene nada que perder, preciosa escena la que nos regala el director con la pareja protagonista, el propio McKellar y Sandra Oh, al ritmo de un Guantanamera filmado en travelin circular que culmina con el fundido a blanco, genial también la historia del fornicador que ha decidido pasar el resto de sus horas follando, diálogos brillantes sin tabúes muestran la realidad del ser humano y esto se une con una gran sentido del humor.
Frente a mis historias favoritas están las más flojas, y fáciles de olvidar: la de la secretaria, la de la familia del protagonista… aun siendo correctas no están al nivel de la trascendencia de la historia de amor ni de la elocuencia del fornicador, de esta forma pienso que de una forma irregular Last Night es una buena película pero que tiene momentos menores y que no está a la altura de la complejidad del cine de Egoyan de los noventa y más concretamente de la hipnotizadora Éxotica.
La película tiene algunas cosas buenas gracias a que es canadiense. Aquí no da la braza ni la N.A.S.A, ni el presidente de los EEUU, ni el Pentágono, ni tan siquiera cualquier organización astronómica. Sólo nos colocan un brillante sol durante la noche y unos personajes intentando vivir a su manera esas últimas horas de vida. Esto se agradece, me gusta ver lo que hace la gente como yo y no un grupo de uniformados en el Air Force One.
También está esa morbosa curiosidad durante el pase por ver como revienta nuestro querido y frágil planeta. Pero poco más que añadir en el lado positivo de la mediocre película que nos ocupa.
Como lado negativo casi todo. Unos personajes feos e insípidos, más un ritmo del film pesado, hace que noventa minutos te parezca mucho tiempo.
Gracias a lo insoportable que es, pronunciarás una frase de desesperación que te hará parecer un auténtico hijo de puta, ¡¡¡A ver cuando acaba el mundo!!!.