Las rebeldes del internado

2 comentarios en «Las rebeldes del internado»

1. Antecedente de las películas de conflictos adolescentes, esta película es un ejemplo muy representativo de lo que la autocensura puede llegar a hacer a un film, abortando así, lo que en un principio quería ser una ácida crítica a las instituciones educativas, a la falta de atención paterna y a determinada clase social que se rige por convencionalismos y que hace de la hipocresía su bandera.
   
   Debemos reconocerle el mérito a este film por tratar, en 1934, con el código Hays instalado en ese año y que permanecería en vigor hasta 1967, de mostrar ciertos aspectos no deseados de la juventud, cuando la Liga de la Decencia vigilaba estrechamente este film ( estuvieron intentando boicotearla),y por hablar de la problemática de los adolescentes.
   
   El arranque de la cinta es rotundo.
   
   En un internado exclusivo de señoritas, nos mostrarán a las chicas fumando, bebiendo, escapándose a hoteles, ligando con hombres…, una cinta prometedoramente escandalosa para su época.
   
   Pero no es así. Nichols y Tuchock se debieron acobardar, pues aunque la cinta contiene algunos zarpazos ( spoiler), se termina deslizando hacia un drama más convencional perdiendo el mordiente que se adivinaba al principio.
   
   Y eso que los secundarios hacen un papel más que digno. Billie Burke como la estúpida madre de la protagonista está genial, así como Ginger Rogers haciendo de compañera justo un poco antes de su emparejamiento con Astaire. De igual modo, la película cuenta con la presencia de Beulah Bondi, otra gran secundaria…
   
   Y el guion es más que digno, pero se nota mucho que la crítica implícita de la película- yo apostaría a que reescribieron el final- decidieron suavizarla, debido a las presiones recibidas.
   
   De todos modos, yo recomiendo este film a los que gusten leer entre lineas. Para mí está claro que es un ejemplo de película automutilada. Una pena.

2. ¿Qué es un internado? Es un colegio de estudiantes del mismo sexo, los cuales residen en habitaciones compartidas dentro del establecimiento, se les ofrece formación académica, hospedaje, alimentación y arreglo de ropa. Si sus familias viven en un corto trayecto, quizás los muchachos(as) puedan salir a visitarlas cada cierto período de tiempo o ser visitados dentro de la institución. ¿Ventajas de un internado? Algunos padres sienten que dejan en un lugar seguro a su hijo(a) mientras ellos cumplen determinadas obligaciones o realizan un viaje en el que no pueden ir acompañados. Y otras tantas veces, las familias sienten que así se liberan de un chico o chica difícil, sintiendo que allí recibirá la disciplina que ellos fueron incapaces de impartirle.
   
   ¿Riesgos de un internado? Suelen darse condiciones muy propicias para experimentar tendencias distintas a la heterosexualidad, se corren riesgos de suicidio cuando el muchacho o la chica se sienten en exceso rechazados por sus condiscípulos, y entre otras cosas, al desaparecer la figura del padre y/o la madre, el proceso de identificación puede darse con personas escasamente idóneas.
   
   La razón por la que, Virginia Radcliff, fue ingresada al internado Crockett Hall de New York, es muy precisa: Papá y mamá llevan una vida social demasiado agitada y no tienen tiempo para ocuparse de su bella hija. Virginia acepta sin objetar sus decisiones, pero pronto se da cuenta de que no ha ingresado a un lugar idóneo sino a un-fraude-con-aparente-altura. Las normas aquí –le dirá una de sus compañeras- son para complacer a los padres, y así disimulan la farsa que tienen montada. Y otra añadirá: Da igual lo que hagas, solo cuida de que no te pillen.
   
   Lo cierto es que las chicas ingresan alcohol, cigarrillos… y llevan una vida bastante descomplicada a nivel general. Pero, para Virginia, su llegada al internado incluye un propósito claro de seguir las reglas y procurará, en principio, resistir las tentaciones a las que se ve invitada por Cecilia Pony Ferris, su compañera de cuarto y demás estudiantes. Pero, un propósito de vida inmaculada será más tentado que cualquiera otro, y pronto Virginia se verá en un riesgo que podría llegar a arruinarle la vida.
   
   LAS REBELDES DEL INTERNADO, es una simpática historia de amor en la que una joven se abrirá camino ante la indiferencia de sus padres, pero quizás consiga contar con la bondad de la vida y el amor de un hombre bueno, para ayudarle a afrontar los tropiezos que surgirán en su camino hacia la felicidad. Frances Dee (Una tragedia Humana) nos ofrece una caracterización en la que prima la dulzura y la integridad de una mujer digna de ser amada. Y con ella, aparece una muy joven Ginger Rogers, en los tiempos en que hacía roles de ese tipo de chicas que tienen mucha dificultad para aprender a decir no.
   
   Debut como directora de la reconocida guionista Wanda Tuchock (Aleluya, Ave del paraíso, Lecho de Rosas), quien fuera asistida como co-director por George Nicholls Jr. LAS REBELDES DEL INTERNADO se ambientó en la New York de 1933, y es una de esas historias que, en tiempos de pre-code, pudo permitirse la más plena libertad en los diálogos y en la exposición de un problema que, muy poco tiempo después, hubiera sido imposible ilustrar de la misma manera.
   
   Curiosamente, estuvo en la lista de los filmes prohibidos por la iglesia católica en 1934, lo que llevó a que, por mucho tiempo, permaneciera en el olvido. Hoy, esa prohibición, solo da cuenta del atraso que regía en ciertas instituciones, porque, por sobre todo, este filme habla de los poderes del amor.