Las muñecas rusas
Sinopsis de la película
Continuación de Una casa de locos . Xavier ya es escritor, pero ni su vida profesional ni su vida sentimental marchan bien. Para salir adelante, se ve obligado a aceptar trabajos mediocres (telenovelas, series de televisión). Su caótica vida se complica aún más cuando tiene que cuidar al hijo de su ex-novia y a su abuelo materno. Además, corre el riesgo de perder su trabajo si no viaja a Londres y a San Petersburgo. Pero, paradójicamente, gracias a estos viajes conseguirá poner orden en su trabajo y en su vida amorosa.
Detalles de la película
- Titulo Original: Les poupées russes
- Año: 2005
- Duración: 125
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Opinión de la crítica
Película
6.2
63 valoraciones en total
No es una clásica comedia francesa, pero tampoco se acerca a los parámetros de Hollywood. Las muñecas rusas es afortunadamente un film original y una demostración de que no se necesita de un presupuesto varias veces millonario para crear algo bueno.
El eje de la película es el punto de vista de Xavier, un eterno buscador del amor perfecto que sueña con consagrarse como escritor, mientras sobrevive como guionista de telenovelas por encargo. Su cruce al umbral de la madurez lo encuentra dividido entre una ex pareja, con la que ha conservado una fraternal amistad. También acosado por una madre demandante, que lo abruma con llamadas telefónicas y además arrinconado por apremios económicos que le obligan a dejar su departamento de soltero empedernido para mudarse a lo de una generosa
compañera lesbiana.
El eje de todos sus pasos son siempre la concreción de una buena novela romántica y la búsqueda de la mujer de sus sueños.
Sus andanzas lo llevarán de París a Londres y de allí, a San Petersburgo, para asistir
al casamiento de un amigo.
Alrededor de esa fiesta de bodas y con los protagonistas en Rusia, ocurren las
secuencias más interesantes.
Todos los rituales del festejo nupcial, desde las fotografías estereotipadas, al divertido baile en un barco y las situaciones familiares, disparan nuevas reflexiones sobre la pareja y su destino incierto pero necesario.
El amor es una búsqueda, una necesidad y una incertidumbre. Un verdadero blanco
móvil, que lleva al protagonista a comparar a las mujeres cono muñecas rusas una adentro de otra, nunca se sabe cuál será la última .
Tal vez no sea una película para todos los públicos, empezando porque los protagonistas no son muy comunes, aunque sí lo son sus necesidades de estabilidad afectiva y sus discusiones no exentas de humor, sobre el tema de los sentimientos.
Quinta colaboración de Cédric Klapisch y su actor fetiche, Romain Duris. Escrita y dirigida por Klapisch, se rodó en San Petersburgo. Secuela atípica de Una casa de locos , obtuvo 3 nominaciones a los César (edición y 2 a mejor actriz secundaria).
La acción principal tiene lugar en San Petersburgo el día de la boda de William (Kevin Bishop) y la bailarina rusa Natacha (Evgenya Obraztsova), que reúne a los amigos y amigas de Una casa de locos . El protagonista cuenta la historia de sus últimos años, mientras la escribe en un portátil conectado a la corriente en el lavabo de un tren de alta velocidad, dando saltos en el tiempo y en la geografía: París, Londres y San Petersburgo. La boda en San Petersburgo y un trabajo en Londres le harán reencontrar a Wendy (Kelly Reilly), una vieja amiga.
La película muestra a Xavier (Romain Duris) como un personaje sentimentalmente inestable, estresado y algo neurótico. Busca el amor con desesperación, pero no encuentra la mujer capaz de dar estabilidad a su vida. Se cruza con muchas mujeres en un clima de desbordamiento y de caos, imagen de lo que ocurre en los primeros años del XXI. La película pone de manifiesto el desfase que hay entre las historias de amor que se leen y se ven en el cine y las que se viven en la realidad. En éstas no hay estereotipos, ni clichés, ni modelos ideales. Cuando se encuentra el amor, se ha de tomar como és y se ha de potenciar desde su naturalidad, singularidad y autenticidad, olvidando los clichés. Se muestran, además, las diferencias que separan las vidas de los jóvenes que se acercan a la treintena en 2004 y las de quienes les precedieron. Tienen más oportunidades en un mundo más pequeño y globalizado, pero más caótico y anárquico, y son más espontáneos, libres e iguales. Son escenas destacadas la de las manos que se rozan, encuentran y entrelazan, la de Isabel vestida de mujer para simular ser la novia de Xavier, el encuentro de éste con una guapa chica de color en una tienda de ropa, la del ballet en que actúa Natacha, el mareo del novio durante la fiesta de la boda.
La música original brilla por su fuerza, ritmo, modernidad y adecuación a la narración. La música añadia incluye una bonita selección, con la marcha nupcial de Mendelsshon, Mysteries , de Beth Gibbons y otras. La fotografía combina una cuidada belleza visual, con un ritmo trepidante, que permite el desarrollo rápido de la narración. Introduce aceleraciones basadas en un montaje fragmentado, muy ágil. El guión crea una obra de abundante expresión verbal y de gran celeridad de los episodios. Aporta un humor fino, refrescante y ocurrente. En la interpretación destacan Audrey Tatou y las merecedoras de sendas nominaciones a los César: Kelly Reilly y Cécile de France. La dirección impone ritmo y coherencia a la obra.
Película alejada de los moldes americanos, crea un interesante retrato social, en clave de comedia liviana, refrescante y divertida.
Xavier Rousseau, el protagonista de la película, hace balance de su vida con 30 años y recuerda a todas las chicas que ha conocido, con las que acostó y a las que deseó mientras piensa en que son como muñecas rusas…sin saber cuál de ellas sería la más diminuta oculta de las demás. Abriéndolas una a una sin saber cuál será la última.
El interesante planteamiento de la cinta sorprende no por la cantidad de muñecas rusas que han pasado por las manos de Xavier sino por la calidad. Y mira que la que me diga que Romain Duris es un sex-symbol la pido cita para una óptica…
Una casa de locos de Cédric Klapisch fue una grata sorpresa, sobre todo en taquilla, que encuentra continuación en Las muñecas rusas repitiendo protagonista. Entre recuerdos a golpe de flashbacks que van surgiendo en un ordenador en el interior de un tren. Al igual que en tantas como Desmontando a Harry, el autor recurre a su propia realidad y recuerdos para plasmar su novela. Como dice el protagonista La verdad es que mis recuerdos están muy desordenados. A golpe de matrioskas más de uno puede perderse…o acabar como el protagonista: desnudo, pero de interés.
Pero claro, queridos pequeños bastardos míos, sólo por tener Mysteries de Beth Gibbons en la banda sonora, hay que aprobarla irremediablemente.
A los que no han visto la precuela, Una casa de locos (la cual era mucho más dinámica), esta película probablemente les parecerá insulsa, con poca coherencia, ya que juega mucho con el supuesto que ya conocemos a los personajes y no profundiza en sus emociones porque cree que ya lo hizo en la primera. Es por lo tanto una película que por sí sola tiene poco sentido. Para los que si vimos Una casa de locos siempre nos resultará una película excesivamente larga. Bueno, en realidad a todo el mundo. Esta historia no necesita de dos horas para ser contada, se nota con solo verla. Está llena de paja y material superfluo que nada aportan al desarrollo de la historia, léase la parte del hijo de Martine, la parte de la madre de Xavier, etc… La historia además está construida de tal manera que simplemente parece una colección de pequeñas historias amorosas y por lo tanto resulta inconexa, sin que uno sienta auténtica curiosidad por saber que le pasa a un personaje al que uno no le ha podido coger el gustillo debido, entre otras cosas, a la actuación de Romain Duris y su colección de expresiones bobaliconas. Vemos como la película deambula de un lado a otro sin saber realmente que está diciendo, demostrando poca habilidad narrativa. La frescura que poseía la primera película aquí se ha esfumado, todavía posee bastantes pinceladas cómicas, pero resultan algo artificiales y en el mejor de los casos, peculiares. Una cualidad que si se ha conservado aquí es la capacidad para escoger buenas localizaciones, sobretodo los de París, rincones razonablemente bellos sin pretender resultar exuberantes.
Lo que si ha ganado esta película es en acidez. Tiene una escena particularmente crítica con los productores de cine, con los cuales el protagonista tiene una reunión para hacer el guión para una película y cada uno de los productores se muestra ignorante y dicen frases como no temas a los tópicos , queremos que esto sea como un regalo para el espectador , por qué negarle ese placer al espectador? mostrando hasta que punto se puede arruinar una película en una reunión de despacho. Eso, algunos de sus curiosos gags y la actuación de Audrey Tatou son lo que hacen que esta película se deje ver, pero en general es la típica película para pasar el rato, sin la menor trascendencia.
Película coral, en el que las relaciones entre personajes tienen un nexo de unión con el protagonista, situaciones, sinceras, cotidianas, que van introduciendo al espectador en un mundo de relaciones amistoso-amorosas de varios jovenes que rondan lo 30 años. Si bien la película tiene un inicio un tanto embrollado poco a poco va tomando forma haciendose más sólida a medida que transcurre la cinta.
Se ve agusto aunque es un poco larga (le sobran unos minutos), ya que hay momentos en los que se tiene la sensación de que hay determinadas secuencias que están introducidas con calzador .
Recomendable para pasar un buen rato y salir con una sonrisa del cine.