Las brujas de East End (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2013-2014). 2 temporadas. 23 episodios. Una madre y sus dos hijas adultas llevan una vida aparentemente tranquila en la apartada localidad costera de Long Island, en North Hampton. Pero cuando una de las hijas se compromete con un joven, una serie de acontecimientos obliga a su madre a admitir a sus hijas que son, de hecho, brujas poderosas e inmortales.
Detalles de la película
- Titulo Original: Witches of East End (TV Series)
- Año: 2013
- Duración: 60
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargarte una copia de esta película en formato HD y 4K. Seguidamente te mostramos un listado de opciones de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
5.1
67 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Anna Van Hooft
- Bianca Lawson
- Chantele Francis
- Christian Cooke
- Daniel di Tomasso
- Emily Fonda
- Enver Gjokaj
- Eric Winter
- Ignacio Serricchio
- James Marsters
- Jason Winston George
- Jenna Dewan
- Joel Gretsch
- Julia Ormond
- Mädchen Amick
- Michelle Hurd
- Rachel Boston
- Sarah Lancaster
- Shaun Smyth
- Steven Berkoff
- Tiya Sircar
- Tom Lenk
- Tricia Collins
- Virginia Madsen
- Zak Santiago
Serie fantástica, con dos temporadas sugerentes llenas de magia protagonizada por cuatro bellas brujitas que llegan a nuestro mundo huyendo del suyo propio, donde fueron maldecidas y perseguidas, para ocultarse y tener una vida plena como humanas.
Julia Ormond, Mädchen Amick, Jenna Dewan y Rachel Boston, protagonizan esta serie, luciendo su belleza con un alto componente sexual que todavía atrae más al espectador, uniendo el mundo terrenal con el fantástico con aparente simplicidad, lo que no deja de tener su encanto.
Lástima su prematura cancelación, dejando demasiadas situaciones por resolver, lo que definitivamente le baja la nota.
Tengo que aprobar la serie, Madchen Amick, me ha enamorado.
Aprobado, 5.
Puedo entender que en tiempos de deficiencia de True Blood y con The CW reinando cada vez más sobre este tipo de series la llegada de Witches of East End suponga para muchos/as adolescentes una serie de cabecera, con personajes con muchos secretos y diabólicas conspiraciones y venganzas en la sombra. No falta el canalillo y belleza de Jenna Dewan-Tatum, la presencia de Julia Ormond y, por supuesto, la enésima elección entre dos machos que repartirán torso y pezón junto a un entramado familiar de pasiones y venganzas con secretos revelados o irrelevantes según se mire. No es en absoluto un mundo y perfil nuevo para el universo de Melissa de la Cruz, cuyas novelas y series literarias siempre han estado limítrofes entre la adolescencia y la edad adulta, y precisamente de juventud y magia va a ser el hechizo lanzado al espectador… Otra cuestión es que la llegada de American Horror Story: Coven en paralelo pueda hacer que las diferencias apesten y rompan el sortilegio catódico.
Tenemos un cambiaformas que opera bajo la máscara de Joanna Beauchamp (Ormond) y una maldición que siempre le ha arrebatado a sus dos hijas durante la eternidad e incesantes ciclos que les toca vivir. En esta ocasión y en nuestra línea temporal, Joanna ocultó la naturaleza mágica familiar a sus hijas con la esperanza de romper el terrible destino pero los hechos que van a producirse en el piloto provocarán la revelación con devastadoras consecuencias. Con un arranque de luna tróspida, asesinato y celebración de una gran fiesta de compromiso, Witches of East End bordea el ridículo con esos sueños calientes (que no húmedos) y momentos (digitales) sonrojantes flower-power. Por mucho que una de las hermanas trata de psicoanalizar todo el asunto místico, la realidad va a ser otra con la aparición de la hermana de Joanna, Wendy (Mädchen Amick), avisando del peligro que corren todas… Podría resumir el piloto en tantos detalles que me apartan de la serie que simplemente citaré una línea de diálogo de esa tímida bibliotecaria y una de las hermanas llamada Ingrid (Rachel Boston) con su macho hecho de chocolate:
—Sentí mucho oír lo tuyo con Emma.
—Las malas noticias viajan rápido, ¿eh?
— Es un pueblo pequeño.
—Sí.
—Bueno, no pasa nada.
—En realidad no era tan…
—¿Inteligente?
—Iba a decir ‘simpática’, pero…
— Claro.
—Tampoco era tan inteligente.
—Qué puedo decir, desde que me rechazaste…
—¿Rechazarte? ¿De qué estás hablando?
—Sí, hace más o menos un año. Fui a la biblioteca. Me ayudaste a elegir una novela de detectives. Te pedí que cenaras conmigo, y… te reíste en mi cara.
—Creía que era broma.
—¿Por qué iba a bromear con eso?
Y, efectivamente, ¿por qué íbamos a bromear con esto y esta serie? ¿Se está riendo en nuestra cara? La presentación de personajes está hecha pero el piloto declina cerrar con un cliffhanger múltiple que deje todas las tramas abiertas y a esa cambiaformas asesina como Peter por su casa. Y es que el concepto de Witches of East End puede ser interesante gracias al respaldo que supone su elenco pero da la impresión de una versión soft-porn azucarada en plenitud. Lifetime no es la HBO ni FX y el target potencial son adolescentes y presumiblemente marujas aficionadas al tarot. El conjunto es pretendidamente cursi, ridículo y absolutamente manipulado… porque todo es tan artificial que hace añorar incluso a Embrujadas con tantos prestados y robados. De momento, dejo que los jarrones de rosas estallen en llamas en los televisores de aquellos y aquellas que acaben bajo el manto del hechizo que propone esta serie descafeinada y con poca pechonalidad con el Poder de Tres.
Pues según vi en el piloto lo que te vas a encontrar en esta serie es la típica telenovela junevil de embrollos amorosos pero con brujas de por medio. Es decir, lo que fue «Charmed» porque «Buffy the Vampire Slayer» tenía mucha más calidad, pero ambientada en los Hamptons, véase, una de las zonas pijas de Long Island, donde los adinerados de Nueva York tienen su segunda residencia.
Me encantan estas series ambientadas en esas zonas, no porque me gustaría tener una casa allí, ni por envidia, ni nada que se le parezca, sino por las típicas idioteces pijas de… ay, tengo los pies reventados después de estar de compras por Manhattan, me voy a tomar una copa de vino ahora que ya estoy en casa, sin ducharse ni nada, lo primero que hacen en este tipo de series es tomarse una copa de vino.
La serie en sí, o el episodio piloto, no parece tampoco estar mal, quiero decir que no es una cutrada pero a mí es que este tipo de series ya no me llama tanto la atención. «Ringer», por citar otra de Sarah Michelle-Gellar, era del tipo que es esta, personajes ricos y tal y muy telenovela, pero tenía unas dosis de suspense y misterio que ni a la suela de los zapatos.
Total, serie ligera para sensibilidades femeninas, hombres o mujeres, que te gustará si te gustó alguna de las anteriormente citadas.