Las arañas, parte 1 (Las arañas 1: El lago de oro)
Sinopsis de la película
Kay Hoog es un millonario aventurero, una especie de cruce entre Phileas Fogg e Indiana Jones. En la primera parte de la serie, Der goldene see , Hoog encuentra una botella con un mensaje que ha sido arrojada al mar por un profesor de Harvard desaparecido en Perú. A partir de aquí, se suceden las más diversas aventuras: el hallazgo de un gran tesoro de la antigua civilización inca, una organización secreta llamada Las Arañas , dirigida por una mujer fría y calculadora, viajes en barco y globo. Y, finalmente, Hoog se enamora de una bella princesa inca y la lleva consigo a San Francisco.
Detalles de la película
- Titulo Original: Die Spinnen, 1. Teil - Der Goldene See
- Año: 1919
- Duración: 81
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Opinión de la crítica
6.3
50 valoraciones en total
Las personas que sufren de aracnofobia (temor a las arañas) –harto numerosas y quizás en mayor cantidad que las que padecen otro tipo de fobias- no tienen nada que temer viendo esta película, pues no se trata de una invasión de rastreros peludos de ocho patas como en la película de Frank Marshall, sino de una banda criminal que ha decidido llamarse Las arañas porque, bien saben, que el sólo nombre consigue inspirar miedo… y de paso, dejan una araña –de plástico por supuesto- encima del cuerpo de todo aquel que pasan a mejor vida.
Lo que veremos aquí, es una película de modestas aventuras que retoma algo de lo que venía ocurriendo en el mundo desde varios siglos atrás: el descubrimiento de las más antiguas culturas indígenas y la consiguiente invasión, expropiación y aniquilamiento, sin piedad y sin escrúpulos, no sólo de sus vidas sino también de todo el legado cultural que poseían.
Es muy probable que, Fritz Lang, se haya inspirado en el famosísimo libro que el inglés, H. Rider Haggard, publicara en 1885 con el título Las minas del rey Salomón, pues su personaje no está muy lejos de Allan Quatermain y sus aventuras en busca del oro que pertenecía a las culturas más antiguas.
LAS ARAÑAS, primera película rescatada de la temprana filmografía de Lang (Halbblut y Der Herr der Liebe se cuentan como desaparecidas), fue hecha cuando el director alemán vivía fascinado con las historias de aventuras y su propósito era rodar cuatro partes de la misma historia: 1. El lago de oro 2. El barco de los brillantes 3. El secreto de la esfinge y 4. Por la corona imperial de Asia. Se rodaron las dos primeras, pero, la tercera y la cuarta, no obtuvieron el visto bueno de su productor.
Esta primera parte, lleva al millonario aventurero Kay Hoog a territorio inca, pues, tras conocer el mensaje que ha puesto en una botella un profesor desaparecido en aquellos lares, dos expediciones se disponen a buscar el tesoro indígena: la de Hoog y la de Las arañas, capitaneadas estas por su ambiciosa líder Lio Sha.
Historia con serpientes, amenazas de sacrificios humanos, enfrentamientos con feroces indios… y con una linda princesa llamada Naela, quien recordará al héroe que en el pecho también lleva un corazón.
Anunciada en la segunda parte, la venganza de Kay Hoog, fácil pensar que, algo de esta trama un tanto incipiente, el mismo director recuperó luego en su obra maestra titulada Los Nibelungos.
191/26(28/10/19) Curioso film silente que se creía que era una película perdida, pero ha sido redescubierta y restaurada, que tiene su gran interés en la antropología del cine, una obra de aventuras dirigida y escrita por un aun en ciernes gran cineasta germano como Fritz Lang, que cumple un Siglo desde su estreno (el 3 de octubre de 1919 en el Richard-Oswald-Lichtspiele en Berlín). Fue lanzada en dos partes en 1919 y 1920, dos más se planearon originalmente pero nunca se hicieron, planificadas bajo el título ‘Parte 3. Um Asiens Kaiserkrone’ ( A la corona imperial de Asia ), y ‘Parte 4. Im Spinnennetz’ ( En la telaraña ). Lang estaba al inicio de su carrera de realizador cuando se le ofreció lo que sería una serie de acción misteriosa que comprende cuatro episodios de largometraje, con esta tarea Lang se vio obligado a renunciar a la dirección del Gabinete del Dr. Caligari, también estrenada por el distribuidor Decla-Bioscop AG en 1919. La filmación tuvo lugar de junio a agosto de 1919 en Hamburgo en Tierpark Hagenbeck para la parte 1, la Parte 2 se filmó de octubre a diciembre de 1919 en Hamburgo (Tierpark Hagenbeck y otros) y en los Weissensee Studios de Berlín, Lang completó dos episodios antes de que el proyecto fuera interrumpido por el productor de las películas. La Parte 1 fue lanzada como ‘The Golden Lake’ (Die Spinnen, 1. Teil: Der Goldene See) y la segunda parte como ‘The Diamond Ship’ (Die Spinnen, 2. Teil: Das Brillantenschiff). La parte 1 se estrenó el 3 de octubre de 1919 en el Richard-Oswald-Lichtspiele en Berlín, Max Josef Bojakowski fue el director. La Parte 2 se estrenó el 6 de febrero de 1920 en el Theater am Moritzplatz, Berlín. Fritz Lang hizo una gran carrera con temas sombríos, como la obsesión y el destino, y la idea de que las cosas malas pueden pasarle a la gente buena sin ninguna razón. Sin embargo, al final de su carrera, hizo un par de películas de aventuras, tal vez solo por diversión, ‘The Tiger of Eschnapur’ y ‘The Indian Tomb’ (1959), pero cuarenta años antes, hizo la plantilla para esas películas, cine que se dice precursor de películas como ‘Raiders of the Lost Ark’, y a su vez las influencias de esta saga beben del serial francés realizado por Louis Feuillade del mismo período, como Fantomas, Les Vampires y Judex, de hecho los trajes, las capuchas negras y las medias corporales que usan en una escena parecen derivar de trajes de pandillas de los malos en Fantômas de Louis Feuillade (1913).
En Die Spinnen se asientan las bases del cine de aventuras, como un héroe arrogante, un antagonista perteneciente a una organización secreta, incluyendo recursos como pasadizos, viajes en globo, selva, serpientes, indígenas, sacrificios, una bella princesa y mucha acción. Es una obra de claro espíritu pulp, que hay que filtrar por el contexto temporal, hay que entender su ingenuidad, su infantilismo, su candidez, y con ello podrás ver un ameno film, sin profundidad alguna, mero pasatiempo con un ritmo ágil, proponiendo el exotismo que demandaba el público con pretendidos escenarios recónditos y culturas desconocidas, recreados en estudios con decorados loables, en este caso resaltable la ciudad inca, en ello lleva el sentimiento carroñero-colonialista del expolio y la exterminación (racista) al diferente, pero como he dicho, esto hay que verlo con ojos del tiempo.
Lang puso a su protagonista, Kay Hoog (Carl De Vogt), en San Francisco, haciéndolo campeón de regatas, millonario y eje de la farándula de la ciudad. En el prólogo de esta primera parte de la saga, un guerrero aborigen atraviesa de un flechazo a un viejo profesor, no sin que este, antes, pueda arrojar una botella con un mensaje de auxilio al mar. La botella la encuentra Kay Hoog en uno de sus solitarios cruceros.
Con esta premisa inicial arranca una carrera entre el idealista protagonista y una logia secreta criminal llamada ‘Las Arañas’ (a sus víctimas le colocan una araña como tarjeta de visita), una disputa contra reloj, que involucra documentos secretos robados, viajes en globo, saltos en paracaídas, ceremonias de adoración al Dios Sol, ritos de sacrificio, princesas salvadas de ataques de serpientes, romances a la rapidez del sonido (no hay tiempo para desarrollarlos), conversaciones inverosímiles (como puede esta princesa inca poder hablar con Kay Hoog en inglés?), ciudades subterráneas, tesoros épicos, la avaricia del oro, batallas de disparos y peleas, celos, asesinatos, deseos de venganza, todo un coctel pasarratos que sobre todo se hace recomendable por sus valores de arqueología cinéfila en lo que es parte de la raíz del genuino cine de aventuras que con los años se fue perfeccionando. Sumado a ese sentido de que los villanos langianos (ene ste caso Sha) en muchos casos son parte de una organización muy poderosa. Ello con un rodaje fluido, componiendo microuniversos sugestivos, con efluvios al expresionismo alemán con el juego de sombras, añadiéndose actuaciones solventes.
The Spiders fue considerada una película perdida durante muchos años antes de que se descubriera una impresión original en la década de 1970. Esta impresión sobreviviente se usó para una restauración de la película completada en 1978. La versión restaurada parece perder una pequeña cantidad del material original. Esta versión fue lanzada en DVD en 1999 y Blu-ray en 2016. La reconstrucción de tres años fue realizada por los historiadores del cine David y Kimberly Shepard, con música de Gaylord Carter. El material fuente era un negativo duplicado de 35 mm de Checoslovaquia, La impresión de nitrato tenía varios defectos que no podían eliminarse, estaba fuera de secuencia y no tenía intertítulos. Los intertítulos se obtuvieron de los registros de censura alemanes. La película fue teñida según instrucciones de Fritz Lang, todavía vivía en ese momento.
Die Spinnen fue una película ideada por Lang en dos partes. La primera sería rodada en 1919, y por desgracias, la segunda sería rodada en la misma época que El gabinete del doctor Caligari , negándole a Erich Pommer, productor del clásico expresionista, el director que consideraba más idóneo. De todas formas, el gabinete dejó su impronta en Die Spinnen compartiendo una parte del staff creativo.
En Die Spinnen se asientan totalmente todas las bases del cine de aventuras, incluyendo héroe chulo y chocarrero, némesis del héroe con asociación criminal poderosa a su espalda, pasadizos, selva, indígenas, sacrificios y mucha acción.
En esta primera parte el corte se hace muy acentuado, está clarísimo que no pretendía ocultar, cinematográficamente hablando, la existencia de una segunda parte, dejándote con ganas de ver la segunda parte y algo dolido por los sucesos ocurridos.
Película de aventuras sin más, entretiene lo suficiente, sorprende con un ritmo bien llevado y destacan los escenarios Incas que se fabrican, pareciendo que realmente estás allí.
Lo malo son los lapsus idiomáticos que hay, donde incas y americanos se entienden a la perfección, la ñoñería de algún momento romántico y lo confusas que pueden llegar a ser las escenas de acción.
Hombre, la peli se ha de ver como una mera curiosidad, y con mucha indulgencia. En los albores del cine, y en los albores de su carrera, Fritz Lang no era Spielberg, y aún nada hacía prever la carrera que desarrollaría después. Lo mismo puede decirse de Karl Freund, corresponsable de la fotografía.
Las arañas es una obra que debe analizarse con indulgencia, hay que ponerse en la perspectiva y el prisma de la época. Y, la verdad, ni aun así me ha llamado la atención excesivamente. Es una mera peli de aventuras, sin más objetivo que el de entretener, que se toma muchas licencias, y que vista a día de hoy incluso puede aburrir. Eso sí, es llamativo ver como ciertas constantes del cine de aventuras de hoy ya estaban plenamente vigentes en aquel momento: héroe, heroína, antihéroe, territorios exóticos…
Eso sí, vista en pantalla grande y con música de piano en directo (genial el maestro Pineda, como siempre), es todo un goce. Me lo he pasado bien. Pero no es porque la peli sea especialmente buena, es mera emoción de cinéfilo. No creo que con un DVD en mi casa lo hubiese pasado tan bien…