Lady Off
Sinopsis de la película
Ana es una joven actriz que compagina pequeñas producciones teatrales con un trabajo como dependienta en una tienda. Ahora está inmersa en la preparación de un nuevo papel: ha sido seleccionada para interpretar a Lady Ana en una modesta representación del Ricardo III de Shakespeare que se llevará a cabo en un pequeño teatro off madrileño. Pese a lo humilde que es la producción, la oportunidad es ilusionante para Ana, pero esa ilusión chocará enseguida con la férrea visión del director de la obra, que concibe el personaje de Lady Ana únicamente como un juguete al que Ricardo debe asfixiar (metafóricamente), humillar e incluso vejar sobre el escenario.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lady Off
- Año: 2018
- Duración: 71
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Opinión de la crítica
5.6
25 valoraciones en total
Aunque no sea su intención, evoca a un recuerdo de ‘Cisne negro’ de Darren Aronofsky, pero con una gran distancia entre ambas. Temas distintos, pero les une elementos bastante parecidos. El problema es que en este caso, entra en un bucle del que no sabe salir y da la sensación de falta de creatividad y bagaje profesional. Nada tiene que ver con el film de Natalie Portman, pero se puede percibir la influencia sobre ella. La obsesión del personaje, el paralelismo con su vida personal… Pero el libreto carece de la calidad de ‘Cisne negro’. Además, al dramatizar el texto de Shakespeare, provoca la impresión de una falta de originalidad muy notoria. No hay frescura, no hay materia prima que valorar. Y no se puede tomar excusa el ser una película de bajo presupuesto. Hay grandes obras del cine español independiente reciente que sí son solventes como ‘Selfie‘.
Tomar no es conceder
Las interpretaciones que acompañan a Lady Off no ayudan en el concepto artístico de la película. Por un lado, Mateu Bosch pincha totalmente en su concepción como Gabriel y más todavía como Ricardo. Una actuación insípida, que no tiene ni altos, ni bajos. Una falta de pasión, de espacio, de conocimiento de la interpretación de los silencios, de las miradas. Bosch no consigue enganchar y provoca cierta animadversión en su trabajo. Por otra parte, Marta Fuenar como la protagonista, Lady Ana y Ana, defiende en alguna que otra frase su manera de interpretar. No es una actuación brillante y muy lejos de ello, pero en algún que otro momento, se puede ver esa intencionalidad de creerse su personaje y poder transmitirlo al público. Sin embargo, hay que mencionar la plasticidad y superficialidad de ambos en la puesta en escena. No hay pasión ni sentimiento.
Una de las revelaciones del film y punto a favor es la participación de Jaione Vázquez. La actriz tiene un pequeño papel, sin mucha importancia, pero que da frescura y cierta naturalidad. Al nivel de la película, consigue entenderla y adaptar esta energía para aportar una sinergia que esté en coherencia con lo que se está viendo en pantalla. Causa en el público cierta simpatía, algo que consigue dar realismo a su interpretación. De los actores del film, es la única que en varios momentos consigue credibilidad en la escena. Por último, Yeyo Bayeyo, en el papel del director de la obra, a una primera instancia podría resultar insustancial, pero como caricatura y parodia del fenómeno hipster en las salas de teatro, es un acierto. La pesadez y sinsentido de su actitud corresponde a la naturaleza dadaístas de algunos artistas de la movida malasañera. Curioso.
¿Dónde está la delicadeza?
Pese a la inconsistencia de Lady Off, la razón que lleva al film a ser pasable es el trasfondo que sí se puede leer entre las líneas del recorrido de la historia. El machismo intrínseco en la sociedad se hace palpable en esta cinta, lo que sí hace reflexionar al espectador aunque no empatice con lo que se está viendo en pantalla. Acompañado de la explicación visual de la dificultad de mimetizarse con un personaje y lo que ello acompaña. La línea de la ficción que, en esta ocasión, habla del abuso y de la violación justificada, permite que se discuta sobre cómo a veces se crea un romanticismo de la cultura de la humillación. No se puede negar que pese a la dudosa calidad de la película, es importante que jóvenes cineastas pongan las cartas sobre la mesa sin ningún tapujo ni miedo.
Aunque no ha habido un acabo fino y delicado, se hablan de temas que deben ser escuchados y sobre todo, que a día de hoy siguen ocurriendo. Es lo que consigue que el film no caiga en saco roto y sea tolerable. No hay grandes actuaciones, hay grandes fallos de guion, una puesta en escena bastante criticable, un montaje lleno de errores… pero tiene algo que contar. En la concepción del cine, es importante premiar a aquellos filmes que quieren también servir cómo conductor de pensamientos y debates. De mostrar realidades que merecen tener atención. Por esta razón, aunque no se haya realizado de una forma atractiva y competente, es un buen comienzo para David R.L. como narrador de historias, al igual que Noemí Chico, la otra guionista del film. Una buena idea, que no llega a ser bien ejecutada y muy mejorable, pero la experiencia hace al maestro.
Conclusión
Lady Off es una película que podría navegar sin problemas dentro del género trash, pero sin la plausible de poder convertirse en un clásico del cine de lo terrible que es. Sin embargo, plantea un buen tema de debate y hay una idea bien concebida, aunque mal efectuada. Puede ser un punto de partida para realizar producciones con mayor profundidad y sentimiento. Un ejemplo de la apertura a nuevos realizadores en España de toda índole. Se necesita cine independiente y esta cinta aporta su granito de arena desde su prisma.
Las interpretaciones protagonistas dejan mucho que desear y son bastante olvidables. Un guion flojo y con flaquezas muy difíciles de resolver. Una imagen visual poco cuidada, de aficionado de videocámara que termina por pasarle factura y sentencia al film con el resto de elementos. Un acierto la corta duración. La magia del cine no reside en la inversión que se ponga en ella, sino más en la creatividad y el talento del realizador. Desgraciadamente, este film no ha encontrado el camino de la expresividad, sino el de la insustancialidad.
Escrito por Diego Da Costa
https://cinemagavia.es/lady-off-critica-pelicula/
Un juego entre el teatro y la realidad, que te va envolviendo gracias a interpretaciones con mucha verdad y belleza artística. Una película de nuestro tiempo que permite explorar el enfoque que damos a nuestras creaciones artísticas y a nuestra vida. Y todo ello en el torbellino de un arrebatador thriller psicológico. Y la banda sonora…un disfrute tambièn. Vamos que me he llevado una muy grata sorpresa. Película para ver y repetir y que ojalà se ponga de moda.
El director vasco David R. Losada aborda, en su segundo largometraje, el mundo del Teatro off en Madrid, en un sector que organiza cada fin de semana más de 100 obras, y que tiene como protagonistas a jóvenes talentos que aspiran a formar parte del elenco de una obra de la que puedan subsistir. Este boom de esas pequeñas compañías permite al público madrileño acudir cada fin de semana a más de una obra, cuyo contenido y calidad de las interpretaciones no tiene nada que envidiar a las del Teatro profesional, y que tienen ensayos duros para presentar un contenido de la mayor calidad posible.
En este caso el cineasta nos presenta a Ana, la gran protagonista de esta película, a la que sigue con su cámara tanto en su vida privada como en los ensayos de la obra basada en una escena del Ricardo III de Shakespeare, y consigue plasmar bastante bien las inquietudes de esas actrices no profesionales de mucho talento, que dedican casi todo su tiempo a los ensayos ya sea en casa o cuando se reúnen con los compañeros de obra.
La propuesta añade un asunto que dificulta el trabajo de Ana, y es la relación en el pasado de la protagonista con uno de los actores, lo que no se nota porque la protagonista sabe abstraerse de esa situación, incluso la ayuda a sacar su lado más dramático.
La película que está basada en la traducción realizada de la obra de Shakespeare por el actor, director teatral y traductor Eusebio Lázaro, y tuvo su presentación en el pasado Festival de cine de San Sebastián formando parte de la sección Zinemira, y se estrenó en los cines españoles coincidiendo con el Día mundial del Teatro que tuvo lugar el pasado 27 de Marzo.
Una película sencilla, bien interpretada por Marta Fuenar y que recomiendo a los aficionados al mundo del Teatro, sobre todo a los de la escena off madrileña porque pueden verse reflejados en los comportamientos de Ana.
LO MEJOR: Reflejar bastante bien la preparación de una obra de Teatro. La actuación de Marta Fuenar.
LO PEOR: El resto del reparto no está a la altura de la protagonista.
Tiene un problema esta película, y es que da la sensación de que en realidad no pasa prácticamente nada. Y mientras no pasa nada tienes que escuchar VARIAS VECES, NO POCAS, los mismos diálogos de Sakespeare una y otra vez.
Tiene otro problema más en realidad. También por como es la peli los primeros minutos uno no tiene ni idea de qué va. Ahí sí que literalmente parece que no pasa nada de nada de nada….. y se hace un poco durito de ver. Si aguantas poco a poco se empieza a entender pero aún así no es para todos los públicos. El que tenga ganas de ver cine entre líneas va a ver que el tema tiene miga pero el que prefiera un cine más remarcado y directo…va a pedir la hora. Y eso que es muy corta.
Yo estoy en el primer grupo y he participado del juego que propone la peli. Y de juego en realidad nada porque lo que se plantea tiene fuerza, y tiene gravedad. He leído que en alguna crítica tras el Festival de San Sebastián hablaban de opresión y me parece una palabra acertada.
La película va tan directa a tratar solamente un tema, sin desviarse a otras cosas , que ni voy a mencionar el tema, y el que la vea podrá descubrirlo. Pero para llegar a ese aire tan opresivo el director se fía cada vez más y más a los primeros planos de la protagonista, Marta Fuenar, y eso te encierra en sus emociones. Es un acierto, la película acaba por crecer y hacerse grande en su última parte. De verdad, muy intensa con muy pocas herramientas. Desde esa perspectiva, es notable .
También mencionar las escenas de la protagonista con su compañera , que da vida Jaione Azkona. Las dos alcanzan una naturalidad que airea la historia en momentos puntuales que se agradecen. El trabajo actoral destaca.
En resumen, una película valiosa pero con un tipo de público muy determinado, que por cierto es el tipo de público precisamente que sabrá perdonar las limitaciones de producción, que evidentemente están ahí.
A seguir con atención.
Cuando uno busca oferta cultural de artes escénicas, sobre todo en grandes ciudades (hablamos de España) el resultado es abrumadoramente amplio. Hay mucho y variado (danza, teatro, música…). Para el espectador la cosa nunca ha ido mejor. Lo que probablemente no sabe ese espectador es que excluyendo el cupo ofrecido por el estado o el ayuntamiento de turno, el resto, la inmensa mayoría de artistas que lo encuadran no pueden vivir de ello si es que cobran algo. Incluso la mayoría de los que tienen el privilegio de pisar las tablas de los centros de la administración, tampoco. Son pues en general artistas becarios , que trabajan y dedican mucho tiempo y pasión básicamente por amor al arte, a su arte. Un impulso vocacional que apenas sirve como efímero escaparate donde ofrecer sus talentos en espera de que unos pocos, muy pocos puedan dar el salto a empezar a cobrar, poco, por su trabajo y sin garantías de continuidad. El tema y sus derivadas sería para hablar largo y tendido.
De ello podría hacerlo este mediometraje de David R.L. pero no lo hace. Deambula sin profundizar demasiado en el proceso creativo actoral (en casa, en el trabajo de mesa, en los ensayos, en la representación) de la mano de la actriz que interpreta el personaje de Lady Ana, en Ricardo III de Shakespeare, concentrándose en la escena II de dicho drama (históricamente falsa), en la que Ricardo pretende los favores de Lady Ana en presencia del cadáver de Enrique VI padre de su marido Eduardo Príncipe de Gales habiendo asesinado a ambos. Dicha escena también daría para mucho más de lo que plantea la cinta.
Más allá de dicho proceso actoral no acaba R.L. de presionar con eficacia sobre aquello que quiere contarnos. ¿ La tensión entre la actriz que interpreta la escena con una actor con el que ha tenido una relación personal ya terminada? ¿El hecho de que tenga que adaptarse como actriz a una visión de su director que no comparte y que suprime el texto en que Lady Ana acepta el anillo que le ofrece Ricardo dando lugar a la frase: Recibir no es conceder ? (la versión de Eusebio Lázaro que utilizan traduce tomar en lugar de recibir ? ¿Metáfora del acoso y la opresión femenina en determinadas circunstancias?. Probablemente todo ello, generando aquello de quien mucho abarca poco aprieta.
La escasez de presupuesto intenta suplirla el director con abundancia de planos cerrados del rostro de Marta Fuenar que de paso potencian en cierta medida su agobio ante la situación que vive. Fuenar consigue credibilidad y naturalidad acompañada de Jaione Azcona fuera de los escenarios y defiende con dignidad una Lady Ana que ya había trabajado anteriormente en las tablas, teniendo en cuenta que aquí al hacerlo, su personaje Shakesperiano no puede desprenderse de su personaje como actriz. La precaria puesta en escena es sustentada por la música de Xisco Rojo y la fotografía, sobre todo en su tramo final, de Jorge Martín.
A pesar de su corta duración, sobran escenas. Sobre todo al comienzo donde el mítico monólogo inicial de Ricardo III le viene más que grande a un Mateu Bosch cuya interpretación tanto de Ricardo como de ex-pareja de Ana no solo no aportan sino que lastran los conflictos que plantean.
Reconozco que personalmente y dados mis años como profesor de interpretación me duelen los oídos y el corazón al escuchar los textos del bardo inmortal arrastrarse de tal forma sin alma ni emoción.
cineziete.wordpress.com