La última vez que vi a Archie
Sinopsis de la película
Durante la Segunda Guerra Mundial, Archie y Bill son miembros del programa piloto de adiestramiento de civiles en una base aérea próxima a Denver. Ambos son unos vividores que comienzan su particular programa en el que el objetivo principal es pasárselo lo mejor posible. A esto ayuda el hecho de que varios oficiales creen que Archie pueda ser en realidad un general disfrazado. Sin embargo, la buena vida también les traerá más de un problema.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Last Time I Saw Archie aka
- Año: 1961
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
5.4
97 valoraciones en total
The Last Time I Saw Archie es una comedia satírica sobre la experiencia de Archie Hall (actor, guionista y productor cinematográfico de nacionalidad estadounidense, conocido principalmente por rodar una serie de películas de clase B a principios de los años 1960 que protagonizó su hijo, Arch Hall, Jr) en las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos en las que se decidió que era demasiado mayor para volar en cazas, dejándole como única opción volar en planeador militar.
El guión es de William Bowers, quien conoció y trabó amistad con Archie en su periplo militar, y narra las peripecias de ambos en un tono marcadamente satírico si bien la figura del protagonista está claramente idealizada. El tono marcadamente teatral de la obra hace que su ritmo sea lento y sus diálogos bastantes aburridos por momentos pese a los esfuerzos de Robert Mitchum por dar credibilidad al intrigante personaje. El propio director (Jack Webb) interpreta a Bowers, narrando la historia con voz en off.
Comedia voluntariosa que, a pesar de sus esfuerzos, no consigue trasladar al espectador la deseable carga de comicidad.
Enseguida se aprecia que la voluntad de ganarse al público es superior al nivel de inspiración y, en consecuencia, la sucesión de anécdotas que sirve de hilo conductor no termina de alcanzar el adecuado nivel de competencia.
No se le puede negar momentos divertidos y algunas peripecias curiosas pero, en general, muestra una evidente irregularidad narrativa y conceptual.
La interpretación, en cambio, es admirable y el elenco, encabezado por E. Mitchum y por J. Webb, cumple perfectamente su cometido.
Comedia bélica acerca de un escuadrón de pilotos durante la II Guerra Mundial, los cuales, por viejos o por torpes, son destinados a la retaguardia y no consiguen ver un avión ni en pintura durante toda la contienda, así que su función es hacer guardias, fregar los suelos y poco más mientras dura la guerra.
Naturalmente siempre hay un listo. Robert Mitchum es el típico soldado buscavidas, quien sobornando a sus superiores y gorroneando a sus compañeros consigue librarse de todas las tareas y obtiene todos los permisos para salir de juerga a la ciudad.
Sus compañeros no dan crédito. Pero pronto deciden que les es más rentable unirse a él, que ponerse en su contra, por lo que esperan obtener también privilegios dándole coba.
Y poco más. Alguna que otra situación supuestamente cómica, la película se pierde por el exceso de diálogos y reflexiones que quitan todo el ritmo a la comedia, resultando al fin un pequeño tostón de escaso interés y muy poca gracia.