La última noche del Titanic
Sinopsis de la película
El novelista Eric Ambler adaptó el libro del historiador Walter Lord que relata minuciosamente la primera y última travesía del Titanic, el lujoso barco de pasajeros, que se hundió en las frías aguas del Atlántico Norte en abril de 1912.
Detalles de la película
- Titulo Original: A Night to Remember
- Año: 1958
- Duración: 123
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Opinión de la crítica
Película
6.9
72 valoraciones en total
No hacía falta nada más para contar esta historia. Con un barco como el Titanic, un entorno como el océano Atlántico y una catástrofe como la sucedida en 1912, no era necesario inventarse una historia de amor de revistín chica-burguesa-conoce-chico-pobre-y-enamórase. Quizá porque es ésta una producción británica, respetuosa y menos ávida de dólares. Quizá porque se basa en los escritos recogidos en el libro del historiador Walter Lord. Quizá por ello es el retrato más fiel sin duda, más sobrio, realista y, en consecuencia, angustioso de cuantos se hallan filmado sobre el Titanic y me atrevo a decir que de cuantas catástrofes se han rodado en general. Sin perder el tono en ningún momento la película te envuelve en una sensación de desasosiego desde los primeros títulos de crédito, no hay más que dos, y digo dos, concesiones al humor inglés, y que me han ayudado a desconectar un poco, pues el film como digo angustia de verdad. Tan sólo debemos pasar por alto que hablamos del año 58 y los efectos no daban para mucho, aunque a pesar de esto son muy dignos, las maquetas del barco es lo que más desentona, salvando este aspecto estamos ante una obra para disfrutar.
Como de ostias se aprende, ni que decir tiene, que a raiz de este hundimiento se multiplican las medidas tando de seguridad, como de prevención, de naves y rutas.
Walter Lord (1917-2002) fue un escritor de Baltimore que, entre sus prolíficas actividades de documentación para sus obras literarias, se dedicó a entrevistar a decenas de supervivientes de la tragedia del Titanic. En su novela A Night to Remember o, en castellano, La última noche del Titanic , recogió minuciosamente los testimonios recopilados y redactó un relato detallista y sobrio acerca de las últimas horas del transatlántico más tristemente famoso.
Por supuesto, la legendaria noche del naufragio del Titanic está tan envuelta en fascinación como en polémica, tanto en veracidad como en leyenda. En declaraciones fiables y mentiras inducidas por intereses.
Walter Lord escribió su obra basándose en relatos de primera mano. Si incurrió en errores y en invenciones, se debería a que las declaraciones de algunos testigos no serían del todo fidedignas, probablemente porque fue mucho lo que se silenció y falseó acerca de aquel terrible suceso. Bien por interés, bien por vergüenza. O por conciencias no demasiado tranquilas.
El drama basado en la novela de Lord es como su fuente: sobrio y básicamente narrativo y descriptivo. El dramatismo de esa noche trágica se muestra con austeridad, de una manera que pretende tirar más a una presentación objetiva de los hechos (si ello es posible), que a una conexión afectiva con el espectador. Filmado en blanco y negro y con actores que no se contaban entre los rostros más conocidos del momento, se asemeja a un documento informativo como los que se podrían publicar en los periódicos, con un estilo formal y casi frío que provoca poco vínculo con el receptor.
El cineasta James Cameron se reunió con Walter Lord para realizar algo similar a lo que había realizado el escritor cuarenta años atrás: reunir información para llevar a cabo su ambicioso proyecto de dedicar una obra magna al Titanic. Pero Cameron, en su superproducción cinematográfica, estuvo muy lejos de la sobriedad y de la formalidad de la novela, y de la película predecesora. También dedicaría al novelista el documental titulado Ghosts of the Abyss .
Sea como sea, el director Roy Ward Baker aportó su grano de arena a un mito hundido en el fondo del océano, que se llevará consigo, hasta que el lodo marino y el deterioro lo hayan sepultado y desintegrado definitivamente, todos sus secretos jamás desvelados.
Lejos de mostrar una compleja historia amorosa como la versión de James Cameron esta versión se acerca más a una pelicula-documental sobre la tragedia, lo que para mí se merece una sobrevaloración. Lejos de buenas interpretaciones (no hay protagonistas bien definidos) la rigurosa realidad con la que está realizada y el gran realismo del hundimiento (le da mil vueltas a la de Cameron por muchos mas efectos que haya) la han hecho mi gran referencia cinematográfica a la hora de recordar el hundimiento. El B/N le da más belleza a cada escena con una fotografia impecable y bien cuidada. Concluyendo: para quien quiera ver una fiel recreación de la tragedia sin preocuparse del reparto esta es su pelicula.
He podido constar en Internet que existe un género cinematográfico denominado catastrofista donde se incluyen películas como El coloso en llamas, Terremoto, Volcano, etc. En éste género es frecuente simultanear las historias personales con la tensión y el suspense colectivo, de tal manera que el espectador se identifica con los personajes singulares en cuestión y sufre con ellos. Al finalizar la película la descarga emocional que la sucede es algo así como la liberación de las tensiones acumuladas durante la proyección.
Esta técnica ó táctica, como queramos llamarla, es muy efectiva y contribuye a darle algún valor a películas que contadas de otro modo serían mediocres. Pero esto no sucede en La última noche del Titanic. Nuestra implicación sentimental previa y promovida por el director, con las personas y familias inmersas en el naufragio es prácticamente inexistente (salvo el caso, breve por otra parte, del matrimonio con los 3 hijos). Y esto, en vez de debilitar la película, a mi juicio, la hace más fuerte y más impactante.
No es un documental, aunque es cierto que existen algunos planos reales intercalados, y creo que tampoco pretende serlo. Lo que si creo que pretende es darle una dimensión real a lo acontecido, que no fue tanto fruto de los elementos que en aquella noche aciaga se conjuntaron en contra del Titanic sino de fallos, la mayoría humanos.
La película, como queda dicho, se soporta sobre ella misma, sobre su propia historia, sin necesidad de historias de amor que capten la atención del espectador. Porque esta atención está plenamente captada por la dureza la propia realidad. Y además, se hace más duro saber que pudo haberse evitado.
Para enmarcar: Los músicos tocando y cantando mientras el barco se hunde. ¡Genial!
Lo más valioso es que la película quiere acercarse a lo que de verdad paso esa noche del naufragio. Deja de lado otras historias paralelas que puedan entorpecer la ya de por si grandiosa como triste historia del naufragio. Excelente la importancia que se da a los 2 barcos cercanos al Titanic los cuales son el Californian y el Carpathia también protagonistas de la historia, uno para bien el otro para mal.
Una película en verdad recomendada a pesar que no tiene el drama romántico y el detalle que al momento del naufragio el buque no se parte en dos, la verdad es que no le hace falta.
Que tenga un 6,7 para mi es un increíble.
Una belleza de película en toda regla.