La última casa a la izquierda
Sinopsis de la película
Remake de la película La última casa a la izquierda , dirigida por Wes Craven en 1972. Mari Collingwood llega con sus padres a la casa que tienen junto al lago para pasar unos días. Esa misma tarde, saliendo por la zona con su amiga Paige, ambas son secuestradas por Krug, un psicópata que ha escapado de la cárcel, y sus compañeros, su perturbada novia Sadie, su sádico hermano Francis, y su anulado hijo Justin.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Last House on the Left
- Año: 2009
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
5.4
96 valoraciones en total
Siendo objetivos, la brutalidad emocional y la furia contenida del original de Wes Craven (abiertamente basado en El manantial de la doncella de Bergman) son sacrificados en esta versión, pero es comprensible suponiendo que el contexto actual es diferente (quizás no tanto en estos tiempos de crisis financiera y agitación política). Una de las claves para no arruinar este proyecto ha sido la elección del griego Dennis Iiliadis como director. Ya demostró estar capacitado para dirigir historias ásperas y tangibles con Hardcore . Así, Iliadis plantea un discurso donde yuxtapone la oscura naturaleza del ser humano con la ¿justificación? del ojo por ojo. ¿Los espectadores aprueban la sangrienta venganza de los padres? Llegados a este punto el director deja que cada uno lo cuestione haciendo uso de la ética personal.
Su lanzamiento en Hollywood muestra una plasticidad impresionante, es de una fisicidad enfermiza y un realismo atroz en lo tocante a la violencia. Véase sino, la secuencia de la violación en el bosque, absolutamente repulsiva y psicologicamente dañina (tanto o más que las que padecimos en Deliverance , Irreversible o Dogville ). No es demasiado explícita, pero su manera de presentación en pantalla es demoledora (recordemos Funny Games , con la violencia irrumpiendo casi con normalidad) y arriesgada dentro de los parámetros del cine actual USA. Provoca un malestar y una impotencia que se prolonga durante el resto del metraje. Aparte de la factura competente y la dirección, el apartado interpretativo es otro de los puntos fuertes, desde Sara Paxton, que está fantástica en un cambio de registro considerable hasta Monica Potter y un plausible Garret Dillahunt (mucho más amenazador y sádico que el David Hess del original). Uno de los remakes supremos junto a La matanza de Texas , Las colinas tienen ojos , Halloween , Amanecer de los muertos y The Ring . De oblidada visión.
De primeras, decir que hacer un remake de The Last House On The Left de Craven que resulte digno no es nada fácil, debido al momento es que se hizo, las intenciones y la forma que se tenía de ver el cine de terror en aquella época. Y es que uno de los aciertos de la cinta de Craven es que el horror que nos muestra es muy honesto, como hacían muchos films de aquella época, logrando un auténtico festín del horror, aunque aquella también tuviese sus carencias.
Este remakes no es ni más ni menos que el trasladar esa trama al cine de terror actual, con todo (poco) lo bueno y todo lo malo.
Empecemos por lo bueno: la película está muy bien planteada: tenemos una estética sucia y andrajosa que pretende involucrar al espectador aún más en la acción, como lograba Craven con éxito. Algunos actores están realmente bien: Sara Paxton sale muy bien airosa de la complicada escena que le toca realizar (si habeis visto la original sabeis a cual me refiero). Tony Goldwin también está aceptable sobretodo en la parte final donde la película se apoya totalmente en él (ya sabeis…).
Los malos son demasiado malos , es decir tienen todos los estereotipos para intentar caer mal. Sin embargo, otro de los aciertos de Craven fue que sus villanos son unos pueblerinos que son malos porque sí sin contemplaciones. Aquí hay incluso alguna subtrama que no sólo no aporta nada sino que hasta molesta.
El principal fallo de la película, es que cae en absolutamente todos los tópicos del cine de terror actual. Y aunque el esfuerzo en mostrar gore se agradece, no por enseñar más se aterra más. Ocurre como con The Texas Chainsaw Massacre : en el original se enseñaba menos, pero aterraba mucho más, porque detrás de la cámara había talento (en ambos casos, y viendo los posteriores trabajos de sus directores, no sabemos si casual o no).
En definitiva, otro remake más que se queda en agua de borrajas, pero a este al menos se le ve cierto oficio.
Probablemente no merezca más de cuatro o cinco estrellitas, pero le concedo seis porque -si bien su armazón argumental es prosaico y trillado a más no poder- la peli de Iliadis es, al fin y al cabo, un ejercicio de género ágil, vibrante y tremendamente eficaz. Con ello quiero decir que La última casa a la izquierda es el típico thriller que gustará bastante a los entusiastas de las emociones fuertes y quizás no tanto a espectadores algo más exigentes. Dicen, incluso, los que han visto la versión original de Craven que este remake es más bien flojillo. Así pues, aviso a navegantes: la peli es del montón, no es de terror (que quede claro) y de sutil poco tiene. Aún así, si eres tan visceral como yo y te apetece comerte las uñas durante un par de horitas, hazme caso: acuesta tus neuronas y saca de paseo tus instintos más elementales y primarios. Disfrutarás.
Entre esa casa de invitados añadida para la ocasión, un personaje que no pinta absolutamente nada (el del hijo) y una conclusión que da mil vueltas sin aportar, si quiera, un ápice de lucidez o reflexión, La última casa a la izquierda se convierte en el enésimo paso en falso de un realizador europeo al cruzar el charco. En este caso, se trataba ni más ni menos que del griego Iliadis, autor de la fantástica Hardcore y que, una vez visto su debut, parecía que aportaría algo más que unos leves tintes de identidad propia y alguna que otra secuencia tan incómoda como malsana. Claro que la palabra parecía se le antojará utópica a más de uno sabiendo que tras todo el trabajo están los de siempre, metiendo la zarpa.
En primer lugar, y si buscamos su referencia más inmediata (es decir, el film original sobre el que se sustenta, que no es otro que la infravalorada peli de Craven de mismo título), cabría decir que esa referencia, por infravalorada e interesante que pudiese resultar en su día, pedía un remake a voces. No… no porque la película del autor de Scream sea mala o parezca menor en su filmografía, sino porque tras todos estos años ha quedado un tanto desfasada, y tanto su estética como el pequeño ejercicio de reflexión que suponía pasaría por alto visto a día de hoy por cualquier espectador desacostumbrado a las películas con el presupuesto que debió tener aquella.
Si continuamos analizando el material que nos regala en el film actual Iliadis, nos topamos con una cinta en la que el griego sabe agarrar muy bien el timón y, sin demasiada complicación, trenzar una presentación de personajes nada estereotipada o estúpida, así como un arranque de lo más esperanzador, que invita a contemplar la obra gracias a su buena factura y una labor actoral que no parece, para nada, desentonada.
Sin embargo, es cuando llegados al ecuador de La última casa a la izquierda , los guionistas no sólo empiezan a desmenuzar el guión original y triturarlo, sino también eluden la parte más importante que se hallaba en la pieza dirigida por Craven: el mensaje. De este modo, el último tercio se transforma en un desaguisado que, pese a contener secuencias encomiables (entre ellas, la de la cocina), concluye de modo nada sagaz, y transforma este tramo en un deslavazado corre-que-te-pillo y una sangría desganada de personajes pisoteados durante años en las pelis de terror que no benefician, para nada, al que podría haber resultado uno de los ejercicios más interesantes del género durante 2009. Cate… y vuelva a Grecia, señor Iliadis.
Interesante remake sobre la sádica y truculenta historia escrita por Wes Craven en la década del setenta. En esta oportunidad la cinta es más directa y menos pergeñada, y si bien tiene buenas dosis de vísceras y sangre, no llega al nivel de perversidad de la versión clásica.
Eso sí, es menos exagerada y por ende más realista que la original, es un filme más creíble donde la depravación y la locura humana se exponen de manera convincente.
Claro que las comparaciones son odiosas, pero a este filme le falta quizás el desarrollo y la opresión psicológica que Craven le había otorgado a la versión de 1972. En este remake se busca más efectismo lineal y sin tantas vueltas, hay menos despliegue de variantes para dar lugar a más dinamismo y frenesí en el conflicto.
Si bien hay alevosía en las alternativas también este filme no llega a las cotas de la original, pero al menos no incurre en tantas licencias inverosímiles ni en los absurdos toques cómicos que tenía la otra versión. Por el contrario, esta cinta gana en realismo al ser más práctica y contundente, al mostrar una amenazadora situación donde la maldad y el trastorno en estado puro se topa contra una familia que no dará el brazo a torcer y defenderá con uñas y dientes la posibilidad de sobrevivir y dar escarmiento con la misma moneda bestial con que fueron agredidos.
En fin, es una opción que se destaca dentro de la media del terror moderno, que se aleja de los convencionalismos y que aporta una historia realista que infunde verdadero horror, el que surge de situaciones que pueden ocurrirle a cualquiera que queda a merced de enfermizas mentes humanas que exteriorizan sus traumas internos mediante la violencia más atroz y desmedida.
Pd: Es una pena el final, el cual es un elemento para reprochar que por allí echa por la borda el realismo del filme y le quita la oportunidad de ser inclusive mejor que la versión original.