La tutora
Sinopsis de la película
Una joven pareja, que acaba de instalarse en la ciudad con su bebé, necesita una niñera que cuide de su hijo mientras ellos estén ausentes. Se ponen en contacto con la agencia El ángel guardián , que les envía a tres candidatas. Aunque seleccionan a la primera de ellas, se tendrán que conformar con la segunda, ya que la elegida ha sufrido un inoportuno accidente. En cualquier caso, Camilla, la nueva niñera, parece un ser angelical capaz de cautivar a cualquiera. Pero las apariencias, a veces, engañan.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Guardian
- Año: 1990
- Duración: 88
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Opinión de la crítica
Película
4.7
87 valoraciones en total
Esta nueva incursión del señor Friedkin en el género del terror, que tantas alegrías y dividendos le había reportado con El Exorcista, adaptación de la novela homónima de William Peter Blatty, lamentablemente no se salda de forma nada satisfactoria. En esta ocasión también se trataba de una adaptación, en concreto de la novela The Nanny de Dan Greenburg, famoso autor de relatos para niños estadounidense, y que cuenta la historia de una niñera que es una vampiresa y se alimenta de los niños que cuida. Pero los numerosos cambios en el guión y una producción caótica hicieron que la historia se convirtiera en un despropósito absoluto.
¿De qué trata, entonces, la película? La sinopsis puede resumirse en que es la historia de una druida (sí, empezamos el festival de los despropósitos) que se hace pasar por niñera, para poder acceder a jóvenes recién nacidos que al cumplir las cuatro semanas de edad sacrifica en honor a (o vaya usted a saber qué, pues no se aclara en la película) los espíritus malignos que habitan en un gran árbol en las afueras de una zona residencial de Santa Mónica (California), los cuales toman la sangre de los bebes, y en su camino se cruza una joven pareja que se acaba de mudar de Chicago y tienen un neonato.
Al guión de frenopático mencionado, se integra un equipo técnico y artístico de completos desconocidos, una producción de serie B autoconsciente que por momentos se transforma en telefilm y comandado, todo ello, por un director que no es ni la sombra de lo que había sido y que claramente puso el piloto automático y se dejó llevar. El ejemplo más claro es lo poco cuidadoso de la planificación de las escenas, planos desde ángulos extraños, la nula o escasa tensión que se transmite por una inexistente, o inadecuada, utilización de la fotografía y el montaje para generar mal rollo y una banda sonora anodina que no aporta absolutamente nada y que no enfatiza los supuestos momentos álgidos (por no hablar de los continuos fallos de raccord).
En la parte interpretativa sólo la enigmática y morbosa Jenny Seagrove, que da vida a Camilla, la niñera-druida merece ser destacada y en el apartado técnico alguna escena violenta con algún ligero toque gore (desmembramiento). Tal vez por ello, Friedkin, intenta aprovechar la presencia inquietante de Seagrove para dotar al film de un cierto aire de sensualidad perversa que lamentablemente queda en unos semidesnudos sin mucho sentido y alarga las escenas violentas donde, o bien el árbol maligno o los coyotes que acompañan a la malvada niñera en sus escapadas nocturnas, acometen embestidas contra aquellos que intentan impedir que lleven a cabo sus terroríficos planes.
Lo verdaderamente lamentable es que bajo una ingente cantidad de despropósitos e incoherencias, en la idea primigenia se escondía una historia con grandes posibilidades que básicamente se trunca en sus cimientos, es decir, en el guión (como casi siempre, todo hay que decirlo). De hecho, un par de años más tarde, en el año 1992, Curtis Hanson realizó La Mano que Mece la Cuna, que es las misma historia prácticamente (aunque sin los elementos fantásticos) y que resultaba más aterradora, generaba más tensión y era mejor película que la que nos ocupa (además de convertirse en un éxito de taquilla).
Si no tenéis 11 años o similar, si consideráis El Exorcista una referencia indiscutible del terror y si tenéis cosas mejor que hacer un domingo por la noche que ver esta película en la programación de vuestro televisor, no perdáis el tiempo. Al menos es de agradecer que sólo dure 88 minutos, los cuales se pasan relativamente rápido entre una nada excitante secuencia inicial de presentación de la niñera maligna, un nudo anodino y un desenlace grotesco. Si a pesar de lo mencionado os pica la curiosidad, al menos, tened la precaución de verla en versión original, pues el doblaje en castellano sí es verdaderamente terrorífico.
Para una reseña más extensa ver:
http://elcuervoenteradillo.blogspot.com.es/2012/12/critica-la-tutora.html
Un clásico de las estanterías de los videoclubes a principios de los 90. Friedkin es un director visualmente potente y filma las secuencias fantásticas y de terror de manera elegante y sugestiva. Pero el guión, que está escrito por tres personas, entre ellos el propio Bill, es bastante chungo y peor aún, es demasiado confuso. Yo creí que trataba de una niñera que asesina bebes y resulta que trata de una joven druida que forma parte de un árbol, parte literal me refiero, vamos, que es un cacho de árbol en realidad. El árbol de marras está en un bosque encantado y necesita la sangre de los bebes para sobrevivir. Entonces la druida se disfraza de niñera, rapta un bebe y hala… Ahí es nada. Entretenida y con algunos momentos buenos, pero ahí se queda. El guión es demasiado oscuro y la realización mediocre, excepto ocasiones puntuales. Eso si, el final es muy bueno, homenajeando a Evil Dead. Otra vez será Bill. Por cierto, aquellos que hayan visto Anticristo de Lars von Trier, seguramente encontraran algún punto en común entre esta y La tutora. Es que en realidad tienen más relación de lo que parece a simple vista.
Grato recuerdo de la infancia, los domingos por la noche echaban en TVE1 la llamada película de la semana . Recuerdo haber visto con mi madre LA MANO QUE MECE LA CUNA siendo yo bien pequeño y me dejó un grato sabor de boca y cierta inquietud. Admiro ese film. Pues bien, recuerdo cuando vi el trailer de esta emblemática película en TVE1, también siendo niño anunciando de su emisión para ese Domingo en la película de la semana . Y la verdad era super engañoso. Se veía en líneas generales a unos padres que contrataban una niñera y te dejaban caer que ésta era mala, aunque no te explicaban el por qué. Recuerdo que mi madre dijo: mira, una película estilo -La mano que mece la cuna-, tiene buena pinta . Por supuesto ese Domingo nos apresuramos a verla, ambos como fans de la otra película. Y atónitos nos quedamos, mi madre para mal y yo para bien, cabe decir que mi madre odia las películas de terror y fantásticas y yo las adoro. De lleno el film se ha convertido un grato recuerdo de mi infancia, bastante sorprendente. Una película que parecía próxima a un drama con niñera psicótica tipo telefilm de A3, se convirtió en todo un espectáculo de elementos aterradores: una malvada bruja que sacrifica bebés, un árbol con vida propia que masacra a diestro y siniestro con sus diabólicas ramas, un grupo de lobos enfurecidos irrumpiendo en casas ajenas para matar, un padre vengativo armado con una motosierra para proteger a su familia mediante sangrientos métodos. Por aquel entonces me pareció la ostia. Y tiempo después me enteré de que era del mismo director que EL EXORCISTA . Wow. Vista tiempo después no me pareció evidentemente tan espectacular. Cierto es que la realización deja en ciertos momentos algo que desear y más habiéndola hecho un oscarizado director y el creador de una de las más famosas e impactantes películas de terror de todos los tiempos, EL EXORCISTA. Aunque desde luego, no me parece tan desdeñable como se dice. El film se guarda buenos momentos. A pesar de su dirección algo televisiva, lo que le resta puntos, tenemos momentos que desde luego impresionan lo suyo, además de una trama que despierta cierta originalidad y bastante mala leche. Los actores no son malos, cada uno cumple bastante bien, los padres del bebé están correctos y la mala está GENIAL, Jenny Seagrove es el alma del film, maléfica, perversa, sensacional. La trama a veces carece de ritmo, pero presenta ciertos momentos que la levantan con creces, véase la masacre que el árbol comete con los tres gamberros, no escatimando en gore (brazos arrancados, cuerpos desmembrados,…), la escena del pobre tipo asediado en su casa por la manada de lobos, el encuentro de la niñera con su querido árbol y sobre todo ¡LO MEJOR!
Dirigida por William Friedkin, con lo que eso supone de valor añadido ante cualquier película dirigida por el director de French Connection y El exorcista, nos encontramos ante una entretenida y tensa película de terror, en la que se nos cuenta las desgracias que caen a un matrimonio, al introducirse en su vida, (cuando estaban buscando una niñera para su bebe), una enigmática joven para ocupar el puesto, resultando ser una especie de druida que se dedica a sacrificar niños para alimentar a un árbol, que es una especie de divinidad diabólica. Aunque no esté entre lo mejor de la filmografía de este director, cuenta con una historia que te atrapa durante todo el metraje, ayudada por una apropiada bso, una gran fotografía de John A. Alonzo y con una inquietante actuación de Jenny Seagrove, como la niñera. En su época fue todo un hit en los videoclubs.
La vuelta de William Friedkin al terror tras la obra clave del género, ‘El exorcista’ (1973), se hizo esperar 17 años. En 1990, Friedkin estaba ya muy lejos del status de cineasta referente del Nuevo Hollywood de los setenta que un día llego a tener, sólo acumulaba severos y dolorosos fracasos de taquilla (uno tras otro) y ‘La tutora’ (The Guardian) fue más una apuesta por lo comercial que realmente un film personal.
‘La tutora’ no es ni mucho menos un mal film de terror, tiene momentos muy conseguidos: todo lo que tiene que ver con ese árbol de los sacrificios que resulta muy bien visualizado (aunque su enclave sea geográficamente imposible), la secuencia del asedio de los perros rabiosos es monumental y tremendamente agobiante, y el personaje que da título al film es un caramelito que Friedkin saborea y visualiza con sumo gusto… Sobra decir que, por supuesto, en todo lo que tiene que ver con crear una atmósfera opresiva, su director sabe moverse como nadie y hasta un sub-producto de serie B como este acaba estando por encima de la calidad media de este tipo de cintas. Ahora bien, aún con todo sigue siendo un film menor en la filmografía de un cineasta con mayúsculas. Un film que pasó, en su momento (la década de los 90’s por mucho que fuera concebida en los años ochenta) desapercibido.
Del reparto poco que comentar, sus actores, en su mayoría desconocidos y televisivos, no pasan de ser meros figurines en manos de un director de escena –y marionetas- que dibuja interesantes set-pieces sacadas de lo más recóndito de su alma.
En definitiva: Un acercamiento por parte de Friedkin en un género de claro tono de Serie B que el cineasta quiso llevar al terreno de las grandes ligas. La película merece ser reivindicada, sobre todo, por ser la única vez que Friedkin aceptó volver al género que le dio la inmortalidad, aunque los resultados estén muy lejos de los originales.
-Lo mejor: Friekdin divirtiéndose pervirtiendo los clichés del cine de extraños en tu casa, sin duda un talento mayor para un film menor. Un director de la época en la que ellos eran las estrellas de sus películas por encima de actores, actrices o historias.
-Lo peor: Brad Hall, el peor con diferencia de un ya de por si flojo reparto, sobre todo por su papel de arquitecto enamorado de la niñera que sirve solo como cebo para un asesinato sangriento.
-Más en: http://www.cineycine.com