La saga de los Hardeman
Sinopsis de la película
El señor Hardeman es el fundador de una compañía automovilística empeñada en la producción de un coche único, capaz de recorrer 40 Km. con un litro de gasolina. Para ello contrata a un joven piloto para ayudarle a diseñar el combustible necesario. Pero deben hacer frente a la oposición del presidente de la compañía, el nieto del patriarca, que desea eliminar la división de coches de la compañía debido a las malas relaciones entre abuelo y nieto. A medida que avanza el proyecto van apareciendo viejos problemas familiares del pasado que también salpican al joven piloto.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Betsy aka
- Año: 1978
- Duración: 120
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Opinión de la crítica
5.3
41 valoraciones en total
Mejor conocido por sus allegados como Number One, Lauren Hardeman es el patriarca de un gran emporio industrial donde, los automóviles, son sólo uno de los tentáculos de sus negocios, y para él, su gran obsesión. Empecinado en construír un nuevo modelo que, además de barato sea de poco consumo, no contaminante y seguro (¡eso se llama visión de futuro!), Number One decide contratar al automovilista Angelo Perino, por su peri-cia, su conocimiento de la mecánica automotriz… y porque, además, es nieto de un viejo y gran amigo, para que le ayude con el proyecto al cual bautizan, The Betsy, en homenaje a la joven biznieta del magnate a quien tiene en el más alto aprecio.
Mientras esto sucede, comenzaremos a entrar en los secretos mejor guardados de una familia que pareciera tenerlo todo, pero donde el odio, la infidelidad, la crueldad y otros malestares, tienen un lugar de primera fila. La historia se inicia en 1975, pero, para poder comprender sentimientos y actitudes muy actuales de sus protagonistas, impactantes recuerdos de los años ’30 saldrán a la luz… y así veremos como, el poder económico y la abundancia material, jamás son suficientes para atraer la felicidad.
De nuevo, y como ya lo lograra con la más alta eficacia en The Carpetbaggers (1961), el escritor Harold Robbins, nos entrega a un puñado de fuertes personajes, y The Betsy (1971), vuelve a impactar como novela. En cambio, como película, he sentido que no logra la altura del filme de Edward Dmytryk sobre su anterior novela, pero, no obstante, el interés se mantiene en alto por el solvente nivel de drama y de crítica social que se preserva en su narrativa. Los diálogos son de muy buen nivel y la puesta en escena lograda por el director, Daniel Petrie, garantiza la solvencia y el estilo en que se mueven esta suerte de personajes.
El filme salta de una época a otra, pero la edición resulta inobjetable y la caracterización de Laurence Olivier, el único personaje importante que se preserva en aquel medio siglo, es del más alto nivel. Entre las mujeres, muy bien Jane Alexander como la esposa de Lauren III, el hijo que no perdona al abuelo las cosas que sucedieron en el pasado, y por su parte, Lesley-Ann Down llena la pantalla con cada plano de su divino rostro… y es ella, precisamente, la que hace notar con toda claridad, lo desubicado que resulta Tommy-Lee Jones en su rol de galán, luciendo esa pinta 60’s style, con más aires de cantante de rock que de exitoso hombre de negocios. ¡Cómo es que Petrie no cae en la cuenta de que estaba poniendo a su lado a una de las actrices más bellas y con más clase del cine de aquellas décadas!
Exceptuando este bache, <>, está lleno de fuertes significados y el drama de aquella prominente familia queda recreado de manera impactante… y de nuevo, se nos permite comprender que se puede tenerlo todo, pero, si se ha fracasado como padre y no se tiene amor, el ascenso a la cima de la vida está todavía bastante lejano.
Sin embargo -y aquí también pesa el papel que jugaron William Bast y Walter Bernstein en la estructura del guion-, cuando conocemos las más íntimas razones que motivan el comportamiento del prominente Lauren Hardeman, surge una imprescindible pregunta: Aunque sus hijos tienen argumentos para odiarlo, ¿has conseguido, también tú, tener por él ese mismo sentimiento?
Comprenderlo todo, es perdonarlo todo, decía Friedrich Nietzsche… ¿Será que sigue teniendo razón?
Título para Latinoamérica: LOS DESALMADOS