La reina del flow (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2018-Actualidad). 82 episodios. En Colombia, 17 años después de ser injustamente encarcelada, la compositora Yeimy Montoya busca vengarse de los hombres que la hundieron y asesinaron a su familia.
Detalles de la película
- Titulo Original: La reina del flow (TV Series)
- Año: 2018
- Duración: 55
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Opinión de la crítica
Película
6.6
90 valoraciones en total
En los últimos cinco años, Caracol televisión hace lo del rey Midas, audiencia a la lata en sus horarios estelares y hay que decirlo sin anestesia: no tiene rival frente a la mayoría de sus producciones flojos de su eterno competidor RCN televisión. Pero no significa que los mismos productos que Caracol realiza sean geniales puesto que el público no mira si la sinopsis está bien hecha, el elenco si se escogió bien o no, si la banda sonora y la fotografía son creíble, si los libretos son creativos, si los escenarios son ideales para el desarrollo de la historia, etc. y etc., y eso es lo que se le olvida conformándose con lo que ven y ahí es el éxito en audiencia.
Esto pasa gracias a las bioseries como por ejemplo: Niche, lo que diga el corazón (Jairo Varela), la ronca de oro (Helenita Vargas), las hermanitas Calle, los Morales (familia vallenata conformado por Miguel Morales y sus hijos Kaleth, Kanner, Keinner, Eva Sandrith Katy y Faider), Rafael Orozco el ídolo, tarde lo conocí (Patricia Teherán), loquito por tí (Rodolfo Aicardi y Gustavo el loco Quintero) y la mayoría han sido exitosas. Otras que no necesariamente son bioseries pero se destacan como la niña, la esclava blanca y la mamá del 10.
Con respecto a las bioseries que más pautaron, su gran lunar es que fotocopiaron el surgimiento, desarrollo, consolidación, declive, y en el peor de los casos su fin trágico como si sus vidas fueran iguales pero no fue así. De ahí surge el confort-mismo: no importa que programan pongan, sólo cólmele al público lo que quiere, así sean pendejadas y listo el pollo.
Ahora bien, la serie que se va a analizar es con la cacareada y popular la reina del flow en el que se retrata de Yeimi una chica humilde que vive con sus padres pero por cuestiones del destino sus padres fueron asesinados y paga cárcel por un crimen que no cometió y más si conoció un amigo que más tarde fue su enamorado y su perdición como lo fue Charly flow. Después de pagar su inmerecida condena, Yeimi incursiona su carrera musical a través del reggaeton y cambia su nombre artístico por Tammy Andrade y se venga de Charly Flow que también es su colega pero con más fama y palanca gracias al narcotráfico. Sin embargo, aquí viene lo interesante del asunto: Juancho su amigo de la infancia le ayuda a cambiar su destino, le ayuda a ser la artista ideal gracias a su sueño de ser productor musical, se enamora de ella y le puede convertir en un arma de doble filo a su amigo Charly para ser su férreo enemigo aunque puede revivir el pasado que vivió Yeimi años atrás.
El elenco estuvo bien gracias a Carolina Ramírez, Andrés Sandoval, Mabel Moreno, y otros – pese a sus roles muy estereotipados y a sus intermitentes hablados paisas que poco me convencen-, y el que se llevó la peor parte es Carlos Torres que tuvo su participación antagónica bastante floja. Lo que sí es discutible es con la trama que estuvo muy rebuscada porque se apeló a la trama de que un individuo sea hombre o mujer de que tiene que saldar un crimen que nunca cometió y regresa para vengarse de Raymundo y todo el mundo. Para completar, se le adiciona el ingrediente narco que no sólo se refiere a las drogas, sino también al estilo de vida que reúne el facilismo, la ley del todo vale, la viveza, darle palo o bala cuando las cosas no se dan, cambiar las reglas de juego a última hora y por conveniencia, etc. Ni hablar de sus libretos que estuvieron entre aceptables y pobres. No obstante, se contó con la participación de reggaetoneros que aportaron a la serie como lo son Sebastián Yatra, Karol G, Joey Montana Paty Kantu y Feid (éstos dos últimos que los conoceran la mamá de ellos). Preciso, el reggaeton ese bendito ritmo musical que nunca desaparecerá mientras tenga apoyo mediático, disquero, capitalista y gente joven que aún lo ven de gozada y nada más, era la fórmula atractiva para consolidar más la serie.
Por esa razón no me gustaba ver esta serie y a pesar de mis reparos que he ido expresando, hay que admitirlo: fue un éxito rotundo, dio de que hablar y compartirlo en las redes sociales -sobretodo en YouTube- que ha sido tendencia a lo largo de su emisión. Para bien o para mal, la reina de flow fue la serie del año que ya culmina, y no se descarta que se dé la segunda temporada cosa que no estaré de acuerdo pero si el televidente lo quiere así, pues darle gusto y punto.
Así como cada pueblo merece a sus gobernantes, pues cada televidente merece la televisión que ofrece las mismas cadenas para satisfacerlos pese al escaso discernimiento y análisis en cuanto al seguimiento de los productos que ponen o imponen. ¿Qué le vamos a hacer?
La reina del flow es una historia mítica que ya se ha visto. Desde bardos cantando en plazas sobre héroes que se construyen sin pretenderlo hasta novelas varias en donde la venganza personal entra en conflicto con los principios ético/morales, con sus derivados filosóficos. El conde de Montecristo permaneció en una mazmorra durante añares y salió como pudo de allí, encarnando en su persona una extraña y abstracta idea sobre la justicia. Justicia que luego se aplica, paradójicamente desde la venganza.
La reina del Flow se encarrila sobre estas bases. A Jeimi le hacen una cama, literalmente le destruyen la mitad de su vida. Sale de la cárcel con una vena desmedida por la venganza, pero justificable a la hora de comprender el motor de sus sentimientos. Alrededor de ella, un contexto variopinto cual manual de telenovela: amores imposibles, el malo bien malo, el bueno bien bueno, la comparsa siempre bien intencionada y por supuesto no puede faltar alguna revelación familiar al mejor estilo es que hijo, yo soy tu madre .
La reina del flow cuenta con dos bases que se sustentan mutuamente: una historia simple pero poderosa y una periferia netamente regaettonera en donde cada actor/cantante actúa para la trama vendiéndose a sí mismo como producto musical por fuera de la serie. Por momentos, la banda sonora y su campaña de difusión pareciera tan importante como la serie misma. Por pericia de la producción, ambas caras (historia/campaña musical) van de la mano con una química digna de resaltar. Jamás da la sensación de que la reina del flow sirva de excusa para otra cosa, aún cuando ésto se percibe en los primeros visionados.
Un guión bien llevado, extenso en episodios pero sin hacerse tedioso salvo en algún que otro pasaje, estamos ante una telenovela que (sorpresa) se ha tomado en serio a sí misma. Haciendo de la simpleza y los tonos moderados un rasgo de estilo que a la serie le viene cono anillo al dedo.
Segunda temporada a la vista, a ver que se tienen entre manos, porque la trama está cerrada. Casi exigiendo para esta nueva entrega un redireccionamiento argumental que puede perfilarse para varios sitios. A esperar.
Actores y actrices talentosos y buena drama. Nos engancho a mi y a mi familia verla hasta el final, es la novela perfecta para verla en tu tiempo libre o en vacaciones. Lo único que me podría quejar sería de que se te hace pesado que sean tantos capítulos y en algunos no pase nada relevante. Recomiendo verla.